La comunidad ubicada en el barrio El Carmen afirma que durante más de nueve años el parque o placita de la virgen no ha sido intervenida por parte de la administración municipal.
Los parques de Valledupar son los espacios públicos más vulnerables ante los actos delincuenciales, la desidia de las juntas de acción comunal para su mantenimiento, la presencia de consumidores y expendedores de sustancias alucinógenas, situaciones que poco a poco alejan a la razón de ser de estos escenarios: la comunidad.
Para muestra de lo antes expuesto está el parque del barrio El Carmen, que debería beneficiar a una gran población de jóvenes moradores de los barrios Kennedy, Nueve de Marzo, Santa Rita y parte del Sicarare, pero la inseguridad se apoderó del lugar.
Armando ‘El Niño’ Varela, delegado de la Junta de Acción Comunal y presidente de la Comuna uno de Valledupar, aseguró que existe un foco de inseguridad. “Para nadie es un secreto que el sector donde se encuentra ubicado nuestro barrio está dentro de uno de los focos de inseguridad más grande de la ciudad, toda vez que nos encontramos al lado de la margen derecha y nuestro parque es el centro de acopio de muchos de los delincuentes del sector”, dijo.
La zona de juegos infantiles, la verde y la plaza donde se encuentra ubicada la Virgen del Carmen no pueden ser utilizadas por los habitantes después de seis de la tarde, según denunciaron vecinos del sector.
“En ocasiones venimos caminando de la iglesia y no aguantamos el olor a sustancias alucinógenas, vemos grupos grandes de jóvenes realizando actividades que no son de provecho y que generan un ambiente en todo el barrio de terror y de inseguridad”, indicó un habitante del sector.
Frente a esta situación, visité algunos lugares de la administración municipal para conocer qué pasa realmente en el barrio El Carmen y estos me confirmaron que en el sector se encuentran ubicados dos cais móviles: uno en el parque y otro en la carrera 7 con calle 16C. Además, en la misma carrera 7 con 18A las autoridades establecieron una estación de Policía para tener una mayor reacción en temas de seguridad.
Sin embargo, los jóvenes del grupo comunitario de El Carmen creen que el cambio llegará no solo de la mano de la seguridad y pie de fuerza sino que llegará a través de la educación y plataformas comunales.
Nadin Arévalo Avendaño, líder del grupo comunitario, me contó que desde hace un año el trabajo del equipo está enfocado en crear nuevos entornos para los jóvenes del sector.
“De la mano de estudiantes de la Universidad Popular del Cesar como Iván Pacheco y Karen Molina hemos logrado darle una nueva oportunidad a esos muchachos que se reúnen diariamente en el parque, es decir, que cuando ellos llegan les brindamos la opción de jugar voleibol, fútbol y hasta participar en ciclismo los domingos y muy pronto también podremos dar clases de canto, música y teatro sin costo alguno, solo queremos dar nuevas posibilidades”, contó.
La comunidad ubicada en el barrio El Carmen afirma que durante más de nueve años el parque o placita de la virgen no ha sido intervenida por parte de la administración municipal.
Los parques de Valledupar son los espacios públicos más vulnerables ante los actos delincuenciales, la desidia de las juntas de acción comunal para su mantenimiento, la presencia de consumidores y expendedores de sustancias alucinógenas, situaciones que poco a poco alejan a la razón de ser de estos escenarios: la comunidad.
Para muestra de lo antes expuesto está el parque del barrio El Carmen, que debería beneficiar a una gran población de jóvenes moradores de los barrios Kennedy, Nueve de Marzo, Santa Rita y parte del Sicarare, pero la inseguridad se apoderó del lugar.
Armando ‘El Niño’ Varela, delegado de la Junta de Acción Comunal y presidente de la Comuna uno de Valledupar, aseguró que existe un foco de inseguridad. “Para nadie es un secreto que el sector donde se encuentra ubicado nuestro barrio está dentro de uno de los focos de inseguridad más grande de la ciudad, toda vez que nos encontramos al lado de la margen derecha y nuestro parque es el centro de acopio de muchos de los delincuentes del sector”, dijo.
La zona de juegos infantiles, la verde y la plaza donde se encuentra ubicada la Virgen del Carmen no pueden ser utilizadas por los habitantes después de seis de la tarde, según denunciaron vecinos del sector.
“En ocasiones venimos caminando de la iglesia y no aguantamos el olor a sustancias alucinógenas, vemos grupos grandes de jóvenes realizando actividades que no son de provecho y que generan un ambiente en todo el barrio de terror y de inseguridad”, indicó un habitante del sector.
Frente a esta situación, visité algunos lugares de la administración municipal para conocer qué pasa realmente en el barrio El Carmen y estos me confirmaron que en el sector se encuentran ubicados dos cais móviles: uno en el parque y otro en la carrera 7 con calle 16C. Además, en la misma carrera 7 con 18A las autoridades establecieron una estación de Policía para tener una mayor reacción en temas de seguridad.
Sin embargo, los jóvenes del grupo comunitario de El Carmen creen que el cambio llegará no solo de la mano de la seguridad y pie de fuerza sino que llegará a través de la educación y plataformas comunales.
Nadin Arévalo Avendaño, líder del grupo comunitario, me contó que desde hace un año el trabajo del equipo está enfocado en crear nuevos entornos para los jóvenes del sector.
“De la mano de estudiantes de la Universidad Popular del Cesar como Iván Pacheco y Karen Molina hemos logrado darle una nueva oportunidad a esos muchachos que se reúnen diariamente en el parque, es decir, que cuando ellos llegan les brindamos la opción de jugar voleibol, fútbol y hasta participar en ciclismo los domingos y muy pronto también podremos dar clases de canto, música y teatro sin costo alguno, solo queremos dar nuevas posibilidades”, contó.