La fuente real de la riqueza de los países desarrollados está en la exportación de productos fabricados por la gran industria, riqueza que llega de manera equitativa a los empresarios, a la fuerza laboral y finalmente a todos los connacionales a través del Estado.
Los países realmente desarrollados, excepto dos, tienen su economía soportada básicamente en dos pilares: en la empresa privada y en un Estado con normas y políticas estables, que garantiza las condiciones a los inversionistas y los derechos de sus nacionales.
En los países desarrollados económica y socialmente, su industria es privada y sus empresas invierten en investigación, en desarrollo de nuevas tecnologías, en la calidad, en la modernización permanente, etc., produciendo en sus factorías con los más altos estándares de eficiencia e innovación. Su industria es del tipo, industria pesada y la de producción de bienes de alta tecnología, para los cuales se necesitan de la aplicación de los mayores conocimientos de ingeniería y de ciencias altamente calificadas; y adicionalmente, estas han establecido que su fuerza laboral es uno de los activos más importante, por lo que invierten en su formación y también le brindan excelentes beneficios personales, por lo que estos trabajadores, en reciprocidad, hacen su mejor aporte para el beneficio de las empresas.
El otro pilar: los Estados son entes muy estables que funcionan de acuerdo con las leyes establecidas, sus regulaciones no están siendo cambiadas por el sector político que esté de turno en el poder, no son corruptos e invierten eficazmente los recursos públicos en salud, educación y demás compromisos sociales para sus connacionales.
También gravita alrededor de los dos pilares principales una banca sólida y no especulativa, que le brinda a las empresas una alta estabilidad financiera.
La fuente real de la riqueza de los países desarrollados está en la exportación de productos fabricados por la gran industria, riqueza que llega de manera equitativa a los empresarios, a la fuerza laboral y finalmente a todos los connacionales a través del Estado. Claro está que estos países también tienen un consumo interno fuerte gracias al empleo y a los buenos beneficios que brinda la industria a sus empleados.
En la fórmula del cálculo del Producto Interno Bruto, PIB, de un país desarrollado se puede ver que el sumando comercio exterior siempre suma positivo, que es lo que finalmente hace que sea un país rico, y esto es debido a las exportaciones de bienes de la gran industria y de productos elaborados con la aplicación de altas tecnologías; de igual manera, también se puede ver en el cálculo del PIB para los países no desarrollados, en los que el sumando comercio exterior siempre suma negativo, debido a que sus exportaciones son pocas y normalmente son materias primas y productos agrícolas sin valor agregado, estando su valor limitado al de las materias, algunos impuestos, y los salarios de los empleados, teniendo como resultado que nunca llegarán a ser desarrollados.
La fórmula del PIB es la sumatoria del consumo + inversión + gasto por el Estado + comercio exterior; al analizar cada uno de estos sumandos, para el caso de los países no desarrollados, se puede ver que así el PIB haya sido positivo con relación al periodo anterior (dato que los gobiernos de nuestros países muestran como un gran logro), pero en ese mismo periodo el sumando comercio exterior sea negativo, el país realmente no ha crecido, ni con ese tipo de comportamiento de la economía va a llegar a ser un país desarrollado.
En los países no desarrollados en la práctica no hay crecimiento económico, ya que en realidad lo que ocurre es un cambio de mano del dinero entre los ciudadanos de un único mismo dinero existente dentro de la frontera de cada país.
Lo arriba descrito se ve de forma clara al analizar los sumandos diferentes al comercio exterior de la fórmula del PIB, así:
El consumo: son los bienes y servicios comprados por las personas dentro de las fronteras del país, ejemplo: los empleados, los independientes, los ganaderos, etc., hacen sus compras en los comercios o compran a constructores sus viviendas, parte del dinero queda en los constructores y otra parte del dinero va a las entidades financieras. En este componente los comerciantes y constructores también compran sus artículos a productores locales. Como se puede observar lo que hay en este componente es la recirculación del dinero, en el cual la persona o entidad que obtiene utilidad en el intercambio va acumulando el dinero o enriqueciendo, pero el que compra, lo que hace es entregar su dinero, incluso sus dineros futuros si compra a crédito, lo que realmente ocurre es un traslado del dinero, sin que haya crecimiento económico del país. El que compra cede y el que vende recibe. Finalmente, lo que ocurre para el país es el paso del dinero de un bolsillo a otro, del mismo pantalón.
Personas y empresas que disponen de dinero y pueden comprar bienes para usarlos en el futuro, tales como equipos para tenerlos disponibles, comprar en la construcción, etc. Son compras que se hacen dentro de las fronteras del país, por lo que en este componente ocurre lo mismo que ocurre en el componente consumo, descripto arriba.
Es el gasto del gobierno, son los bienes y servicios comprados por el Estado. Estas compras son realizadas con los dineros que aportan los ciudadanos y las empresas a través de los impuestos, lo que significa que son también recursos internos que están recirculando internamente; por lo que en este componente ocurre lo mismo que ocurre en los dos componentes previamente descriptos.
Este componente es el que determina que un país sea un país desarrollado o no. Cuando un país tiene la balanza de comercio exterior a su favor, o sea, que siempre el valor de sus exportaciones es mucho mayor que el valor de sus importaciones, será un país desarrollado. Solamente con las exportaciones provenientes de una gran industria pesada y de bienes de alta tecnología puede una nación tener esta balanza de comercio a su favor; así están entrando dineros desde el exterior, lo que significa real crecimiento económico.
Desafortunadamente para países como los nuestros, que sus líderes continúan considerando que las actividades del campo van a permitir el desarrollo, esto no es cierto, tienen que revisar esta concepción; basta con mirar y encontrarán que ningún país desarrollado tiene su economía soportada por este tipo de actividades, por lo que tienen que entender que definitivamente el desarrollo está en la gran industria exportadora.
Adicionalmente, a la agroindustria en cada país le dan un grado de alta importancia, ya que sus alimentos deben estar asegurados; es estratégico, por lo que esta actividad tiende a ser realizada por cada país y no depender de importaciones. Los productos de la agroindustria, dado que la mayoría de las naciones tienen tierras cultivables y de pastoreo, ellos mismos los pueden producir.
Increíblemente, Colombia no tiene muchas posibilidades de exportar sus productos agrícolas, es más, es inconcebible que estemos importando granos, frutas, leche, etc. Preocupante lo que escribió el excandidato Vargas Lleras, diciendo que la reforma tributaría a presentar por el gobierno va a aplicar impuestos a la industria exportadora.
Los gobiernos de este país tienen que cambiar el enfoque que le dan a la economía, tienen que incentivar a los empresarios para que desarrollen una gran industria que produzca bienes para exportación, establecer unos productos que sean competitivos en el mercado internacional, formar profesionales e investigadores para la producción de estos.
Solamente como ejemplo, durante la mayor parte del tiempo del siglo pasado, desde un mismo municipio, Sogamoso, se exportó el mineral de hierro y el carbón coquizable, para la gran industria de los aceros de los países desarrollado, cuando lo que se tenía que haber hecho era desarrollar una gran industria siderúrgica en Boyacá, que para completar tiene grandes yacimientos de caliza con la calidad necesaria en esta industria. Otro ejemplo, es ver cómo se le agrega valor localmente al níquel que se exporta desde Montelibano y Puerto libertador, Córdoba.
Hay una expresión en la economía: “No venda el cuero, venda los zapatos”.
Por Francisco José Pallares Gutiérrez.
La fuente real de la riqueza de los países desarrollados está en la exportación de productos fabricados por la gran industria, riqueza que llega de manera equitativa a los empresarios, a la fuerza laboral y finalmente a todos los connacionales a través del Estado.
Los países realmente desarrollados, excepto dos, tienen su economía soportada básicamente en dos pilares: en la empresa privada y en un Estado con normas y políticas estables, que garantiza las condiciones a los inversionistas y los derechos de sus nacionales.
En los países desarrollados económica y socialmente, su industria es privada y sus empresas invierten en investigación, en desarrollo de nuevas tecnologías, en la calidad, en la modernización permanente, etc., produciendo en sus factorías con los más altos estándares de eficiencia e innovación. Su industria es del tipo, industria pesada y la de producción de bienes de alta tecnología, para los cuales se necesitan de la aplicación de los mayores conocimientos de ingeniería y de ciencias altamente calificadas; y adicionalmente, estas han establecido que su fuerza laboral es uno de los activos más importante, por lo que invierten en su formación y también le brindan excelentes beneficios personales, por lo que estos trabajadores, en reciprocidad, hacen su mejor aporte para el beneficio de las empresas.
El otro pilar: los Estados son entes muy estables que funcionan de acuerdo con las leyes establecidas, sus regulaciones no están siendo cambiadas por el sector político que esté de turno en el poder, no son corruptos e invierten eficazmente los recursos públicos en salud, educación y demás compromisos sociales para sus connacionales.
También gravita alrededor de los dos pilares principales una banca sólida y no especulativa, que le brinda a las empresas una alta estabilidad financiera.
La fuente real de la riqueza de los países desarrollados está en la exportación de productos fabricados por la gran industria, riqueza que llega de manera equitativa a los empresarios, a la fuerza laboral y finalmente a todos los connacionales a través del Estado. Claro está que estos países también tienen un consumo interno fuerte gracias al empleo y a los buenos beneficios que brinda la industria a sus empleados.
En la fórmula del cálculo del Producto Interno Bruto, PIB, de un país desarrollado se puede ver que el sumando comercio exterior siempre suma positivo, que es lo que finalmente hace que sea un país rico, y esto es debido a las exportaciones de bienes de la gran industria y de productos elaborados con la aplicación de altas tecnologías; de igual manera, también se puede ver en el cálculo del PIB para los países no desarrollados, en los que el sumando comercio exterior siempre suma negativo, debido a que sus exportaciones son pocas y normalmente son materias primas y productos agrícolas sin valor agregado, estando su valor limitado al de las materias, algunos impuestos, y los salarios de los empleados, teniendo como resultado que nunca llegarán a ser desarrollados.
La fórmula del PIB es la sumatoria del consumo + inversión + gasto por el Estado + comercio exterior; al analizar cada uno de estos sumandos, para el caso de los países no desarrollados, se puede ver que así el PIB haya sido positivo con relación al periodo anterior (dato que los gobiernos de nuestros países muestran como un gran logro), pero en ese mismo periodo el sumando comercio exterior sea negativo, el país realmente no ha crecido, ni con ese tipo de comportamiento de la economía va a llegar a ser un país desarrollado.
En los países no desarrollados en la práctica no hay crecimiento económico, ya que en realidad lo que ocurre es un cambio de mano del dinero entre los ciudadanos de un único mismo dinero existente dentro de la frontera de cada país.
Lo arriba descrito se ve de forma clara al analizar los sumandos diferentes al comercio exterior de la fórmula del PIB, así:
El consumo: son los bienes y servicios comprados por las personas dentro de las fronteras del país, ejemplo: los empleados, los independientes, los ganaderos, etc., hacen sus compras en los comercios o compran a constructores sus viviendas, parte del dinero queda en los constructores y otra parte del dinero va a las entidades financieras. En este componente los comerciantes y constructores también compran sus artículos a productores locales. Como se puede observar lo que hay en este componente es la recirculación del dinero, en el cual la persona o entidad que obtiene utilidad en el intercambio va acumulando el dinero o enriqueciendo, pero el que compra, lo que hace es entregar su dinero, incluso sus dineros futuros si compra a crédito, lo que realmente ocurre es un traslado del dinero, sin que haya crecimiento económico del país. El que compra cede y el que vende recibe. Finalmente, lo que ocurre para el país es el paso del dinero de un bolsillo a otro, del mismo pantalón.
Personas y empresas que disponen de dinero y pueden comprar bienes para usarlos en el futuro, tales como equipos para tenerlos disponibles, comprar en la construcción, etc. Son compras que se hacen dentro de las fronteras del país, por lo que en este componente ocurre lo mismo que ocurre en el componente consumo, descripto arriba.
Es el gasto del gobierno, son los bienes y servicios comprados por el Estado. Estas compras son realizadas con los dineros que aportan los ciudadanos y las empresas a través de los impuestos, lo que significa que son también recursos internos que están recirculando internamente; por lo que en este componente ocurre lo mismo que ocurre en los dos componentes previamente descriptos.
Este componente es el que determina que un país sea un país desarrollado o no. Cuando un país tiene la balanza de comercio exterior a su favor, o sea, que siempre el valor de sus exportaciones es mucho mayor que el valor de sus importaciones, será un país desarrollado. Solamente con las exportaciones provenientes de una gran industria pesada y de bienes de alta tecnología puede una nación tener esta balanza de comercio a su favor; así están entrando dineros desde el exterior, lo que significa real crecimiento económico.
Desafortunadamente para países como los nuestros, que sus líderes continúan considerando que las actividades del campo van a permitir el desarrollo, esto no es cierto, tienen que revisar esta concepción; basta con mirar y encontrarán que ningún país desarrollado tiene su economía soportada por este tipo de actividades, por lo que tienen que entender que definitivamente el desarrollo está en la gran industria exportadora.
Adicionalmente, a la agroindustria en cada país le dan un grado de alta importancia, ya que sus alimentos deben estar asegurados; es estratégico, por lo que esta actividad tiende a ser realizada por cada país y no depender de importaciones. Los productos de la agroindustria, dado que la mayoría de las naciones tienen tierras cultivables y de pastoreo, ellos mismos los pueden producir.
Increíblemente, Colombia no tiene muchas posibilidades de exportar sus productos agrícolas, es más, es inconcebible que estemos importando granos, frutas, leche, etc. Preocupante lo que escribió el excandidato Vargas Lleras, diciendo que la reforma tributaría a presentar por el gobierno va a aplicar impuestos a la industria exportadora.
Los gobiernos de este país tienen que cambiar el enfoque que le dan a la economía, tienen que incentivar a los empresarios para que desarrollen una gran industria que produzca bienes para exportación, establecer unos productos que sean competitivos en el mercado internacional, formar profesionales e investigadores para la producción de estos.
Solamente como ejemplo, durante la mayor parte del tiempo del siglo pasado, desde un mismo municipio, Sogamoso, se exportó el mineral de hierro y el carbón coquizable, para la gran industria de los aceros de los países desarrollado, cuando lo que se tenía que haber hecho era desarrollar una gran industria siderúrgica en Boyacá, que para completar tiene grandes yacimientos de caliza con la calidad necesaria en esta industria. Otro ejemplo, es ver cómo se le agrega valor localmente al níquel que se exporta desde Montelibano y Puerto libertador, Córdoba.
Hay una expresión en la economía: “No venda el cuero, venda los zapatos”.
Por Francisco José Pallares Gutiérrez.