Además de una tasa de interés menor y cuotas menos representativas, los expertos aseguran que la contratación a largo plazo de proyectos energéticos brinda mayor estabilidad en los precios de la energía.
En Colombia la semana pasada se dio lo que muchos expertos consideran el paso más importante en inversiones para el sector de las energías alternativas con el inicio de la subasta.
Igualmente, durante toda la semana el diario EL PILÓN mantuvo en su agenda el tema de las energías solares y concluyó con el foro ‘Energías renovables: desarrollo sin límites’. Del encuentro, además de las conocidas conclusiones de las ventajas de las energías renovables, se puso sobre la mesa un tema que empieza a cambiar en Colombia: la contratación a largo plazo.
Es conocida la dependencia de las energías tradicionales a recursos naturales, hace que corran altos riesgos de escasez ante cualquier fenómeno natural. Ya pasó en Colombia en 1992, 1998 y en 2015: racionamiento de energía que incrementó sus precios.
Pero la forma de su contratación también es un factor de riesgo. Tradicionalmente las empresas distribuidoras de electricidad en el Caribe firman contratos por 3 o 5 años. Según Felipe Ibarra, experto desarrollador de proyectos energéticos, los contratos a cortos plazo hacen frágiles a las empresas frente a las dinámicas de los mercados. “Salir al mercado a realizar ofertas para proveer o producir energía obliga al oferente a depender de los cambios de precios que se dan por razones climáticas, de oferta o cualquier otro factor que pueda alterar los precios”, aseveró el experto.
En ese sentido, contratar a largo plazo (de 10 a 15 o 20 años) permite una estabilidad en los precios, que no da la contratación a corto plazo.
“También sale más rentable financiar el proyecto a largo plazo con los bancos”. Así lo cree Felipe Ibarra. La razón es por los tiempos de pago y la tasa de interés. Según el experto, entre más tiempo haya para pagar menor será el valor de la cuota programa y la tasa de interés es menor. “Está demostrado que a los bancos les parecen más interesantes los proyectos a largo plazo por la estabilidad, además que garantizan el mayor aprovechamiento de los recursos”, agregó.
No solo es el aprovechamiento de los recursos, también de maquinaría adquirida mediante compras. En caso de que se firme un contrato a largo plazo para la generación de energía, la inversión en maquinaria será mayor, igual que su uso. “Si yo compro una máquina con una utilidad de 25 años para un contrato de 3 o 5 años, no sale muy rentable”, sostuvo Felipe Ibarra Lacouture, quien desarrolla un proyecto de energía eólica en la subestación instalada del municipio de San Juan del Cesar, La Guajira.
EL CLARO MENSAJE QUE ENVIÓ EL GOBIERNO
La semana que pasó salió al público la subasta para proyectos de producción de energía alternativa de gran envergadura. Según el Ministerio de Minas, se presentaron 22 proyectos de generación de energía a partir de fuentes no convencionales de energías renovables: sol, viento y biomasa.
“Subasta para llevar energía solar y eólica a más hogares en Colombia despierta interés de 27 empresas, demostrando que la transformación energética ya está en marcha”, aseguró desde el ministerio de Minas.
La meta con esta primera subasta, es llegar a los primeros 500 megas de capacidad instalada en fuentes no convencionales de energías renovables.
Los proyectos interesados en participar representan una capacidad instalada de 1.500 megas. Actualmente se habla de la producción de 50 megas, lo que necesita una ciudad como Ibagué, el plan es pasar a 1.500 megas de capacidad instalada en fuentes no convencionales de energías renovables, lo que necesitan Medellín y Cali juntas
Para Ibarra este es un mensaje del Gobierno que demuestra que “el camino correcto son las contrataciones a largo plazo que brindan la estabilidad que no dan las contrataciones cortas”.
De allí que al final, dentro de las conclusiones, varios expertos aseguraron que desde la óptica de los desarrolladores o promotores de proyectos de generación con renovables, no es viable la construcción sin contratos bilaterales de menos de 15 años.
DEIVIS CARO DAZA/ EL PILÓN
[email protected]
Además de una tasa de interés menor y cuotas menos representativas, los expertos aseguran que la contratación a largo plazo de proyectos energéticos brinda mayor estabilidad en los precios de la energía.
En Colombia la semana pasada se dio lo que muchos expertos consideran el paso más importante en inversiones para el sector de las energías alternativas con el inicio de la subasta.
Igualmente, durante toda la semana el diario EL PILÓN mantuvo en su agenda el tema de las energías solares y concluyó con el foro ‘Energías renovables: desarrollo sin límites’. Del encuentro, además de las conocidas conclusiones de las ventajas de las energías renovables, se puso sobre la mesa un tema que empieza a cambiar en Colombia: la contratación a largo plazo.
Es conocida la dependencia de las energías tradicionales a recursos naturales, hace que corran altos riesgos de escasez ante cualquier fenómeno natural. Ya pasó en Colombia en 1992, 1998 y en 2015: racionamiento de energía que incrementó sus precios.
Pero la forma de su contratación también es un factor de riesgo. Tradicionalmente las empresas distribuidoras de electricidad en el Caribe firman contratos por 3 o 5 años. Según Felipe Ibarra, experto desarrollador de proyectos energéticos, los contratos a cortos plazo hacen frágiles a las empresas frente a las dinámicas de los mercados. “Salir al mercado a realizar ofertas para proveer o producir energía obliga al oferente a depender de los cambios de precios que se dan por razones climáticas, de oferta o cualquier otro factor que pueda alterar los precios”, aseveró el experto.
En ese sentido, contratar a largo plazo (de 10 a 15 o 20 años) permite una estabilidad en los precios, que no da la contratación a corto plazo.
“También sale más rentable financiar el proyecto a largo plazo con los bancos”. Así lo cree Felipe Ibarra. La razón es por los tiempos de pago y la tasa de interés. Según el experto, entre más tiempo haya para pagar menor será el valor de la cuota programa y la tasa de interés es menor. “Está demostrado que a los bancos les parecen más interesantes los proyectos a largo plazo por la estabilidad, además que garantizan el mayor aprovechamiento de los recursos”, agregó.
No solo es el aprovechamiento de los recursos, también de maquinaría adquirida mediante compras. En caso de que se firme un contrato a largo plazo para la generación de energía, la inversión en maquinaria será mayor, igual que su uso. “Si yo compro una máquina con una utilidad de 25 años para un contrato de 3 o 5 años, no sale muy rentable”, sostuvo Felipe Ibarra Lacouture, quien desarrolla un proyecto de energía eólica en la subestación instalada del municipio de San Juan del Cesar, La Guajira.
EL CLARO MENSAJE QUE ENVIÓ EL GOBIERNO
La semana que pasó salió al público la subasta para proyectos de producción de energía alternativa de gran envergadura. Según el Ministerio de Minas, se presentaron 22 proyectos de generación de energía a partir de fuentes no convencionales de energías renovables: sol, viento y biomasa.
“Subasta para llevar energía solar y eólica a más hogares en Colombia despierta interés de 27 empresas, demostrando que la transformación energética ya está en marcha”, aseguró desde el ministerio de Minas.
La meta con esta primera subasta, es llegar a los primeros 500 megas de capacidad instalada en fuentes no convencionales de energías renovables.
Los proyectos interesados en participar representan una capacidad instalada de 1.500 megas. Actualmente se habla de la producción de 50 megas, lo que necesita una ciudad como Ibagué, el plan es pasar a 1.500 megas de capacidad instalada en fuentes no convencionales de energías renovables, lo que necesitan Medellín y Cali juntas
Para Ibarra este es un mensaje del Gobierno que demuestra que “el camino correcto son las contrataciones a largo plazo que brindan la estabilidad que no dan las contrataciones cortas”.
De allí que al final, dentro de las conclusiones, varios expertos aseguraron que desde la óptica de los desarrolladores o promotores de proyectos de generación con renovables, no es viable la construcción sin contratos bilaterales de menos de 15 años.
DEIVIS CARO DAZA/ EL PILÓN
[email protected]