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Cultura - 19 noviembre, 2024

Tierra Quebrá: un canto a la nostalgia del Caribe

'Tierra Quebrá', dirigida por Nina Marín, acaba de recibir el Colibrí de Oro en Venezuela, reconociendo a Amelia como Mejor Actriz.

"Tierra Quebrá" es mucho más que una historia en blanco y negro; es el retrato de una mujer rota que se aferra a su dolor para sobrevivir.
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Aún recuerdo a Amelia Álvarez como esa niña inquieta y soñadora con la que crecí en Cerrejón, en La Guajira, donde compartimos más que juegos y amistades: compartimos sueños. Desde entonces, ya le gustaba actuar, y ahora verla en la gran pantalla en Madrid, dándole vida a Manuela en Tierra Quebrá“, es algo que me llena de orgullo y emoción. Esta película, dirigida con una sensibilidad única por Nina Marín, acaba de recibir el Colibrí de Oro en Venezuela, reconociendo a Amelia como Mejor Actriz y a Pablo Martínez por el Mejor Diseño Sonoro. Es un triunfo no solo para ellos, sino también para el Caribe que llevamos en el corazón.

Tierra Quebrá” es mucho más que una historia en blanco y negro; es el retrato de una mujer rota que se aferra a su dolor para sobrevivir, un viaje oscuro y emotivo que respira a través de la interpretación de Amelia, quien, como Manuela, se convierte en símbolo de la resiliencia de nuestras mujeres. Nina Marín, con una maestría inusual, decidió prescindir del color, una elección que resalta la pérdida de Manuela: una madre que siente cómo el mundo se le escapa, como si cada sombra en pantalla fuera un pedazo de su alma que se desvanece.

Lee también: ‘Tierra Quebrá’, ganadora en el X Festival Internacional de Cine en las Montañas

La película captura el Caribe más profundo, no el de la alegría estereotipada, sino el de la nostalgia, donde el realismo mágico se convierte en una forma de procesar el duelo y de convivir con los muertos. “A los muertos hay que enterrarlos con los pies hacia fuera, para que el alma encuentre su camino”, dicen los ancianos de nuestra tierra, y es ese tipo de sabiduría el que habita esta historia.

Lo maravilloso es cómo esta película encuentra su voz en el sonido y la música, acompañando cada escena con ritmos de bullerengue, ese vallenato ancestral que nace en el sur del Cesar. La música, creada especialmente para la película, se vuelve como una raíz que se adentra en la tierra seca y quebrada, resonando con el eco de un tambor que no solo marca el tiempo, sino también el latido de una historia que se siente tan propia. En “Tierra Quebrá” cada golpe de tambor y cada silencio nos llevan por un Caribe menos conocido, uno donde los espíritus y la realidad se entrelazan en una melodía única.

Al ver a Amelia interpretar a Manuela, siento una conexión especial, casi íntima, como si cada gesto y cada palabra suya en pantalla refleja no solo el dolor de su personaje, sino también la historia de nuestras mujeres, esas que sobreviven, que siguen adelante aunque el peso sea casi insoportable. Nina nos regala en esta película un universo donde las mujeres son el pilar fundamental, y en ese mundo, el hombre queda en segundo plano, mientras la mística femenina sostiene cada aspecto de la trama, desde el dolor hasta la esperanza.

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Una publicación compartida de TheActorsHome (hosted by Luci Lenox & team) (@theactorshome)

La película es una obra que evoca las historias macondianas que escuchamos de niños, donde la magia y la tragedia van de la mano. Cada escena, cada paisaje desolado, es tan real que se vuelve atemporal, un retrato de Colombia y Latinoamérica que trasciende fronteras. Nos recuerda que, aunque la violencia y el dolor pueden tomar distintas formas, la pérdida es universal. Esta película, que nace de un cine tan elemental como profundo, es una historia que no sólo toca, sino que permanece en el alma, como un recuerdo compartido.

Amelia, crecimos juntas en Cerrejón, en la Guajira. Desde que éramos niñas, siempre te gustó actuar. ¿Recuerdas algún momento en especial de esa época en el que supieras que actuar sería tu destino? 

Actuar llegó en mi adolescencia, de pequeña era más el baile y estar en el escenario, las artes escénicas fueron parte de mi identidad desde que tengo memoria. Patinaje artístico, cualquier ‘show’ que hicieran en el colegio o en la comunidad yo quería estar ahí de primeras y siempre lo estaba por supuesto.

¿Qué sentiste al interpretar a Manuela en Tierra Quebrá? ¿Cómo te preparaste para conectar con un papel tan intenso?

Me sentí siempre muy a gusto con Manuela, muy conectada a pesar de lo diferentes que podríamos llegar a ser. Lo que ella siente es universal y me encanto poder explorar ese duelo, la incertidumbre y lucha de la mujer colombiana.  La fuimos descubriendo junto a Nina desde los ensayos, mucho trabajo con los otros actores, trabajamos también en la voz, en el acento y por supuesto ayuda mucho la ropa y trabajar en locación.

La película explora la pérdida ¿Cómo fue trabajar en una historia que trata temas tan profundos y dolorosos, y cómo fue guiada por la visión de Nina Marín?

Sociológicamente perder un hijo es lo más fuerte que le puede pasar a un ser humano, exploré todo lo que pude en mí con ayuda de Nina para encontrar y entender el dolor y la pérdida a tal nivel, trabajé con relaciones personales y experiencias de familiares y personas que me rodeaban.

En las escenas más fuertes hacíamos una preparación con Nina justo antes de rodar, para entrar en el estado emocional de Manuela. Y luego hay que estar muy concentrada y expresar lo que se ha encontrado.

¿Cuál ha sido el mayor reto que has enfrentado como actriz en una industria que aún es tan masculina?

El reto de casi todas que creo que ha mejorado en los últimos años y es que haya más personajes femeninos interesantes, me parece importante para ello que haya más mujeres en todo el proceso, más guionistas, directoras, productoras, etc.

Tierra Quebrá ha sido un éxito. ¿Cómo esperas que este reconocimiento impacte tu carrera y los próximos proyectos?

Ya con que la película sea muy buena a mí me basta, me siento muy orgullosa de ella y de lo que ha logrado, ella se está abriendo camino y la verán los que la tienen que ver. Por supuesto para mí ha sido increíble que amigos y conocidos puedan ver mi trabajo, es una gran manera de que me conozcan y sepan lo que puedo hacer.

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¿Qué sueños tienes para el futuro? ¿Algún tipo de personaje que te gustaría interpretar?

El principal sueño es seguir actuando, cada vez en proyectos más grandes, me encantaría poder seguir haciendo buen cine y explorar personajes de peso como Manuela. Y en algún momento producir y dirigir algo propio.

¿Cómo es tu proceso de preparación para un personaje? ¿Tienes alguna rutina o método especial?

Sí hay calentamientos que hago casi siempre, pero cada personaje pide alguna preparación diferente. Se hace un trabajo de análisis de escena y personaje previo y luego hay muchos ejercicios que te ayudan a entrar en el personaje y en la escena, como escuchar ciertas canciones.

Para los lectores que sueñan con ser actores, ¿qué consejo les darías?

Estudiar, prepararse y persistir. Es lo más importante, encontrar tu lugar en la industria y para ello es clave que seas tú, que seas auténtico y le saques provecho a eso.

Por: Brenda Barbosa .

Cultura
19 noviembre, 2024

Tierra Quebrá: un canto a la nostalgia del Caribe

'Tierra Quebrá', dirigida por Nina Marín, acaba de recibir el Colibrí de Oro en Venezuela, reconociendo a Amelia como Mejor Actriz.


"Tierra Quebrá" es mucho más que una historia en blanco y negro; es el retrato de una mujer rota que se aferra a su dolor para sobrevivir.
Boton Wpp

Aún recuerdo a Amelia Álvarez como esa niña inquieta y soñadora con la que crecí en Cerrejón, en La Guajira, donde compartimos más que juegos y amistades: compartimos sueños. Desde entonces, ya le gustaba actuar, y ahora verla en la gran pantalla en Madrid, dándole vida a Manuela en Tierra Quebrá“, es algo que me llena de orgullo y emoción. Esta película, dirigida con una sensibilidad única por Nina Marín, acaba de recibir el Colibrí de Oro en Venezuela, reconociendo a Amelia como Mejor Actriz y a Pablo Martínez por el Mejor Diseño Sonoro. Es un triunfo no solo para ellos, sino también para el Caribe que llevamos en el corazón.

Tierra Quebrá” es mucho más que una historia en blanco y negro; es el retrato de una mujer rota que se aferra a su dolor para sobrevivir, un viaje oscuro y emotivo que respira a través de la interpretación de Amelia, quien, como Manuela, se convierte en símbolo de la resiliencia de nuestras mujeres. Nina Marín, con una maestría inusual, decidió prescindir del color, una elección que resalta la pérdida de Manuela: una madre que siente cómo el mundo se le escapa, como si cada sombra en pantalla fuera un pedazo de su alma que se desvanece.

Lee también: ‘Tierra Quebrá’, ganadora en el X Festival Internacional de Cine en las Montañas

La película captura el Caribe más profundo, no el de la alegría estereotipada, sino el de la nostalgia, donde el realismo mágico se convierte en una forma de procesar el duelo y de convivir con los muertos. “A los muertos hay que enterrarlos con los pies hacia fuera, para que el alma encuentre su camino”, dicen los ancianos de nuestra tierra, y es ese tipo de sabiduría el que habita esta historia.

Lo maravilloso es cómo esta película encuentra su voz en el sonido y la música, acompañando cada escena con ritmos de bullerengue, ese vallenato ancestral que nace en el sur del Cesar. La música, creada especialmente para la película, se vuelve como una raíz que se adentra en la tierra seca y quebrada, resonando con el eco de un tambor que no solo marca el tiempo, sino también el latido de una historia que se siente tan propia. En “Tierra Quebrá” cada golpe de tambor y cada silencio nos llevan por un Caribe menos conocido, uno donde los espíritus y la realidad se entrelazan en una melodía única.

Al ver a Amelia interpretar a Manuela, siento una conexión especial, casi íntima, como si cada gesto y cada palabra suya en pantalla refleja no solo el dolor de su personaje, sino también la historia de nuestras mujeres, esas que sobreviven, que siguen adelante aunque el peso sea casi insoportable. Nina nos regala en esta película un universo donde las mujeres son el pilar fundamental, y en ese mundo, el hombre queda en segundo plano, mientras la mística femenina sostiene cada aspecto de la trama, desde el dolor hasta la esperanza.

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La película es una obra que evoca las historias macondianas que escuchamos de niños, donde la magia y la tragedia van de la mano. Cada escena, cada paisaje desolado, es tan real que se vuelve atemporal, un retrato de Colombia y Latinoamérica que trasciende fronteras. Nos recuerda que, aunque la violencia y el dolor pueden tomar distintas formas, la pérdida es universal. Esta película, que nace de un cine tan elemental como profundo, es una historia que no sólo toca, sino que permanece en el alma, como un recuerdo compartido.

Amelia, crecimos juntas en Cerrejón, en la Guajira. Desde que éramos niñas, siempre te gustó actuar. ¿Recuerdas algún momento en especial de esa época en el que supieras que actuar sería tu destino? 

Actuar llegó en mi adolescencia, de pequeña era más el baile y estar en el escenario, las artes escénicas fueron parte de mi identidad desde que tengo memoria. Patinaje artístico, cualquier ‘show’ que hicieran en el colegio o en la comunidad yo quería estar ahí de primeras y siempre lo estaba por supuesto.

¿Qué sentiste al interpretar a Manuela en Tierra Quebrá? ¿Cómo te preparaste para conectar con un papel tan intenso?

Me sentí siempre muy a gusto con Manuela, muy conectada a pesar de lo diferentes que podríamos llegar a ser. Lo que ella siente es universal y me encanto poder explorar ese duelo, la incertidumbre y lucha de la mujer colombiana.  La fuimos descubriendo junto a Nina desde los ensayos, mucho trabajo con los otros actores, trabajamos también en la voz, en el acento y por supuesto ayuda mucho la ropa y trabajar en locación.

La película explora la pérdida ¿Cómo fue trabajar en una historia que trata temas tan profundos y dolorosos, y cómo fue guiada por la visión de Nina Marín?

Sociológicamente perder un hijo es lo más fuerte que le puede pasar a un ser humano, exploré todo lo que pude en mí con ayuda de Nina para encontrar y entender el dolor y la pérdida a tal nivel, trabajé con relaciones personales y experiencias de familiares y personas que me rodeaban.

En las escenas más fuertes hacíamos una preparación con Nina justo antes de rodar, para entrar en el estado emocional de Manuela. Y luego hay que estar muy concentrada y expresar lo que se ha encontrado.

¿Cuál ha sido el mayor reto que has enfrentado como actriz en una industria que aún es tan masculina?

El reto de casi todas que creo que ha mejorado en los últimos años y es que haya más personajes femeninos interesantes, me parece importante para ello que haya más mujeres en todo el proceso, más guionistas, directoras, productoras, etc.

Tierra Quebrá ha sido un éxito. ¿Cómo esperas que este reconocimiento impacte tu carrera y los próximos proyectos?

Ya con que la película sea muy buena a mí me basta, me siento muy orgullosa de ella y de lo que ha logrado, ella se está abriendo camino y la verán los que la tienen que ver. Por supuesto para mí ha sido increíble que amigos y conocidos puedan ver mi trabajo, es una gran manera de que me conozcan y sepan lo que puedo hacer.

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¿Qué sueños tienes para el futuro? ¿Algún tipo de personaje que te gustaría interpretar?

El principal sueño es seguir actuando, cada vez en proyectos más grandes, me encantaría poder seguir haciendo buen cine y explorar personajes de peso como Manuela. Y en algún momento producir y dirigir algo propio.

¿Cómo es tu proceso de preparación para un personaje? ¿Tienes alguna rutina o método especial?

Sí hay calentamientos que hago casi siempre, pero cada personaje pide alguna preparación diferente. Se hace un trabajo de análisis de escena y personaje previo y luego hay muchos ejercicios que te ayudan a entrar en el personaje y en la escena, como escuchar ciertas canciones.

Para los lectores que sueñan con ser actores, ¿qué consejo les darías?

Estudiar, prepararse y persistir. Es lo más importante, encontrar tu lugar en la industria y para ello es clave que seas tú, que seas auténtico y le saques provecho a eso.

Por: Brenda Barbosa .