El comandante del Departamento de Policía Cesar, coronel Eduardo Chamorro Pinzón, detalló que de manera rápida las autoridades se trasladaron a la zona para controlarla.
El congresista criticó la política de Paz Total del Gobierno Nacional.
El secretario de Gobierno departamental, Eduardo Esquivel, ratificó que aumentaron los patrullajes de seguridad en Media Luna y otras áreas del departamento del Cesar.
El ente tiene unas órdenes de captura por materializar sobre los últimos hechos de violencia en el municipio.
Luego de la alerta temprana que lanzó la Defensoría del Pueblo por el riesgo electoral que hay en el departamento por la presencia de grupos al margen de la ley, este medio de comunicación indagó la manera cómo están distribuidos.
Durante una visita de la Defensoría del Pueblo y la ONU se confirmó que Andrés David Díaz fue asesinado en Pueblo Bello por varios sujetos armados y vestidos de camuflado.
Esta reflexión pretende entregar algunos elementos para el análisis de las causas del conflicto y avanzar hacia la construcción de paz, el fortalecimiento del Estado y la democracia en los escenarios locales.
Las alertas tempranas las emitió la Defensoría del Pueblo en 2018 y 2019; aún están vigentes.
El Alto Comisionado para la Paz, Daniel Ceballos, indicó que grupos armados al margen de la ley generan zozobra y terror en los indígenas asentados en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Los Pelusos y el ELN son las estructuras criminales que inquietan a las comunidades en la región, aunque para las autoridades su presencia es mínima. De estos dos grupos, la Policía Nacional ha realizado capturas en los últimos meses.
Amenazas y asesinatos selectivos de líderes sociales revelan que el conflicto armado en el Magdalena, Cesar y La Guajira sigue vivo, con viejos y nuevos actores
El desarme de estos dos grupos subversivos abrió una ventana de esperanza para algunos ciudadanos y excombatientes, quienes en medio de las dificultades miran que el presente es mejor que los tiempos de mayor auge del conflicto armado.
Entre los años de 2000 y 2002 las comunidades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta y los paramilitares se sentaron para negociar un acuerdo que pusiera fin a los ataques en contra de los pueblos ancestrales.