En casi todos los municipios del Cesar y La Guajira se realizan festivales de música vallenata y diversos tipos de fiestas, como aquellas en las que se resaltan tradiciones religiosas.
En casi todos los municipios del Cesar y La Guajira se realizan festivales de música vallenata y diversos tipos de fiestas, como aquellas en las que se resaltan tradiciones religiosas.
En estas fiestas se ha convertido en costumbre o moda los bailes populares en las plazas o parques de cada población, y cada administración municipal con las respectivas organizaciones comunitarias o sin ánimo de lucro se reparten las responsabilidades en la organización de esas festividades.
He realizado las investigaciones necesarias para dilucidar quién sufraga los gastos en estos eventos, llegando a la conclusión de que en la mayoría de los casos lo hacen las alcaldías municipales de diversas maneras.
En buena parte de los municipios del Cesar, las agrupaciones musicales profesionales, así como servicios de alquiler de sonido y demás son contratados por la alcaldía bajo figuras como los convenios con organizaciones sin ánimo de lucro, que en algunos casos coincide con la fundación organizadora del festival o de las fiestas patronales.
Hasta aquí podríamos concluir que no hay nada que reprochar, los pueblos tienen tradiciones culturales y religiosas que se deben proteger y promover y en los presupuestos existen rubros destinados a la cultura, el problema nace cuando en cada una de esas fiestas aparecen unos terceros que realizan cerramientos de los parques y plazas con la aquiescencia, tanto de las autoridades municipales, como de los organizadores del evento y montan un muy lucrativo negocio, vendiendo palcos a millones de pesos y entradas generales distantes del alcance del bolsillo, lo mismo que ventas de bebidas con valores exorbitantes.
Una de las tantas inquietudes que nos surgen es: Si los conjuntos, el sonido y demás gastos los paga la alcaldía, ¿por qué el acceso a esos eventos no es gratis? Otra inquietud que nos asalta es: ¿Quiénes son los empresarios que llevan el encerramiento, la silletería, logística e inclusive personal de seguridad armado? Surge una tercera pregunta: Si se les vende el derecho a cobrar el VIP y la venta del licor, ¿Quién recibe ese dinero, en qué se utiliza y a quién se le rinde cuentas?
En algunos municipios del país se encuentra regulado el arrendamiento del espacio público a particulares para determinadas actividades, estoy completamente seguro que este no es el caso, porque los señores empresarios que acceden a realizar estos cerramientos no tienen contrato con las alcaldías, ni con ninguna otra entidad gubernamental, los alcaldes y en general las autoridades locales se hacen los de las gafas, en muchos casos porque a ellos les regalan boletas de palcos para su grupo.
Nuestras poblaciones tienen grandes plazas públicas con buenas tarimas, he visto pueblos pequeños con 20 palcos a precios de dos millones de pesos cada uno y entrada general con mil sillas a precio de cincuenta mil pesos, el valor de las bebidas es igual al de bares costosos, el negocio es pulpito, inversión mínima, cero riesgo y ganancias millonarias, esos empresarios se encontraron una mina.
COLOFÓN: Muchos estaban esperando que en esta época electoral la valla más grande de Valledupar la tuviera un candidato a la gobernación o a la alcaldía municipal, pues la sorpresa la dio el cantante chiriguanero Rafa Pérez con su monumental pancarta en el edificio del Hotel Sonesta que se lleva todas las miradas y que refuerza la publicidad para el lanzamiento de su trabajo musical “Mi Mejor Versión” el próximo 22 de septiembre en el Parque La Leyenda.
Por: Jorge Nain Ruiz
En casi todos los municipios del Cesar y La Guajira se realizan festivales de música vallenata y diversos tipos de fiestas, como aquellas en las que se resaltan tradiciones religiosas.
En casi todos los municipios del Cesar y La Guajira se realizan festivales de música vallenata y diversos tipos de fiestas, como aquellas en las que se resaltan tradiciones religiosas.
En estas fiestas se ha convertido en costumbre o moda los bailes populares en las plazas o parques de cada población, y cada administración municipal con las respectivas organizaciones comunitarias o sin ánimo de lucro se reparten las responsabilidades en la organización de esas festividades.
He realizado las investigaciones necesarias para dilucidar quién sufraga los gastos en estos eventos, llegando a la conclusión de que en la mayoría de los casos lo hacen las alcaldías municipales de diversas maneras.
En buena parte de los municipios del Cesar, las agrupaciones musicales profesionales, así como servicios de alquiler de sonido y demás son contratados por la alcaldía bajo figuras como los convenios con organizaciones sin ánimo de lucro, que en algunos casos coincide con la fundación organizadora del festival o de las fiestas patronales.
Hasta aquí podríamos concluir que no hay nada que reprochar, los pueblos tienen tradiciones culturales y religiosas que se deben proteger y promover y en los presupuestos existen rubros destinados a la cultura, el problema nace cuando en cada una de esas fiestas aparecen unos terceros que realizan cerramientos de los parques y plazas con la aquiescencia, tanto de las autoridades municipales, como de los organizadores del evento y montan un muy lucrativo negocio, vendiendo palcos a millones de pesos y entradas generales distantes del alcance del bolsillo, lo mismo que ventas de bebidas con valores exorbitantes.
Una de las tantas inquietudes que nos surgen es: Si los conjuntos, el sonido y demás gastos los paga la alcaldía, ¿por qué el acceso a esos eventos no es gratis? Otra inquietud que nos asalta es: ¿Quiénes son los empresarios que llevan el encerramiento, la silletería, logística e inclusive personal de seguridad armado? Surge una tercera pregunta: Si se les vende el derecho a cobrar el VIP y la venta del licor, ¿Quién recibe ese dinero, en qué se utiliza y a quién se le rinde cuentas?
En algunos municipios del país se encuentra regulado el arrendamiento del espacio público a particulares para determinadas actividades, estoy completamente seguro que este no es el caso, porque los señores empresarios que acceden a realizar estos cerramientos no tienen contrato con las alcaldías, ni con ninguna otra entidad gubernamental, los alcaldes y en general las autoridades locales se hacen los de las gafas, en muchos casos porque a ellos les regalan boletas de palcos para su grupo.
Nuestras poblaciones tienen grandes plazas públicas con buenas tarimas, he visto pueblos pequeños con 20 palcos a precios de dos millones de pesos cada uno y entrada general con mil sillas a precio de cincuenta mil pesos, el valor de las bebidas es igual al de bares costosos, el negocio es pulpito, inversión mínima, cero riesgo y ganancias millonarias, esos empresarios se encontraron una mina.
COLOFÓN: Muchos estaban esperando que en esta época electoral la valla más grande de Valledupar la tuviera un candidato a la gobernación o a la alcaldía municipal, pues la sorpresa la dio el cantante chiriguanero Rafa Pérez con su monumental pancarta en el edificio del Hotel Sonesta que se lleva todas las miradas y que refuerza la publicidad para el lanzamiento de su trabajo musical “Mi Mejor Versión” el próximo 22 de septiembre en el Parque La Leyenda.
Por: Jorge Nain Ruiz