Corpocesar asegura que habrá impactos ambientales y Drummond deberá cumplir con la recuperación de áreas degradadas y de suelos como tal.
La Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corporcesar, emitió un diagnóstico favorable para la multinacional Drummond luego de analizar los impactos ambientales. El concepto lo entregó a pesar de que la comunidad se niega al desvío del arroyo San Antonio autorizado por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla).
El debate inició en mayo de este año cuando la Anla dio a conocer la Resolución 384 del 8 de abril de 2016, “por la cual se modifica un plan de manejo ambiental”, que dio vía libre al realineamiento (desvío) del arroyo San Antonio en el municipio de La Jagua de Ibirico, centro del Cesar, que es el inicio para la ampliación de la explotación de carbón por la multinacional Drummond.
Los pobladores de La Jagua de Ibirico, así como las autoridades locales rechazaron la Resolución. El hecho generó que la Anla enviara una comisión y en compañía de Corpocesar abrieran un proceso para estudiar los posibles impactos ambientales negativos que generaría tal decisión.
Mediante Auto 6006 del 29 de diciembre de 2014, aclarado en el auto No. 246 del 22 de enero de 2015, la Anla inició al trámite administrativo de modificación del Plan de Manejo Ambiental establecido mediante Resolución 0017 de 2007 para el proyecto carbonífero La Loma, propiedad de Drummond Ltd., en el sentido de evaluar la viabilidad ambiental para autorizar la ampliación de la operación minera hacia el sur, en límites con el proyecto El Descanso, cuyo titular es la misma compañía.
La ampliación contempla la construcción del realineamiento, por cuarta ocasión, del arroyo San Antonio; la conformación de un nuevo botadero de material estéril, la relocalización de dos tramos de la vía Las Marías – La Palmita, en una longitud de 4.9 kilómetros (Tramo 1: 3,47 km y Tramo 2: 1,43 km) y construcción de su vía sustitutiva en una longitud de 5.88 kilómetros. Aunque en una audiencia pública los habitantes de La Jagua de Ibirico rechazaron la propuesta, la Anla aceptó la proposición de la multinacional carbonífera.
El director de Corpocesar, Kaleb Vilallobos Broche, explicó que se realizó una visita técnica al área acompañada por un equipo interdisciplinario del que hicieron parte ingenieros civiles, ambientales y forestales, así como especialistas en hidrología y se contó al igual con la presencia de técnicos enviados por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales.
Vilallobos Broche advirtió que efectivamente determinaron aspectos ambientales significativos como “las coordenadas que serán desviadas del arroyo San Antonio que están todas en predios que hoy son propiedad de la empresa minera Drummond. La parte que se desviará no tiene afectación sobre predios particulares, privados o comunitarios”.
Señaló que “la parte donde se va a desviar el río y aguas abajo hacia donde desemboca, no mantiene ninguna comunidad. No hay población urbana ni rural que capten aguas en ese tramo para el consumo humano”.
Corpocesar evidenció que en la cuenca baja del afluente existen alrededor de siete predios que utilizan el agua para la siembra de arroz. “Se verificó que la licencia otorgada por la Anla tiene unas obligaciones para que la Drummond garantice posteriormente al desvío la calidad y cantidad de agua del arroyo, que estén en igualdad de condiciones como se encuentran ahora para esos predios que utilizan el agua para regar sus cultivos”.
Es importante señalar que los técnicos de Corpocesar determinaron que habrá impactos ambientales, especialmente en materia de aguas lluvias que por correntías eran almacenadas por el arroyo San Antonio. De igual manera se podrían presentar inconvenientes con la vegetación.
“Para ello se verificó con la Anla poner unas obligaciones en materia de reforestación protectora sobre la parte alta de la cuenca del arroyo, así como la parte media y baja. Se le pusieron unas obligaciones a la multinacional para la recuperación de áreas degradadas y de suelos como tal”, declaró Kaleb Villalobos.
El director de la máxima autoridad ambiental en el Cesar destacó la ayuda que Drummond entregará al arroyo San Antonio mediante el embalse Paujil, creado por la empresa minera al interior de su área.
Agregó que “impactos ambientales sí habrán, en eso tenemos que ser claros. Pero también es importante decirles a las comunidades como parte de tranquilidad que los impactos ambientales no estarán en poblaciones que capten el agua sobre el consumo humano.
Tampoco se secará el río. Somos enfáticos en afirmar que técnicamente el embalse ‘Paujil’, creado por Drummond, será una fuente de inyección permanente de agua sobre la corriente del río San Antonio que le permitirá mantener el caudal tanto en invierno como en verano”.
Según la Corporación, el desvío como tal se dará en la cuenca media-baja y no en la parte alta donde la comunidad se surte de agua potable para el consumo humano.
El secretario de Ambiente del Cesar, Andrés Arturo Fernández Cerchiaro, pidió que “se garanticen los ambientes sanos y sostenibles.
El llamado es para todos aquellos que conceden los permisos y en este caso es para la Anla que hemos observado, no solamente en el arroyo San Antonio, sino en la construcción del tramo dos de la Ruta del Sol, como se han afectado múltiples arroyos y cuencas hídricas. El llamado es para la Anla y todos los organismos para que unamos los esfuerzos, esa es la consigna del Gobernador del Cesar”.
“No estamos haciendo trabajos”
Ante la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, la multinacional Drummond Ltd. interpuso un recurso de reposición para obtener unas declaraciones que se dieron después de concedida la resolución del cambio en el Plan de Manejo Ambiental.
Amílcar Valencia Núñez, director ambiental de Drummond, aseguró que “no estamos haciendo trabajos” sobre el cuarto lineamiento que la empresa le aplicará al arroyo San Antonio, donde los tres anteriores están implementados hace unos años y “el caudal sigue fluyendo, la vida está en el agua, los peces transitan utilizando el cauce para migrar de la parte baja hacia la parte alta y las comunidades que están aguas abajo siguen proveyéndose del agua”.
Declaró que “hay evidencias de que los lineamientos no generan ni pérdidas de los caudales y mucho menos de la vida. Lo hemos demostrado. Están las evidencias en el lineamiento número tres que está operando y esas son las garantías que podemos brindarles a las comunidades de que el lineamiento cuarto mantendrá el caudal, la biodiversidad y el ecosistema”.
Sobre la autorización de la ampliación para operar en límites con el proyecto El Descanso, cuyo titular también es Drummond, Valencia Núñez aseguró que es necesario para la expansión del proyecto hacia el sur porque La Loma está llegando a su límite y necesita ampliarse para continuar su desarrollo y mantener su producción.
¿Cuál será el desvío?
El arroyo San Antonio será desplazado aproximadamente dos kilómetros de su lecho natural hacia el sur. En la zona donde actualmente corren sus aguas existe un yacimiento de carbón, que seguramente será explotado por Drummond una vez la Anla apruebe su proyecto de planeación y posterior ejecución. “El río continuará fluyendo por la sección realineada que tendrá una longitud de 9.2 kilómetros y seguirá alimentando de agua la parte baja de la cuenca, y mantendrá la conexión con la parte alta por esa nueva sección”, dijo el Director Ambiental de Drummond.
La empresa minera que explota más carbón en el Cesar espera que pueda comenzar su expansión entre finales de este año y principios del 2017. El proceso de construcción para el alineamiento tardaría entre ocho y 12 meses.
Con esta licencia habrá vía libre a la creación de un nuevo PIT minero, que no es más que el hueco de la mina que puede tener de ancho una dimensión que podría superar los 20 kilómetros.
De los 67 kilómetros que comprenden el arroyo San Antonio, Drummond hará realineamiento o desviación en una longitud de 9.2 kilómetros, en donde se construirá un canal que debe llevar los más altos estándares técnicos y ambientales establecidos por la Anla.
La minería en el Cesar
La minería se convirtió en los últimos años en una de las locomotoras más grandes de la economía del actual gobierno de Juan Manuel Santos. De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo el sector minero-energético fue catalogado como prioritario para cimentar el crecimiento de la economía del país.
En el Cesar la zona de carbón ocupa un área de 248 kilómetros cuadrados, los carbones son bituminosos, altos en volátiles, bajo contenido de azufre y cenizas. El mapa de zonas carboníferas en Colombia destaca 10 departamentos con recursos y las reservas geológicas del mineral en la actualidad: La Guajira, Cesar, Córdoba, Norte de Santander, Santander, Antioquia, Boyacá, Cundinamarca, Valle del Cauca y Cauca. Este país es el primer productor de carbón en América Latina y el décimo en el mundo.
El año anterior, EL PILÓN publicó el estudio de Formulación del Modelo Hidrogeológico e Hidrológico, Conceptual y Numérico que reveló los resultados fisicoquímicos y el índice de calidad del agua en los ríos Tucuy, Calenturitas y el caño El Zorro, que presentan variaciones significativas en los parámetros indicadores de mineralización; asociado probablemente a la actividad minera. El estudio fue hecho a través de la Universidad del Magdalena.
De acuerdo con la Gobernación del Cesar, a través de la Secretaría de Minas, la producción de carbón en el departamento del Cesar desde 1990-2014, es de 515 millones de toneladas.
Colombia, el quinto exportador mundial de carbón, busca alcanzar una producción de 85.5 millones de toneladas este año, similar a la del 2015. Los principales explotadores en el país son Cerrejón, Anglo American Plc y Glencore Xstrata plc; Drummond y Prodeco, unidad de Glencore Xstrata.
“Los 9.2 kilómetros del arroyo que se realinearán están en predios privados de Drummond. El sitio del proyecto de realineamiento se ubica a aproximadamente 14 kilómetros de distancia y aguas abajo de la cabecera de La Jagua de Ibirico, y por tanto no intervendrá las actividades de recreación y turismo”: Drummond.
El carbón, el segundo producto de exportación de Colombia después del petróleo, también se ha visto afectado por la caída de los precios internacionales de las materias primas.
En el Cesar la zona de carbón ocupa un área de 248 kilómetros cuadrados, los carbones son bituminosos, altos en volátiles, bajo contenido de azufre y cenizas.
“Impactos ambientales sí habrán, en eso tenemos que ser claros. Pero también es importante decirles a las comunidades como parte de tranquilidad que los impactos ambientales no estarán en poblaciones que capten el agua sobre el consumo humano”: Kaleb Villalobos.
Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]
Corpocesar asegura que habrá impactos ambientales y Drummond deberá cumplir con la recuperación de áreas degradadas y de suelos como tal.
La Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corporcesar, emitió un diagnóstico favorable para la multinacional Drummond luego de analizar los impactos ambientales. El concepto lo entregó a pesar de que la comunidad se niega al desvío del arroyo San Antonio autorizado por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla).
El debate inició en mayo de este año cuando la Anla dio a conocer la Resolución 384 del 8 de abril de 2016, “por la cual se modifica un plan de manejo ambiental”, que dio vía libre al realineamiento (desvío) del arroyo San Antonio en el municipio de La Jagua de Ibirico, centro del Cesar, que es el inicio para la ampliación de la explotación de carbón por la multinacional Drummond.
Los pobladores de La Jagua de Ibirico, así como las autoridades locales rechazaron la Resolución. El hecho generó que la Anla enviara una comisión y en compañía de Corpocesar abrieran un proceso para estudiar los posibles impactos ambientales negativos que generaría tal decisión.
Mediante Auto 6006 del 29 de diciembre de 2014, aclarado en el auto No. 246 del 22 de enero de 2015, la Anla inició al trámite administrativo de modificación del Plan de Manejo Ambiental establecido mediante Resolución 0017 de 2007 para el proyecto carbonífero La Loma, propiedad de Drummond Ltd., en el sentido de evaluar la viabilidad ambiental para autorizar la ampliación de la operación minera hacia el sur, en límites con el proyecto El Descanso, cuyo titular es la misma compañía.
La ampliación contempla la construcción del realineamiento, por cuarta ocasión, del arroyo San Antonio; la conformación de un nuevo botadero de material estéril, la relocalización de dos tramos de la vía Las Marías – La Palmita, en una longitud de 4.9 kilómetros (Tramo 1: 3,47 km y Tramo 2: 1,43 km) y construcción de su vía sustitutiva en una longitud de 5.88 kilómetros. Aunque en una audiencia pública los habitantes de La Jagua de Ibirico rechazaron la propuesta, la Anla aceptó la proposición de la multinacional carbonífera.
El director de Corpocesar, Kaleb Vilallobos Broche, explicó que se realizó una visita técnica al área acompañada por un equipo interdisciplinario del que hicieron parte ingenieros civiles, ambientales y forestales, así como especialistas en hidrología y se contó al igual con la presencia de técnicos enviados por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales.
Vilallobos Broche advirtió que efectivamente determinaron aspectos ambientales significativos como “las coordenadas que serán desviadas del arroyo San Antonio que están todas en predios que hoy son propiedad de la empresa minera Drummond. La parte que se desviará no tiene afectación sobre predios particulares, privados o comunitarios”.
Señaló que “la parte donde se va a desviar el río y aguas abajo hacia donde desemboca, no mantiene ninguna comunidad. No hay población urbana ni rural que capten aguas en ese tramo para el consumo humano”.
Corpocesar evidenció que en la cuenca baja del afluente existen alrededor de siete predios que utilizan el agua para la siembra de arroz. “Se verificó que la licencia otorgada por la Anla tiene unas obligaciones para que la Drummond garantice posteriormente al desvío la calidad y cantidad de agua del arroyo, que estén en igualdad de condiciones como se encuentran ahora para esos predios que utilizan el agua para regar sus cultivos”.
Es importante señalar que los técnicos de Corpocesar determinaron que habrá impactos ambientales, especialmente en materia de aguas lluvias que por correntías eran almacenadas por el arroyo San Antonio. De igual manera se podrían presentar inconvenientes con la vegetación.
“Para ello se verificó con la Anla poner unas obligaciones en materia de reforestación protectora sobre la parte alta de la cuenca del arroyo, así como la parte media y baja. Se le pusieron unas obligaciones a la multinacional para la recuperación de áreas degradadas y de suelos como tal”, declaró Kaleb Villalobos.
El director de la máxima autoridad ambiental en el Cesar destacó la ayuda que Drummond entregará al arroyo San Antonio mediante el embalse Paujil, creado por la empresa minera al interior de su área.
Agregó que “impactos ambientales sí habrán, en eso tenemos que ser claros. Pero también es importante decirles a las comunidades como parte de tranquilidad que los impactos ambientales no estarán en poblaciones que capten el agua sobre el consumo humano.
Tampoco se secará el río. Somos enfáticos en afirmar que técnicamente el embalse ‘Paujil’, creado por Drummond, será una fuente de inyección permanente de agua sobre la corriente del río San Antonio que le permitirá mantener el caudal tanto en invierno como en verano”.
Según la Corporación, el desvío como tal se dará en la cuenca media-baja y no en la parte alta donde la comunidad se surte de agua potable para el consumo humano.
El secretario de Ambiente del Cesar, Andrés Arturo Fernández Cerchiaro, pidió que “se garanticen los ambientes sanos y sostenibles.
El llamado es para todos aquellos que conceden los permisos y en este caso es para la Anla que hemos observado, no solamente en el arroyo San Antonio, sino en la construcción del tramo dos de la Ruta del Sol, como se han afectado múltiples arroyos y cuencas hídricas. El llamado es para la Anla y todos los organismos para que unamos los esfuerzos, esa es la consigna del Gobernador del Cesar”.
“No estamos haciendo trabajos”
Ante la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, la multinacional Drummond Ltd. interpuso un recurso de reposición para obtener unas declaraciones que se dieron después de concedida la resolución del cambio en el Plan de Manejo Ambiental.
Amílcar Valencia Núñez, director ambiental de Drummond, aseguró que “no estamos haciendo trabajos” sobre el cuarto lineamiento que la empresa le aplicará al arroyo San Antonio, donde los tres anteriores están implementados hace unos años y “el caudal sigue fluyendo, la vida está en el agua, los peces transitan utilizando el cauce para migrar de la parte baja hacia la parte alta y las comunidades que están aguas abajo siguen proveyéndose del agua”.
Declaró que “hay evidencias de que los lineamientos no generan ni pérdidas de los caudales y mucho menos de la vida. Lo hemos demostrado. Están las evidencias en el lineamiento número tres que está operando y esas son las garantías que podemos brindarles a las comunidades de que el lineamiento cuarto mantendrá el caudal, la biodiversidad y el ecosistema”.
Sobre la autorización de la ampliación para operar en límites con el proyecto El Descanso, cuyo titular también es Drummond, Valencia Núñez aseguró que es necesario para la expansión del proyecto hacia el sur porque La Loma está llegando a su límite y necesita ampliarse para continuar su desarrollo y mantener su producción.
¿Cuál será el desvío?
El arroyo San Antonio será desplazado aproximadamente dos kilómetros de su lecho natural hacia el sur. En la zona donde actualmente corren sus aguas existe un yacimiento de carbón, que seguramente será explotado por Drummond una vez la Anla apruebe su proyecto de planeación y posterior ejecución. “El río continuará fluyendo por la sección realineada que tendrá una longitud de 9.2 kilómetros y seguirá alimentando de agua la parte baja de la cuenca, y mantendrá la conexión con la parte alta por esa nueva sección”, dijo el Director Ambiental de Drummond.
La empresa minera que explota más carbón en el Cesar espera que pueda comenzar su expansión entre finales de este año y principios del 2017. El proceso de construcción para el alineamiento tardaría entre ocho y 12 meses.
Con esta licencia habrá vía libre a la creación de un nuevo PIT minero, que no es más que el hueco de la mina que puede tener de ancho una dimensión que podría superar los 20 kilómetros.
De los 67 kilómetros que comprenden el arroyo San Antonio, Drummond hará realineamiento o desviación en una longitud de 9.2 kilómetros, en donde se construirá un canal que debe llevar los más altos estándares técnicos y ambientales establecidos por la Anla.
La minería en el Cesar
La minería se convirtió en los últimos años en una de las locomotoras más grandes de la economía del actual gobierno de Juan Manuel Santos. De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo el sector minero-energético fue catalogado como prioritario para cimentar el crecimiento de la economía del país.
En el Cesar la zona de carbón ocupa un área de 248 kilómetros cuadrados, los carbones son bituminosos, altos en volátiles, bajo contenido de azufre y cenizas. El mapa de zonas carboníferas en Colombia destaca 10 departamentos con recursos y las reservas geológicas del mineral en la actualidad: La Guajira, Cesar, Córdoba, Norte de Santander, Santander, Antioquia, Boyacá, Cundinamarca, Valle del Cauca y Cauca. Este país es el primer productor de carbón en América Latina y el décimo en el mundo.
El año anterior, EL PILÓN publicó el estudio de Formulación del Modelo Hidrogeológico e Hidrológico, Conceptual y Numérico que reveló los resultados fisicoquímicos y el índice de calidad del agua en los ríos Tucuy, Calenturitas y el caño El Zorro, que presentan variaciones significativas en los parámetros indicadores de mineralización; asociado probablemente a la actividad minera. El estudio fue hecho a través de la Universidad del Magdalena.
De acuerdo con la Gobernación del Cesar, a través de la Secretaría de Minas, la producción de carbón en el departamento del Cesar desde 1990-2014, es de 515 millones de toneladas.
Colombia, el quinto exportador mundial de carbón, busca alcanzar una producción de 85.5 millones de toneladas este año, similar a la del 2015. Los principales explotadores en el país son Cerrejón, Anglo American Plc y Glencore Xstrata plc; Drummond y Prodeco, unidad de Glencore Xstrata.
“Los 9.2 kilómetros del arroyo que se realinearán están en predios privados de Drummond. El sitio del proyecto de realineamiento se ubica a aproximadamente 14 kilómetros de distancia y aguas abajo de la cabecera de La Jagua de Ibirico, y por tanto no intervendrá las actividades de recreación y turismo”: Drummond.
El carbón, el segundo producto de exportación de Colombia después del petróleo, también se ha visto afectado por la caída de los precios internacionales de las materias primas.
En el Cesar la zona de carbón ocupa un área de 248 kilómetros cuadrados, los carbones son bituminosos, altos en volátiles, bajo contenido de azufre y cenizas.
“Impactos ambientales sí habrán, en eso tenemos que ser claros. Pero también es importante decirles a las comunidades como parte de tranquilidad que los impactos ambientales no estarán en poblaciones que capten el agua sobre el consumo humano”: Kaleb Villalobos.
Por Carlos Mario Jiménez
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