Al menos 98 familias de este sector del oriente de Valledupar están en riesgo ante las crecientes del río Guatapurí.
El olor a porqueriza es inevitable, tampoco el temor a una creciente súbita o en el peor de los casos a una avalancha, producto de la fiereza del río Guatapurí. Don Armando Molina Sarmiento vive en el sector de Zapato en Mano, a orillas de la arteria fluvial que en los últimos días amenaza con desbordarse.
El hombre de 57 años no disimula su angustia, pero asegura aprendió a convivir con el ronquido de las aguas que en horas nocturnas son cómplices del silencio. Teme que lo que ha construido durante 32 años sea devorado por la naturaleza. “Uno está aquí a lo que Dios quiera, no le tengo miedo al río, pero sí respeto”.
Su casa está construida en tablas, al lado de una porqueriza, donde se confunde el intenso olor al que ya se acostumbró en medio de la pocilga, convertida en su principal fuente de trabajo. Al lado de sus tres hijos y cuatro nietos, la vivienda del hombre de pinta campesina es tal vez el primer blanco ante cualquier arremetida del río Guatapurí.
Sus noches son alimentadas por la incertidumbre, teme lo peor después de la noche del pasado 6 de mayo, cuando la furia de las aguas se ensanchó y amenazó con desbordarse, como queriendo arremeter en forma de avalancha.
Más allá de su angustia, don Armando Molina se resignó a ponerse en manos de Dios. Aprendió a convivir con el ruido desbordado de las turbias aguas que cruzan a diez metros de su inmueble.
Como él, al menos 98 familias de Zapato en Mano están en riesgo de ser víctimas de cualquier creciente que se presente. Las noches de desvelo tienen un centinela propio: el ladrido de los perros amortiguan el estruendo ruido de las aguas furibundas que por estos días son más intensas debido a la temporada de lluvias.
“Aquí vino el alcalde y se fue enseguida, nosotros tuvimos que echar quince volteos de arenas para que el río no se desbordara, pero hay gente que nos está perjudicando, hay un fiscal que taponó un brazo del río y lo desvió para el sector de Zapato en Mano, por eso estamos en riesgo”, advirtió.
El presidente de la Junta de Acción Comunal del sector, Justo Enrique Mejía Ballesteros, dijo que el riesgo está es en la compuerta. “Yo se lo advertí al exalcalde Freddy Socarrás y no hizo nada para ayudarnos, fuimos a Corpocesar porque no daban el permiso para engavionar una parte del río, esta es una alerta que estamos enviando a las autoridades para que eviten una tragedia”, expresó.
El líder comunal recordó que más de 30 familias fueron reubicadas en sectores como Populandia, Ciudadela 450 Años, Nando Marín, Lorenzo Morales, pero no ha habido soluciones para acabar con la invasión.
“Aquí nada hacen con reubicar a 30 familias si se meten 50 más, estamos a la voluntad de Dios. El alcalde debe apersonarse de la situación de riesgo en la que están los habitantes de la margen derecha del río Guatapurí, aquí puede suceder una tragedia”, advirtió Mejía Ballesteros.
La mayoría de las viviendas en Zapato en Mano están construidas en tabla y bahareque, otras están diseñadas en una estructura de material, sin embargo están a merced de la naturaleza. La alerta roja del sábado anterior es un campanazo, por eso las noches no son iguales para las familias que habitan en ese sector.
Unos cultivos de maíz le coquetean a la tragedia. Se mueven al compás de la fuerte brisa, no pueden disimular su suerte: el agua en su vaivén frota sus raíces como advirtiendo que serán devorados por la fuerte corriente.
“Mire esos cultivos están peligrando, los gaviones pasaban por la mitad del río, pero todo eso se lo llevó la fuerte corriente, necesitamos urgentemente la presencia del alcalde para que se apersone del peligro en que estamos, ya hay agua que se está filtrando y en cualquier momento el río se puede desbordar. El sábado pasado estuvo a dos cuartas de desbordarse a la altura de la compuerta; los gaviones construidos hace 25 años desparecieron literalmente, lo que queremos es que los reconstruyan y que envíen unas retroexcavadoras para que hagan un sistema de canalización porque es primera vez que afrontamos una situación como estas”, dijo José Rodríguez, habitante de Zapato en Mano.
En la misma situación se encuentra el resto de las comunidades asentadas en la margen derecha del río Guatapurí, tales como El Paraíso, Pescaíto, Nueve de Marzo, entre otras.
Desde el sábado anterior las autoridades y los organismos de socorro en Valledupar se encuentran en alerta a raíz de una fuerte creciente registrada en la parte alta del río Guatapurí.
Sobre este hecho, el gobernador kankuamo, Jaime Arias, indicó que “al parecer hubo una avalancha en la parte alta del rio”. La oficina de Gestión del Riesgo dio la orden de evacuación y de seguir las instrucciones de los cuerpos de socorros.
Sobre la situación actual que se registra en la cuenca del río Guatapurí, el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo, CMGRD, está atento y activó las alarmas del sistema de atención del riesgo, ante cualquier situación que pueda presentarse como consecuencia de la primera temporada de lluvias que se registran en la región.
Debido a las fuertes precipitaciones en inmediaciones que se dieron en Sierra Nevada de Santa Marta, se originó una creciente súbita que, según reporte, aumentó su caudal aproximadamente en los últimos días.
La Oficina de Gestión del Riesgo de Desastre Municipal activó las alarmas, se instaló el Puesto de Mando Unificado, PMU, en el Balneario Hurtado, para tomar medidas de prevención ante cualquier emergencia natural.
El organismo también realiza vigilancia a las cuencas hidrográficas y monitorea los corregimientos de Chemesquemena, Guatapurí y Atánquez, con el fin de implementar acciones de alistamiento y preparación en esta época del año; así mismo se está en alerta al proceso de sedimentación y material vegetal dispuestos en estos afluentes y reducir el riesgo de posibles inundaciones o deslizamientos en esta zona.
La Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres Municipal hace un llamado a la ciudadanía para que evite bañarse por estos días en el río Guatapurí, en zonas de riesgo de inundación y deslizamiento, para evitar situaciones lamentables.
Sobre los riesgos que existen en la principal arteria fluvial del departamento del Cesar, el secretario de planeación municipal, Aníbal Quiroz Monsalvo, dijo que “en el reciente Consejo de Gobierno recibimos la directriz por parte del alcalde Augusto Ramírez Uhía para oficiar al Director Nacional de Gestión de Riesgo para que venga a Valledupar y evaluar el tema de la margen derecha y sus riesgos”.
El jefe de la cartera de planeación dijo que “los gaviones que construyó Corpocesar operaron de una manera efectiva, también las compuertas de la acequia que baja por la carrera tercera construida por DPA. Hay que poner en marcha lo más pronto posible un proyecto de mitigación y reubicación de las familias que están en riesgo en la margen derecha”.
A más de tres metros subió el nivel del río Guatapurí debido a los aguaceros registrados en los últimos días.
El Ideam advierte que gran parte del país está en riesgo de deslizamientos debido a posibles crecientes súbitas en ríos y quebradas. Así se desprende de los recientes informes climáticos que entregó el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) en los que anuncia lluvias en la mayor parte del país, según publicó Pulzo.
Estas lluvias también azotarán, aunque con menor intensidad, zonas de Cesar, Antioquia, los Santanderes, Altiplano Cundiboyacense, Córdoba, Bolívar y montañas de Valle del Cauca, Cauca y Nariño.
Según Pulzo, el Ideam pronostica que las horas de mayor consideración para estas precipitaciones están entre la noche y la madrugada, y que es ahí en donde hay que estar alerta y monitoreando los cauces para anticiparse a un posible desbordamiento.
El presidente Juan Manuel Santos, por su parte, anunció que para la temporada de invierno “no van a ser lluvias anormales por lo intensas, pero tenemos que estar alertas porque se ha acumulado mucha humedad, y hay cerca de 400 municipios en el país que tienen algún tipo de alerta por deslizamientos”.
Por último, el mandatario dijo que de acuerdo al pronóstico “las lluvias van a persistir: mayo es de lluvias y a comienzos de junio también va a haber lluvias. Por eso es necesario siempre seguir las instrucciones de las autoridades”.
Ante este precipitado panorama climático que se avecina, autoridades y organismos de socorro aseguran que todos los sistemas de alerta y atención a puntos críticos del país están activados para evitar nuevas tragedias, como las que han dejado más de 300 muertos en poco más de un meses.
La Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres Municipal hace un llamado a la ciudadanía para que evite bañarse por estos días en el río Guatapurí, en zonas de riesgo de inundación y deslizamiento.
En la misma situación de riesgo se encuentra el resto de las comunidades asentadas en la margen derecha del río Guatapurí, tales como El Paraíso, Pescaíto, Nueve de Marzo, entre otras.
Nibaldo Bustamante/EL PILÓN
Al menos 98 familias de este sector del oriente de Valledupar están en riesgo ante las crecientes del río Guatapurí.
El olor a porqueriza es inevitable, tampoco el temor a una creciente súbita o en el peor de los casos a una avalancha, producto de la fiereza del río Guatapurí. Don Armando Molina Sarmiento vive en el sector de Zapato en Mano, a orillas de la arteria fluvial que en los últimos días amenaza con desbordarse.
El hombre de 57 años no disimula su angustia, pero asegura aprendió a convivir con el ronquido de las aguas que en horas nocturnas son cómplices del silencio. Teme que lo que ha construido durante 32 años sea devorado por la naturaleza. “Uno está aquí a lo que Dios quiera, no le tengo miedo al río, pero sí respeto”.
Su casa está construida en tablas, al lado de una porqueriza, donde se confunde el intenso olor al que ya se acostumbró en medio de la pocilga, convertida en su principal fuente de trabajo. Al lado de sus tres hijos y cuatro nietos, la vivienda del hombre de pinta campesina es tal vez el primer blanco ante cualquier arremetida del río Guatapurí.
Sus noches son alimentadas por la incertidumbre, teme lo peor después de la noche del pasado 6 de mayo, cuando la furia de las aguas se ensanchó y amenazó con desbordarse, como queriendo arremeter en forma de avalancha.
Más allá de su angustia, don Armando Molina se resignó a ponerse en manos de Dios. Aprendió a convivir con el ruido desbordado de las turbias aguas que cruzan a diez metros de su inmueble.
Como él, al menos 98 familias de Zapato en Mano están en riesgo de ser víctimas de cualquier creciente que se presente. Las noches de desvelo tienen un centinela propio: el ladrido de los perros amortiguan el estruendo ruido de las aguas furibundas que por estos días son más intensas debido a la temporada de lluvias.
“Aquí vino el alcalde y se fue enseguida, nosotros tuvimos que echar quince volteos de arenas para que el río no se desbordara, pero hay gente que nos está perjudicando, hay un fiscal que taponó un brazo del río y lo desvió para el sector de Zapato en Mano, por eso estamos en riesgo”, advirtió.
El presidente de la Junta de Acción Comunal del sector, Justo Enrique Mejía Ballesteros, dijo que el riesgo está es en la compuerta. “Yo se lo advertí al exalcalde Freddy Socarrás y no hizo nada para ayudarnos, fuimos a Corpocesar porque no daban el permiso para engavionar una parte del río, esta es una alerta que estamos enviando a las autoridades para que eviten una tragedia”, expresó.
El líder comunal recordó que más de 30 familias fueron reubicadas en sectores como Populandia, Ciudadela 450 Años, Nando Marín, Lorenzo Morales, pero no ha habido soluciones para acabar con la invasión.
“Aquí nada hacen con reubicar a 30 familias si se meten 50 más, estamos a la voluntad de Dios. El alcalde debe apersonarse de la situación de riesgo en la que están los habitantes de la margen derecha del río Guatapurí, aquí puede suceder una tragedia”, advirtió Mejía Ballesteros.
La mayoría de las viviendas en Zapato en Mano están construidas en tabla y bahareque, otras están diseñadas en una estructura de material, sin embargo están a merced de la naturaleza. La alerta roja del sábado anterior es un campanazo, por eso las noches no son iguales para las familias que habitan en ese sector.
Unos cultivos de maíz le coquetean a la tragedia. Se mueven al compás de la fuerte brisa, no pueden disimular su suerte: el agua en su vaivén frota sus raíces como advirtiendo que serán devorados por la fuerte corriente.
“Mire esos cultivos están peligrando, los gaviones pasaban por la mitad del río, pero todo eso se lo llevó la fuerte corriente, necesitamos urgentemente la presencia del alcalde para que se apersone del peligro en que estamos, ya hay agua que se está filtrando y en cualquier momento el río se puede desbordar. El sábado pasado estuvo a dos cuartas de desbordarse a la altura de la compuerta; los gaviones construidos hace 25 años desparecieron literalmente, lo que queremos es que los reconstruyan y que envíen unas retroexcavadoras para que hagan un sistema de canalización porque es primera vez que afrontamos una situación como estas”, dijo José Rodríguez, habitante de Zapato en Mano.
En la misma situación se encuentra el resto de las comunidades asentadas en la margen derecha del río Guatapurí, tales como El Paraíso, Pescaíto, Nueve de Marzo, entre otras.
Desde el sábado anterior las autoridades y los organismos de socorro en Valledupar se encuentran en alerta a raíz de una fuerte creciente registrada en la parte alta del río Guatapurí.
Sobre este hecho, el gobernador kankuamo, Jaime Arias, indicó que “al parecer hubo una avalancha en la parte alta del rio”. La oficina de Gestión del Riesgo dio la orden de evacuación y de seguir las instrucciones de los cuerpos de socorros.
Sobre la situación actual que se registra en la cuenca del río Guatapurí, el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo, CMGRD, está atento y activó las alarmas del sistema de atención del riesgo, ante cualquier situación que pueda presentarse como consecuencia de la primera temporada de lluvias que se registran en la región.
Debido a las fuertes precipitaciones en inmediaciones que se dieron en Sierra Nevada de Santa Marta, se originó una creciente súbita que, según reporte, aumentó su caudal aproximadamente en los últimos días.
La Oficina de Gestión del Riesgo de Desastre Municipal activó las alarmas, se instaló el Puesto de Mando Unificado, PMU, en el Balneario Hurtado, para tomar medidas de prevención ante cualquier emergencia natural.
El organismo también realiza vigilancia a las cuencas hidrográficas y monitorea los corregimientos de Chemesquemena, Guatapurí y Atánquez, con el fin de implementar acciones de alistamiento y preparación en esta época del año; así mismo se está en alerta al proceso de sedimentación y material vegetal dispuestos en estos afluentes y reducir el riesgo de posibles inundaciones o deslizamientos en esta zona.
La Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres Municipal hace un llamado a la ciudadanía para que evite bañarse por estos días en el río Guatapurí, en zonas de riesgo de inundación y deslizamiento, para evitar situaciones lamentables.
Sobre los riesgos que existen en la principal arteria fluvial del departamento del Cesar, el secretario de planeación municipal, Aníbal Quiroz Monsalvo, dijo que “en el reciente Consejo de Gobierno recibimos la directriz por parte del alcalde Augusto Ramírez Uhía para oficiar al Director Nacional de Gestión de Riesgo para que venga a Valledupar y evaluar el tema de la margen derecha y sus riesgos”.
El jefe de la cartera de planeación dijo que “los gaviones que construyó Corpocesar operaron de una manera efectiva, también las compuertas de la acequia que baja por la carrera tercera construida por DPA. Hay que poner en marcha lo más pronto posible un proyecto de mitigación y reubicación de las familias que están en riesgo en la margen derecha”.
A más de tres metros subió el nivel del río Guatapurí debido a los aguaceros registrados en los últimos días.
El Ideam advierte que gran parte del país está en riesgo de deslizamientos debido a posibles crecientes súbitas en ríos y quebradas. Así se desprende de los recientes informes climáticos que entregó el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) en los que anuncia lluvias en la mayor parte del país, según publicó Pulzo.
Estas lluvias también azotarán, aunque con menor intensidad, zonas de Cesar, Antioquia, los Santanderes, Altiplano Cundiboyacense, Córdoba, Bolívar y montañas de Valle del Cauca, Cauca y Nariño.
Según Pulzo, el Ideam pronostica que las horas de mayor consideración para estas precipitaciones están entre la noche y la madrugada, y que es ahí en donde hay que estar alerta y monitoreando los cauces para anticiparse a un posible desbordamiento.
El presidente Juan Manuel Santos, por su parte, anunció que para la temporada de invierno “no van a ser lluvias anormales por lo intensas, pero tenemos que estar alertas porque se ha acumulado mucha humedad, y hay cerca de 400 municipios en el país que tienen algún tipo de alerta por deslizamientos”.
Por último, el mandatario dijo que de acuerdo al pronóstico “las lluvias van a persistir: mayo es de lluvias y a comienzos de junio también va a haber lluvias. Por eso es necesario siempre seguir las instrucciones de las autoridades”.
Ante este precipitado panorama climático que se avecina, autoridades y organismos de socorro aseguran que todos los sistemas de alerta y atención a puntos críticos del país están activados para evitar nuevas tragedias, como las que han dejado más de 300 muertos en poco más de un meses.
La Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres Municipal hace un llamado a la ciudadanía para que evite bañarse por estos días en el río Guatapurí, en zonas de riesgo de inundación y deslizamiento.
En la misma situación de riesgo se encuentra el resto de las comunidades asentadas en la margen derecha del río Guatapurí, tales como El Paraíso, Pescaíto, Nueve de Marzo, entre otras.
Nibaldo Bustamante/EL PILÓN