La tradición de no comer carne roja durante la Semana Santa pone en peligro a animales silvestres como la iguana, morrocoy, la hicotea, entre otras especies que son cazadas indiscriminadamente por su carne blanca, apetecida en la cocina cesarense.
Animales silvestres como la iguana, la tortuga hicotea, la guartinaja, entre otras especies, son cazadas ilegalmente en el departamento del Cesar con mayor incidencia para esta temporada de Semana Santa. La creencia religiosa de no consumir carne roja durante esta celebración pone en peligro a dichos animales que son asesinados por su carne blanca, muy apetecida por un alto porcentaje de cesarenses.
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De acuerdo con el intendente Oscar Dita, jefe del grupo de Protección Ambiental y Ecológica del departamento del Cesar, la iguana y la tortuga hicotea son dos de los animales silvestres del departamento más cazados durante esta temporada. Esto se debe a que a las iguanas se aparean a finales del año y desovan en las fechas de Semana Santa, específicamente entre marzo y abril.
Debido a lo anterior la especie se desplaza por la vegetación buscando un lugar de reposo para sus huevos. Esta necesidad es aprovechada por cazadores clandestinos para atraparlas, extraer sus huevos y en algunas ocasiones llenarles el vientre con piedras y coserlas, una práctica inhumana que provoca la muerte por infección en las iguanas hembras.
“Diariamente nosotros realizamos trabajos de vigilancia, control y concientización sobre la conservación y el respeto hacia estos animales silvestres que abundan en el departamento. Recientemente incautamos 49 huevos de tortuga hicotea en la trocha ‘El Tarullal’, por el Vivero Departamental del Cesar”, comentó Dita.
En el caso de la tortuga hicotea, los cazadores furtivos queman grandes extensiones de terreno para hacer salir a esta especie debido a que en esta temporada de verano suelen cavar en la tierra en busca de zonas húmedas y a la espera de que regresen las lluvias, según el biólogo de fauna silvestre, Mario González.
De acuerdo con el experto, al igual que con las iguanas la temporada de cuaresma y Semana Santa coincide con las épocas de desove de las tortugas de agua y de tierra. Por esto su cacería afecta el ciclo reproductivo de la especie, causando así su disminución poblacional.
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“Los cazadores asesinan a tortugas hicoteas tanto jóvenes como adultas. Esto también influye en el desarrollo morfológico de la especie porque hay estudios que han comprobado que el tamaño de las hembras ha ido en disminución. Debido a esto el número de huevos en cada postura es inferior al normal, por lo que se reduce la población”, comentó González.
De acuerdo con el chef Felipe Hurtado, la forma en la que es cocinada la tortuga hicotea y el morrocoy son más “sanguinarias” que la misma muerte que le puede dar un cazador. Comentó que a muchos restaurantes de carretera y restaurantes de comida criolla del Cesar estos animales en peligro de extinción llegan inconscientes y es la cocina donde tienen una “espantosa” muerte en el fogón.
“Hay tortugas que llegan a la cocina moribundas, así que el proceso para cocinarlas en algunos casos se realiza estando ellas vivas. Es una muerte lenta y dolorosa que tiene el animal porque se les cortan las patas traseras y delanteras para que sea más sencillo perforar el caparazón que es muy duro y así desprenderlo del cuerpo del animal para extraer la carne”, manifestó Hurtado.
Aseveró que hay muchas formas de cocinar tortuga. Una de estas es hervir agua en una olla y depositar el animal en el recipiente una vez que el líquido este hirviendo para ablandar su carne. Así mismo señaló que la preparación tiene que ser precisa para que el animal quede bien cocido. Agregó que en su caso particular no cocina tortugas porque para él es una “práctica un tanto salvaje”.
De acuerdo con el jefe del grupo de Protección Ambiental y Ecológica del departamento del Cesar, la guartinaja y el conejo son roedores silvestres que también son cazados y altamente consumidos en la Cuaresma y Semana Santa en el Cesar.
La guartinaja es un mamífero roedor de tipo nocturno que duerme de día y solo sale a comer de noche, vive en cuevas hechas en la tierra o en troncos secos de árboles caídos. Tienen una cría por parto y cuando son adultas miden de sesenta a noventa centímetros, llegan a pesar hasta más de 13 kilogramos.
Este animal es preparado en guisos en sumo de coco, viuda de guartinaja, frita o rellena. De igual forma la carne blanca del conejo por ser firme y de poca grasa también es apetecida durante estos días santos. Sus presentaciones culinarias son conejo al ajillo, arroz con conejo, conejo guisado, entre otros.
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De acuerdo con González, la población ha arraigado en su cultura la caza indiscriminada de estos roedores y reptiles debido a que las creencias populares establecían que la carne blanca de estos animales daba “vitalidad, estatus económico y en Semana Santa no se caía en pecado si se consumía”.
Según el intendente Dita, el tráfico de aves silvestres también se presenta en esta temporada. Aseveró que en la vía Valledupar–La Paz se incautaron dos guacamayas, nueve pericos verdes y tres cotorras carisucias. Por otro lado, el grupo de carabineros de la Policía Cesar incautó 14 iguanas en la entrada a Valledupar en el sector de ‘Los Cauchos‘. Así mismo, la Policía Nacional en Pueblo Bello incautó 17 iguanas.
De acuerdo con la Policía Nacional, hasta la fecha se han incautado 262 animales silvestres entre los cuales están: 74 Tortuga; 93 Iguanas; 20 pericos; 30 canarios; 14 cotorras; 27 toches y 4 Guacamayas. Según el ente de control estas incautaciones se realizaron en los municipios de Valledupar, Bosconi , El Copey, Aguachica , La Jagüa de Ibirico y Becerril. Así mismo, 13 personas fueron capturadas por el delito de “aprovechamiento ilícito de los recursos naturales”, establecido en el artículo 328 del Código.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN.
La tradición de no comer carne roja durante la Semana Santa pone en peligro a animales silvestres como la iguana, morrocoy, la hicotea, entre otras especies que son cazadas indiscriminadamente por su carne blanca, apetecida en la cocina cesarense.
Animales silvestres como la iguana, la tortuga hicotea, la guartinaja, entre otras especies, son cazadas ilegalmente en el departamento del Cesar con mayor incidencia para esta temporada de Semana Santa. La creencia religiosa de no consumir carne roja durante esta celebración pone en peligro a dichos animales que son asesinados por su carne blanca, muy apetecida por un alto porcentaje de cesarenses.
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De acuerdo con el intendente Oscar Dita, jefe del grupo de Protección Ambiental y Ecológica del departamento del Cesar, la iguana y la tortuga hicotea son dos de los animales silvestres del departamento más cazados durante esta temporada. Esto se debe a que a las iguanas se aparean a finales del año y desovan en las fechas de Semana Santa, específicamente entre marzo y abril.
Debido a lo anterior la especie se desplaza por la vegetación buscando un lugar de reposo para sus huevos. Esta necesidad es aprovechada por cazadores clandestinos para atraparlas, extraer sus huevos y en algunas ocasiones llenarles el vientre con piedras y coserlas, una práctica inhumana que provoca la muerte por infección en las iguanas hembras.
“Diariamente nosotros realizamos trabajos de vigilancia, control y concientización sobre la conservación y el respeto hacia estos animales silvestres que abundan en el departamento. Recientemente incautamos 49 huevos de tortuga hicotea en la trocha ‘El Tarullal’, por el Vivero Departamental del Cesar”, comentó Dita.
En el caso de la tortuga hicotea, los cazadores furtivos queman grandes extensiones de terreno para hacer salir a esta especie debido a que en esta temporada de verano suelen cavar en la tierra en busca de zonas húmedas y a la espera de que regresen las lluvias, según el biólogo de fauna silvestre, Mario González.
De acuerdo con el experto, al igual que con las iguanas la temporada de cuaresma y Semana Santa coincide con las épocas de desove de las tortugas de agua y de tierra. Por esto su cacería afecta el ciclo reproductivo de la especie, causando así su disminución poblacional.
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“Los cazadores asesinan a tortugas hicoteas tanto jóvenes como adultas. Esto también influye en el desarrollo morfológico de la especie porque hay estudios que han comprobado que el tamaño de las hembras ha ido en disminución. Debido a esto el número de huevos en cada postura es inferior al normal, por lo que se reduce la población”, comentó González.
De acuerdo con el chef Felipe Hurtado, la forma en la que es cocinada la tortuga hicotea y el morrocoy son más “sanguinarias” que la misma muerte que le puede dar un cazador. Comentó que a muchos restaurantes de carretera y restaurantes de comida criolla del Cesar estos animales en peligro de extinción llegan inconscientes y es la cocina donde tienen una “espantosa” muerte en el fogón.
“Hay tortugas que llegan a la cocina moribundas, así que el proceso para cocinarlas en algunos casos se realiza estando ellas vivas. Es una muerte lenta y dolorosa que tiene el animal porque se les cortan las patas traseras y delanteras para que sea más sencillo perforar el caparazón que es muy duro y así desprenderlo del cuerpo del animal para extraer la carne”, manifestó Hurtado.
Aseveró que hay muchas formas de cocinar tortuga. Una de estas es hervir agua en una olla y depositar el animal en el recipiente una vez que el líquido este hirviendo para ablandar su carne. Así mismo señaló que la preparación tiene que ser precisa para que el animal quede bien cocido. Agregó que en su caso particular no cocina tortugas porque para él es una “práctica un tanto salvaje”.
De acuerdo con el jefe del grupo de Protección Ambiental y Ecológica del departamento del Cesar, la guartinaja y el conejo son roedores silvestres que también son cazados y altamente consumidos en la Cuaresma y Semana Santa en el Cesar.
La guartinaja es un mamífero roedor de tipo nocturno que duerme de día y solo sale a comer de noche, vive en cuevas hechas en la tierra o en troncos secos de árboles caídos. Tienen una cría por parto y cuando son adultas miden de sesenta a noventa centímetros, llegan a pesar hasta más de 13 kilogramos.
Este animal es preparado en guisos en sumo de coco, viuda de guartinaja, frita o rellena. De igual forma la carne blanca del conejo por ser firme y de poca grasa también es apetecida durante estos días santos. Sus presentaciones culinarias son conejo al ajillo, arroz con conejo, conejo guisado, entre otros.
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De acuerdo con González, la población ha arraigado en su cultura la caza indiscriminada de estos roedores y reptiles debido a que las creencias populares establecían que la carne blanca de estos animales daba “vitalidad, estatus económico y en Semana Santa no se caía en pecado si se consumía”.
Según el intendente Dita, el tráfico de aves silvestres también se presenta en esta temporada. Aseveró que en la vía Valledupar–La Paz se incautaron dos guacamayas, nueve pericos verdes y tres cotorras carisucias. Por otro lado, el grupo de carabineros de la Policía Cesar incautó 14 iguanas en la entrada a Valledupar en el sector de ‘Los Cauchos‘. Así mismo, la Policía Nacional en Pueblo Bello incautó 17 iguanas.
De acuerdo con la Policía Nacional, hasta la fecha se han incautado 262 animales silvestres entre los cuales están: 74 Tortuga; 93 Iguanas; 20 pericos; 30 canarios; 14 cotorras; 27 toches y 4 Guacamayas. Según el ente de control estas incautaciones se realizaron en los municipios de Valledupar, Bosconi , El Copey, Aguachica , La Jagüa de Ibirico y Becerril. Así mismo, 13 personas fueron capturadas por el delito de “aprovechamiento ilícito de los recursos naturales”, establecido en el artículo 328 del Código.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN.