A pocos días de haber comenzado el invierno, el municipio más afectado en el Cesar es Pueblo Bello, en donde a raíz de la caída del puente la Honda sobre el río Los Clavos, la población quedó incomunicada vía terrestre.
Cuando se cayó la estructura en noviembre del año pasado, la Gobernación habilitó un paso alterno, por el que tampoco se puede transitar debido a que el río Los Clavos se crece cada vez que llueve y los conductores deben esperar hasta cuatro horas a que baje el agua para entrar o salir de Pueblo Bello.
Gonzalo Becerra, conductor de una empresa de transporte, explicó que viven un verdadero drama desde que se recrudeció el invierno.
“Las crecientes son altas, nos trataron de colocar una tubería en el río Los Clavos pero no han hecho nada, las obras del puente están atrasadas y los carros demoran hasta siete horas esperando que baje el río”, mencionó Becerra.
El lunes llovió toda la tarde, lo que obligó a muchos transportadores a salir del municipio alrededor de las 11 de la noche después que bajó la creciente.
Becerra afirmó que debido a las lluvias que caen a diario, después de una de la tarde no se puede ni entrar ni salir del municipio, porque es peligroso.
“Que tal una creciente y uno esté atollado, puede ocurrir una catástrofe, el llamado que uno hace es la gobernador para que habilite un paso, porque ellos dicen que van a colocar una alcantarilla, pero eso provocaría una avalancha”, afirmó Becerra.
Ángel Sánchez, otro conductor aseguró que viven una grave situación, “el puente colapsó en noviembre y tuvieron seis o siete meses de fuerte verano y no movieron una piedra en ese puente, ahora estamos incomunicados, esperando cuatro y cinco horas a que baje el agua para poder pasar. Nos dijeron que el puente lo entregan en julio, pero lo que no sabemos es de que año y uno con esta situación de no poder salir ni entrar”.
Debido a esto, las cosechas no las pueden bajar, el número de pasajeros ha disminuido, incluso en la mañana de ayer, 20 profesores que de Valledupar van hasta Pueblo Bello a dictar clases, tuvieron que quedarse porque los vehículos que los transportan son pequeños y no pudieron atravesar el afluente.
Los Clavos no es el único río que afecta a los habitantes del municipio enclavado en la Sierra Nevada de Santa Marta, el Montegrande también los tiene en aprietos, pues el lunes se creció casi dos metros y no dejó pasar a nadie.
Se cayó el techo
Como si no fuera suficiente con el río crecido, a la Alcaldía de Pueblo Bello se le cayó el techo el pasado lunes.
José Víctor Mestre, secretario de Gobierno, explicó que se presentó un represamiento en el cielo raso y debido al peso éste se cayó afectando el despacho del alcalde Juan Francisco Villazón.
“Se dobló toda la estructura y el cielo raso se cayó, se afectaron los archivos, todo lo que es contratación, la parte correspondiente a Planeación, Jurídica y la oficina del alcalde”, dijo Mestre.
Además de la documentación, también resultados afectados elementos de oficina y computadores.
En cuanto al puente, Mestre dijo con el gobernador se estudia la posibilidad de construir un puente militar mientras construyen el otro en concreto por parte del contratista que realiza el proyecto vial El Zanjón-Pueblo Bello.
Manaure
En este municipio ubicado en estribaciones de la Serranía del Perijá las autoridades no han podido bajar el nivel de riesgo en que se encuentran los estudiantes de la zona rural.
En primer lugar, los niños de la vereda Hondo del Río a diario deben cruzar el caudaloso río Manaure, a través de un improvisado puente construido con troncos para poder asistir al colegio ubicado en el casco urbano.
“La orden a los padres de familia de parte del rector y de nosotros como administración municipal es que cuando se presenten esas circunstancias, fenómenos naturales, los alumnos obviamente se queden en casa, no los manden a clases”, dijo el alcalde Ever Santana.
En segundo lugar, los 56 estudiantes de la Institución Educativa San Antonio, sede La Vega de Jacob, en el corregimiento La Tomita, donde los niños reciben las clases en una zona de alto riesgo, a escasos 10 metros del río.
“Ya estamos en proceso de reubicación de esa escuela, es una propuesta inicial en la parte de educación de esta administración; ya tengo el proyecto, estamos consiguiendo el terreno”, agregó el alcalde.
La Gloria
Si por Pueblo Bello llueve por La Gloria no escampa. Este municipio ubicado en la ribera del río Magdalena está a punto de quedar incomunicado.
El Magdalena ha crecido cuatro metros y 54 centímetros y ha socavado la banca de la carretera.
La Gloria solo tiene una vía de acceso y el río ha afectado unos 200 metros, “el río está pegando fuertemente en esa parte y se llevó un muro de protección que teníamos con bolsas, nos preocupa porque podemos quedar incomunicados”, dijo el coordinador de la Oficina del Gestión del Riesgo del Municipio, Armando Amaris.
Además de la vía que es lo que más les preocupa, están afectados por la ola invernal la vereda Palomar y el corregimiento de La Carolina.
El río sigue creciendo y el temor es que llegue a la cota de desbordamiento que es de seis metros y allí si haga estragos.
Este municipio es uno de los que en temporada fuerte de invierno, es inundado por el Magdalena y el agua deben sacarla con motobomba.
Tamalameque
En este municipio cada vez que llueve los aguaceros se prolongan por cuatro o cinco horas y llegan con vientos huracanados.
En los últimos días, la lluvia ha aumentado en dos metros y 55 centímetros el nivel del río Magdalena y afectado cultivos de pancoger en las veredas de Nuevo Triunfo, San Francisco, Isla Hermosa y Mateguadua.
El coordinador de la Defensa Civil, Enrique Hernández Palomino, explicó que la quebrada La Floresta arrastró mucho material de arrastre generando taponamiento sobre el puente del corregimiento de Brisas.
Gamarra
Aunque está lloviendo y el río está crecido, en el municipio de Gamarra no se ha presentado ninguna emergencia, además que cuenta con un fuerte y alto muro de protección.
Chimichagua
La ciénaga de la Zapatosa ha aumentado su nivel, no hay afectados, pero la población tiene temor de que en los próximos días se desborde y ocasione daños.
Este municipio atraviesa una crítica situación económica, porque el verano acabó con cultivos y no hubo pesca. Ahora con la ola invernal, los pescadores tampoco pueden ejercer su labor.
Valledupar
Permanece la alerta amarilla en el río Guatapurí y realizan monitoreo permanente para poder evacuar en la zona baja en caso de una emergencia.
La secretaria de Gobierno, Sandra Cujía, explicó que hicieron monitoreo en los corregimientos de Los Corazones, Alto de la Vuelta y Badillo, en donde inspeccionaron el caudal del río.
“Estamos en comunicación permanente con los corregimientos de Guatapurí, Chemesquemena y Atánquez, las alarmas están prendidas para en caso de emergencia poder evacuar a tiempo en el balneario Hurtado y la parte baja”, dijo Cujía.
La secretaria afirmó que esta semana inician una campaña de entrega de volantes para alertar sobre la ola invernal y que la gente pueda tomar medidas.
En la margen derecha del Guatapurí en Valledupar aún no se han presentado afectaciones en las casas de estos barrios subnormales, pero sí se han crecido las acequias que atraviesas esos barrios inundando más de 30 viviendas.
Crecientes súbitas
En Atánquez, según dijo el corregidor Ricardo Romero se han presentado crecientes súbitas y los ríos Chikuiña, Candela y Pontón han aumentado su caudal notablemente.
Media Luna
El corregimiento de Media Luna, en jurisdicción del municipio de San Diego, las cosas están delicadas, debido a deslizamiento de tierra que la semana pasada sepultó un buldócer, según dijo el líder comunitario Francisco Mora.
“El invierno está fuerte en la Serranía del Perijá, en estos momento las vías están completamente dañadas, muy malas para el tráfico vehicular como de las mulas, necesitamos que el gobierno las arregle porque nos ha tocado a pico y pala”, dijo Mora.
Además explicó que en inmediaciones del cerro de Guaymaral se han presentado deslizamientos de terreno.
Los habitantes piden arreglo de las vías en las veredas Los Encantos, Castillo y La Bodega, porque los fletes ya se incrementaron y no pueden bajar las cosechas de aguacate.
El coordinador de Gestión del Riesgo en el Cesar, Juan Felipe Bermúdez, afirmó que en todo el departamento ha llovido y están realizando varias acciones en los municipios más afectados.
Es así como en Tamalameque hacen limpieza de la quebrada La Floresta en donde se presentó el taponamiento de material de arrastre, en Pueblo Bello tendrían reunión en la tarde de ayer para tomar decisiones.

Con la caída del techo las oficinas más afectadas en la Alcaldía de Pueblo Bello fueron la del Alcalde, Jurídica y archivo. EL PILÓN/Cortesía
Hasta ahora los municipios más afectados por el invierno son Pueblo Bello y La Gloria, el primero que queda incomunicado cada vez que llueve.
Sandra Santiago B.
Sandra.santiago@elpilon.com.co
















