Este año, se abrirán 230 nuevos supermercados de la marca.
De acuerdo con el vocero de los arroceros, los problemas están en el acueducto.
Hay que recordar que dicho cereal es indispensable para el ciudadano de a pie, siempre está presente en el almuerzo, en el tradicional ‘corrientazo’ y es parte fundamental de la gastronomía colombiana.
A la baja precipitación se suma una deuda histórica de las entidades públicas con los agricultores: un sistema de riego, lo cual ha impedido que aumente la competitividad del sector.
Los agricultores de la región sufren pérdidas económicas por un “mercado de especulaciones” que dejó el kilo de arroz paddy verde entre $950 y $1.000 y el bulto de 50 kilos de arroz blanco en $95.000.
La baja demanda del sector de la hotelería y los restaurantes, así como los efectos de la pandemia del covid-19 y una competencia arrocera proveniente de otras regiones del país son algunos de los factores que han atacado el arroz cesarense.
La caída en un 22.8 % de los precios de arroz paddy verde podría repercutir en las ganancias futuras de los arroceros del Cesar y del sur de La Guajira.
A nivel nacional, el Gobierno del presidente Iván Duque le apuesta a unas 478 mil hectáreas de arroz en todo el 2019.
Mientras que en el resto del país el precio piso de arroz paddy oscila entre $126 mil a $140 mil, en el Cesar y La Guajira quedó en $119.500.
Pese a la crisis que vive el sector agropecuario en el Cesar, el cual hace poco estuvo a punto de movilizarse, no fue tenido en cuenta para el Acuerdo para la Prosperidad, APP que realizará este 28 de septiembre el presidente Juan Manuel Santos.
El precio base de la tonelada de arroz es de 920 mil pesos, pero tres molinos lo bajaron, lo que hizo que los arroceros encendieran las alarmas.
Los TLC abrieron los mercados para las frutas y hortalizas, en especial piña, mango, melón. El Municipio se comprometió con un proyecto, pero hasta ahora no ha hecho nada.
En los albores de los años setenta del siglo pasado, Valledupar, todavía era el dorado de la región, la atracción de miles de campesinos de diferentes regiones de la costa, que nos veían como la solución a sus problemas económicos y llegaban a nuestra localidad, atraídos por el cultivo de algodón y arroz.
El arroz fue en su momento, el motor del campo para el Cesar; hoy la siembra de frutas y hortalizas lo ha reemplazado
La tradición de siembra en los productores agropecuarios del Cesar podrían cambiar, el TLC vislumbra apostarle a las frutas y hortalizas.