“Confiamos en el Ecce Homo de tal manera que aceptamos su mandato”.
La congregación de los Caballeros del Ecce Homo está integrada por un grupo de hombres de bien, católicos, creyentes en cristo, arraigada por siglos en nuestra iglesia, la cual asentó pilares en la obra de Jesús de Nazaret, la virgen María y las Sagradas Escrituras.
Recuerdo con cariño a sus inspiradores, Aníbal Martínez Zuleta, Álvaro Muñoz Vélez, Orlando Dangond Castro, Jaime Calderón Brujes, Víctor Meza Bornachera y Fredy Socarrás, quienes junto con monseñor Oscar José Vélez Isaza y el reverendo padre Enrique Iceda motivaron a un puñado de hombres de fe, oriundos de esta comarcas y devotos del patrono de Valledupar, quienes unidos en el amor fraternal al creador dedicamos parte de nuestro tiempo en rescatar y mantener las tradiciones en torno a él y convencidos de que el Ecce Homo es la representación viva de Jesucristo, tal como lo presentó a su pueblo Poncio Pilato en Judea, atado a una columna y con una corona de espinas incrustada en su cabeza.
La fiesta del Ecce Homo se conmemora en Valledupar todos los lunes santos, cuenta con miles de devotos, es adulado por millares de habitantes de Valledupar y de Colombia, quienes han comprobado en él, una larga cadena de milagros. Es un día de mucha pasión y exaltación, los cristianos con fe se reencuentran con su patrono a quien piden, suplican y ruegan quienes se aglutinan en los sectores la Plaza Alfonso López y de la iglesia de la inmaculada de la Concepción en espera de compensarles con fervor el favor recibido.
Por su parte, los caballeros del Ecce Homo, profesan su creencia a través de la fe en Cristo por cuanto tenemos la certeza de que él existe, confiamos plenamente en su poder y amor infinito a nosotros, lo cual incluye creer en las enseñanzas de Jesús de Nazareno y protector, quien no nos abandona en los apurados trances, al abatido protege, a las almas desconsoladas y desesperadas escucha en sus súplicas a los corazones tristes y afligidos.
Tenemos la misión de resguardar en su integridad a Jesús hecho hombre y la de permitir que todo aquel que quiera acercarse a él, lo pueda hacer.
Aníbal José Ariza, Rodolfo Campo Soto, William Zequeda, Jhony Vega, Juan Carlos Castro Arias, Aníbal Martínez Pimienta, Armando Maestre Cuello, Carlos Eduardo Campo, Edgardo Ferreira, Enrique Vega, Gonzalo Arzuza, Hugo Carlos Granados, Jesualdo Hernández Mieles, Jhonatan Casadiegos, José Aníbal Oñate Morales, José María Oñate, Juan José López, Luis Padrón, Alejandro Elías Morales, Juan David Vega, ‘Papi’ Socarrás, José Antonio Fernández, Carlos Alberto Morales y Pedro Norberto Castro hacemos parte de ese puñado de hombres quienes movidos por la fe en el señor Jesucristo, incrementamos ese don espiritual, necesario para nuestra salvación el que abonado con el estudio de las sagradas escrituras aprendemos de que la fe es la creencia más profunda de la verdad que se anida en nuestra alma y nos motiva a hacer el bien.
Confiamos en el Ecce Homo de tal manera que aceptamos su mandato y como discípulos obedientes de nuestro padre celestial, confiamos en que perdonará nuestros pecados y nos preparará para que regresemos junto a él.
POR: PEDRO NORBERTO CASTRO ARAUJO/ESPECIAL PARA EL PILÓN
“Confiamos en el Ecce Homo de tal manera que aceptamos su mandato”.
La congregación de los Caballeros del Ecce Homo está integrada por un grupo de hombres de bien, católicos, creyentes en cristo, arraigada por siglos en nuestra iglesia, la cual asentó pilares en la obra de Jesús de Nazaret, la virgen María y las Sagradas Escrituras.
Recuerdo con cariño a sus inspiradores, Aníbal Martínez Zuleta, Álvaro Muñoz Vélez, Orlando Dangond Castro, Jaime Calderón Brujes, Víctor Meza Bornachera y Fredy Socarrás, quienes junto con monseñor Oscar José Vélez Isaza y el reverendo padre Enrique Iceda motivaron a un puñado de hombres de fe, oriundos de esta comarcas y devotos del patrono de Valledupar, quienes unidos en el amor fraternal al creador dedicamos parte de nuestro tiempo en rescatar y mantener las tradiciones en torno a él y convencidos de que el Ecce Homo es la representación viva de Jesucristo, tal como lo presentó a su pueblo Poncio Pilato en Judea, atado a una columna y con una corona de espinas incrustada en su cabeza.
La fiesta del Ecce Homo se conmemora en Valledupar todos los lunes santos, cuenta con miles de devotos, es adulado por millares de habitantes de Valledupar y de Colombia, quienes han comprobado en él, una larga cadena de milagros. Es un día de mucha pasión y exaltación, los cristianos con fe se reencuentran con su patrono a quien piden, suplican y ruegan quienes se aglutinan en los sectores la Plaza Alfonso López y de la iglesia de la inmaculada de la Concepción en espera de compensarles con fervor el favor recibido.
Por su parte, los caballeros del Ecce Homo, profesan su creencia a través de la fe en Cristo por cuanto tenemos la certeza de que él existe, confiamos plenamente en su poder y amor infinito a nosotros, lo cual incluye creer en las enseñanzas de Jesús de Nazareno y protector, quien no nos abandona en los apurados trances, al abatido protege, a las almas desconsoladas y desesperadas escucha en sus súplicas a los corazones tristes y afligidos.
Tenemos la misión de resguardar en su integridad a Jesús hecho hombre y la de permitir que todo aquel que quiera acercarse a él, lo pueda hacer.
Aníbal José Ariza, Rodolfo Campo Soto, William Zequeda, Jhony Vega, Juan Carlos Castro Arias, Aníbal Martínez Pimienta, Armando Maestre Cuello, Carlos Eduardo Campo, Edgardo Ferreira, Enrique Vega, Gonzalo Arzuza, Hugo Carlos Granados, Jesualdo Hernández Mieles, Jhonatan Casadiegos, José Aníbal Oñate Morales, José María Oñate, Juan José López, Luis Padrón, Alejandro Elías Morales, Juan David Vega, ‘Papi’ Socarrás, José Antonio Fernández, Carlos Alberto Morales y Pedro Norberto Castro hacemos parte de ese puñado de hombres quienes movidos por la fe en el señor Jesucristo, incrementamos ese don espiritual, necesario para nuestra salvación el que abonado con el estudio de las sagradas escrituras aprendemos de que la fe es la creencia más profunda de la verdad que se anida en nuestra alma y nos motiva a hacer el bien.
Confiamos en el Ecce Homo de tal manera que aceptamos su mandato y como discípulos obedientes de nuestro padre celestial, confiamos en que perdonará nuestros pecados y nos preparará para que regresemos junto a él.
POR: PEDRO NORBERTO CASTRO ARAUJO/ESPECIAL PARA EL PILÓN