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Especial - 17 mayo, 2023

El curioso sentido cambiante de las palabras

Un repaso por la evolución semántica de algunas palabras, nos revela su curioso y hasta paradójico tránsito a veces hacia sentidos totalmente contrarios al original.

El aspecto cultural incide en el significado de muchas palabras.
El aspecto cultural incide en el significado de muchas palabras.
Boton Wpp

Con las palabras sucede lo mismo que con la imagen social de las personas, por eso se puede decir que algunas de estas palabras en su devenir, han experimentado procesos de cambio semántico, puede ser también de envilecimiento y otras de ennoblecimiento.  

Un repaso por la evolución semántica de algunas palabras, nos revela su curioso y hasta paradójico tránsito a veces hacia sentidos totalmente contrarios al original. 

Las palabras también evolucionan.

FORNICAR proviene del latín “fornicare” que eran las curvaturas inferiores de los arcos en los puentes en la antigua Roma, en cuyas bóvedas se apostaban las prostitutas y allí mismo complacían a sus clientes. Por su parte, RAMERA como se le llama a las mujeres de “generosa sonrisa vertical”, deriva de “ramo”; porque, fingiendo tener taberna, estas mujeres ponían como señal un ramo en su puerta en la Roma antigua.  

Un caso de ennoblecimiento sucedió con la palabra PEDAGOGO, que en plenitud de Grecia era un siervo que cuidaba de los niños y actualmente designa al experto en las ciencias de la enseñanza. A continuación, veamos algunas palabras cuyos orígenes son tan curiosos y a veces tan alejados de su significado actual, en las cuales notaremos cómo se ennoblecen y otras se envilecen.

TRABAJO que hoy se matiza como virtud, se origina del latín “tripalio”, que era un instrumento por formado por tres palos para infligir indignantes torturas.  Tanta labor era apenas medio compensada por el SALARIO que   viene de sal, pues en Roma era tan escasa y, por lo tanto, valiosa, que se pagaba a los obreros con sal. La MONEDA que recibían los trabajadores deriva su nombre del templo situado al lado del taller donde se fundían, el dedicado a Juno Moneta – o Juno la avisadora-.

Por su parte, SUELDO, significaba originalmente “sólido”, así se llamaba la moneda de oro con que se pagaba a los legionarios franceses. Pocos tenían para ahorrar en Europa, pero sí usaban el BANCO; en Europa había muchas monedas, quienes las cambiaban se sentaban en bancos en las plazas. La gente decía –vamos al banco de Pérez – de allí vino la denominación para estas empresas.

Otro ejemplo, la palabra SICARIO proviene de la época de Jesucristo en dominios palestinos de los romanos cuando la secta judía de los zelotas, solía usar un puñal de punta muy aguda y curvo filo. El “Sicarii” era entre ellos, la persona que escondía un puñal llamado “sica” entre sus ropas para defenderse de los romanos. Hay quienes sostienen que el mismo Jesús de Galilea se hizo acompañar de voluntarios sicarios.

En lo que concierne con algunos oficios y denominaciones, CHOFER nace del francés “chauffeur”, quien era el que mantenía vivo los fogones (el fogonero) de los trenes de vapor, así que no siempre fue quien conducía la máquina y se ganaba las sonrisas de las mujeres.  

El ASESOR se deriva del latín Asessor, ‘el que se sienta al lado’. Es decir, que en un principio el asesor era el que se sentaba al lado de una persona poderosa. CAMARADA no fue siempre ese cliché para saludarse los comunistas, sindicalistas y afectos a la izquierda, pues así se decían, durante la revolución francesa, los soldados que compartían la misma cama.

Mientas que ASESINO proviene del árabe ḥaššāšīn ‘adictos al hachís’, nombre aplicado a los secuaces del sectario musulmán conocido por el ‘Viejo de la Montaña’, siglo XI, quienes fanatizados por su jefe y embriagados de hachís, se dedicaban a ejecutar sangrientas venganzas políticas. El BRIBÓN, paradójicamente se relaciona con la Biblia.

La palabra viene de briba, que a su vez tenía el sentido de ‘sabiduría’. Se entendía por bribia la elocuencia persuasiva del mendigo para inspirar lástima y piedad, usando oraciones y los argumentos religiosos, sacados del texto sagrado como lo hacen hoy ciertos predicadores de mercados y buses cuando piden piadosas “ofrendas”. CRETINO, entendido hoy como ‘estúpido’, ‘necio’ no tenía esa carga despectiva.

Deriva del francés crétin, tomado a su vez de un dialecto de la Suiza francesa, donde chrétien es ‘cristiano’, aplicada allí como eufemismo compasivo. Igual envilecimiento pasó con IDIOTA, entre los griegos, era el que se ocupaba de asuntos particulares y privados apartándose de los asuntos públicos y la vida social.  

La AZAFATA hace muchos años eran las criadas de la reina encargadas de su ajuar. Nada de andar encarapitada en un avión atendiendo miedos, peticiones, antojos y piropos de los pasajeros, así que ha sufrido ennoblecimiento. El SEMÁFORO que hoy regula la movilidad fue en tiempos pasados un telégrafo óptico usado en las costas para comunicarse con los buques por medio de señales. Si hoy entendemos como EXTRAVAGANTE lo bizarro, extraño, apartado de lo común, antiguamente en el régimen eclesiástico se llamaba así a los derechos de entierro.

Si se hace la comparación entre el sentido que tenían algunas palabras en los diccionarios antiguos y los más recientes, también se evidencia estos cambios de sentido. Una publicación de la BBC News Mundo (2020) explica que la palabra FORMIDABLE en el “Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española” (NTLLE), en su edición de 1780 significaba “horroroso, pavoroso, y que infunde asombro y miedo”. Hoy lo usamos para dar a entender que algo fue fabuloso, asombroso o fuera de lo común.

El mismo diccionario en 1611 decía que RETRETE era solo un “aposento pequeño y recogido en la parte más secreta de la casa, y más apartada”. Hoy en día, así se designa el lugar donde vaciamos la vejiga y el vientre. También el diccionario antiguo nos revela que BIZARRO era sinónimo de “generoso, alentado, gallardo, lleno de noble espíritu, lozanía y valor”. Hoy en cambio se designa así lo que es extraño, fuera de lo común y hasta disparatado.

El diccionario de 1495 nos decía que VILLANO era aquel que habitaba en una villa. Actualmente, un villano es quien comete acciones negativas o dañinas, “el malo” o antagonista de historietas y películas. ÁLGIDO en el NTLLE de 1853 significaba “que hiela”, no se sabe cómo con el tiempo llegó a significar el punto más caliente, el de más tensión o crítico en un asunto.

Al margen de este diccionario, COQUETO surge del francés coquette- de coq ‘gallo’- porque los coquetos alardean en presencia de mujeres como un gallo entre gallinas. También curiosos son los orígenes de palabras como VENENO que contradictoriamente proviene de Venus, nombre de la diosa romana del amor. Designaba una pócima afrodisiaca que podía tener efectos letales. La palabra LENTE viene de lenteja, pues en el siglo XIV a los pequeños vidrios usados como gafas se les comparaba con las lentejas por su tamaño. 

También se conjetura que la expresión   OK (Okey) que se ha vuelto universal para significa “todo bien” surge cuando durante la guerra civil en Estados Unidos, llegaban las tropas y eran recibidas por los angustiados familiares de combatientes. Ellos pintaban en pizarras O.K con lo que quería decir “0 killed” o “Cero muertos”. Más curioso es el origen de YUCATÁN como se le denomina una península de México. Se dice que los conquistadores españoles interrogaban a un indígena que encontraron sobre el nombre de esa zona y este respondió “Yu ca tán” que quería decir “Yo no soy de aquí”.

Caso similar es la famosa anécdota del origen del nombre de esos curiosos animales que son los CANGUROS. Los colonos ingleses, maravillados con el brincón animal le preguntaron a un aborigen australiano sobre el nombre de la especie y este dijo “Kan ghu ru” que quería decir “No te entiendo”. Tantas historias curiosas, paradojales, contradictorias y asombrosas hay detrás de las palabras que usamos. Indagar sobre esto es una oportunidad de celebrar la riqueza cultural e histórica que esconde el idioma que heredamos. 

ABEL MEDINA SIERRA/ ESPECIAL PARA EL PILÓN 

Especial
17 mayo, 2023

El curioso sentido cambiante de las palabras

Un repaso por la evolución semántica de algunas palabras, nos revela su curioso y hasta paradójico tránsito a veces hacia sentidos totalmente contrarios al original.


El aspecto cultural incide en el significado de muchas palabras.
El aspecto cultural incide en el significado de muchas palabras.
Boton Wpp

Con las palabras sucede lo mismo que con la imagen social de las personas, por eso se puede decir que algunas de estas palabras en su devenir, han experimentado procesos de cambio semántico, puede ser también de envilecimiento y otras de ennoblecimiento.  

Un repaso por la evolución semántica de algunas palabras, nos revela su curioso y hasta paradójico tránsito a veces hacia sentidos totalmente contrarios al original. 

Las palabras también evolucionan.

FORNICAR proviene del latín “fornicare” que eran las curvaturas inferiores de los arcos en los puentes en la antigua Roma, en cuyas bóvedas se apostaban las prostitutas y allí mismo complacían a sus clientes. Por su parte, RAMERA como se le llama a las mujeres de “generosa sonrisa vertical”, deriva de “ramo”; porque, fingiendo tener taberna, estas mujeres ponían como señal un ramo en su puerta en la Roma antigua.  

Un caso de ennoblecimiento sucedió con la palabra PEDAGOGO, que en plenitud de Grecia era un siervo que cuidaba de los niños y actualmente designa al experto en las ciencias de la enseñanza. A continuación, veamos algunas palabras cuyos orígenes son tan curiosos y a veces tan alejados de su significado actual, en las cuales notaremos cómo se ennoblecen y otras se envilecen.

TRABAJO que hoy se matiza como virtud, se origina del latín “tripalio”, que era un instrumento por formado por tres palos para infligir indignantes torturas.  Tanta labor era apenas medio compensada por el SALARIO que   viene de sal, pues en Roma era tan escasa y, por lo tanto, valiosa, que se pagaba a los obreros con sal. La MONEDA que recibían los trabajadores deriva su nombre del templo situado al lado del taller donde se fundían, el dedicado a Juno Moneta – o Juno la avisadora-.

Por su parte, SUELDO, significaba originalmente “sólido”, así se llamaba la moneda de oro con que se pagaba a los legionarios franceses. Pocos tenían para ahorrar en Europa, pero sí usaban el BANCO; en Europa había muchas monedas, quienes las cambiaban se sentaban en bancos en las plazas. La gente decía –vamos al banco de Pérez – de allí vino la denominación para estas empresas.

Otro ejemplo, la palabra SICARIO proviene de la época de Jesucristo en dominios palestinos de los romanos cuando la secta judía de los zelotas, solía usar un puñal de punta muy aguda y curvo filo. El “Sicarii” era entre ellos, la persona que escondía un puñal llamado “sica” entre sus ropas para defenderse de los romanos. Hay quienes sostienen que el mismo Jesús de Galilea se hizo acompañar de voluntarios sicarios.

En lo que concierne con algunos oficios y denominaciones, CHOFER nace del francés “chauffeur”, quien era el que mantenía vivo los fogones (el fogonero) de los trenes de vapor, así que no siempre fue quien conducía la máquina y se ganaba las sonrisas de las mujeres.  

El ASESOR se deriva del latín Asessor, ‘el que se sienta al lado’. Es decir, que en un principio el asesor era el que se sentaba al lado de una persona poderosa. CAMARADA no fue siempre ese cliché para saludarse los comunistas, sindicalistas y afectos a la izquierda, pues así se decían, durante la revolución francesa, los soldados que compartían la misma cama.

Mientas que ASESINO proviene del árabe ḥaššāšīn ‘adictos al hachís’, nombre aplicado a los secuaces del sectario musulmán conocido por el ‘Viejo de la Montaña’, siglo XI, quienes fanatizados por su jefe y embriagados de hachís, se dedicaban a ejecutar sangrientas venganzas políticas. El BRIBÓN, paradójicamente se relaciona con la Biblia.

La palabra viene de briba, que a su vez tenía el sentido de ‘sabiduría’. Se entendía por bribia la elocuencia persuasiva del mendigo para inspirar lástima y piedad, usando oraciones y los argumentos religiosos, sacados del texto sagrado como lo hacen hoy ciertos predicadores de mercados y buses cuando piden piadosas “ofrendas”. CRETINO, entendido hoy como ‘estúpido’, ‘necio’ no tenía esa carga despectiva.

Deriva del francés crétin, tomado a su vez de un dialecto de la Suiza francesa, donde chrétien es ‘cristiano’, aplicada allí como eufemismo compasivo. Igual envilecimiento pasó con IDIOTA, entre los griegos, era el que se ocupaba de asuntos particulares y privados apartándose de los asuntos públicos y la vida social.  

La AZAFATA hace muchos años eran las criadas de la reina encargadas de su ajuar. Nada de andar encarapitada en un avión atendiendo miedos, peticiones, antojos y piropos de los pasajeros, así que ha sufrido ennoblecimiento. El SEMÁFORO que hoy regula la movilidad fue en tiempos pasados un telégrafo óptico usado en las costas para comunicarse con los buques por medio de señales. Si hoy entendemos como EXTRAVAGANTE lo bizarro, extraño, apartado de lo común, antiguamente en el régimen eclesiástico se llamaba así a los derechos de entierro.

Si se hace la comparación entre el sentido que tenían algunas palabras en los diccionarios antiguos y los más recientes, también se evidencia estos cambios de sentido. Una publicación de la BBC News Mundo (2020) explica que la palabra FORMIDABLE en el “Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española” (NTLLE), en su edición de 1780 significaba “horroroso, pavoroso, y que infunde asombro y miedo”. Hoy lo usamos para dar a entender que algo fue fabuloso, asombroso o fuera de lo común.

El mismo diccionario en 1611 decía que RETRETE era solo un “aposento pequeño y recogido en la parte más secreta de la casa, y más apartada”. Hoy en día, así se designa el lugar donde vaciamos la vejiga y el vientre. También el diccionario antiguo nos revela que BIZARRO era sinónimo de “generoso, alentado, gallardo, lleno de noble espíritu, lozanía y valor”. Hoy en cambio se designa así lo que es extraño, fuera de lo común y hasta disparatado.

El diccionario de 1495 nos decía que VILLANO era aquel que habitaba en una villa. Actualmente, un villano es quien comete acciones negativas o dañinas, “el malo” o antagonista de historietas y películas. ÁLGIDO en el NTLLE de 1853 significaba “que hiela”, no se sabe cómo con el tiempo llegó a significar el punto más caliente, el de más tensión o crítico en un asunto.

Al margen de este diccionario, COQUETO surge del francés coquette- de coq ‘gallo’- porque los coquetos alardean en presencia de mujeres como un gallo entre gallinas. También curiosos son los orígenes de palabras como VENENO que contradictoriamente proviene de Venus, nombre de la diosa romana del amor. Designaba una pócima afrodisiaca que podía tener efectos letales. La palabra LENTE viene de lenteja, pues en el siglo XIV a los pequeños vidrios usados como gafas se les comparaba con las lentejas por su tamaño. 

También se conjetura que la expresión   OK (Okey) que se ha vuelto universal para significa “todo bien” surge cuando durante la guerra civil en Estados Unidos, llegaban las tropas y eran recibidas por los angustiados familiares de combatientes. Ellos pintaban en pizarras O.K con lo que quería decir “0 killed” o “Cero muertos”. Más curioso es el origen de YUCATÁN como se le denomina una península de México. Se dice que los conquistadores españoles interrogaban a un indígena que encontraron sobre el nombre de esa zona y este respondió “Yu ca tán” que quería decir “Yo no soy de aquí”.

Caso similar es la famosa anécdota del origen del nombre de esos curiosos animales que son los CANGUROS. Los colonos ingleses, maravillados con el brincón animal le preguntaron a un aborigen australiano sobre el nombre de la especie y este dijo “Kan ghu ru” que quería decir “No te entiendo”. Tantas historias curiosas, paradojales, contradictorias y asombrosas hay detrás de las palabras que usamos. Indagar sobre esto es una oportunidad de celebrar la riqueza cultural e histórica que esconde el idioma que heredamos. 

ABEL MEDINA SIERRA/ ESPECIAL PARA EL PILÓN