Un clamor general, un pedido de auxilio por la seguridad y el orden de Valledupar se escucha en todos los estamentos de nuestro pueblo.
Hay miles de razones que nos permiten soñar, y dentro de las razones, pocas justificaciones que nos impulsan a luchar por esos sueños.
A través de las redes sociales, se puede leer mensajes de gratitud que se cruzan el rector Fabio Torres y Silvestre Dangond y unas fotos donde abrazados, se demuestran ese cariño incólume que solo puede existir entre verdaderos amigos y hermanos.
Dice la máxima popular que ‘Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde’, algo cierto en la vida.
La gratitud es un valor que debemos cultivar y tener presente en los actos más grandiosos y también en los más sencillos y elementales.
Nos ha tocado como columnista, como miembro del Colegio Nacional de Periodistas - CNP Seccional Cesar, como alumno y también como docente y doliente de la Universidad Popular del Cesar, denunciar las cosas malas que han entristecido y ensombrecido su accionar a lo largo de su historia.
Una universidad que navegaba sin rumbo ni timonel, esa misma que todavía tiene sus desniveles, propios de todo ese recorrido nefasto en la que la han venido sumergiendo sus más terribles detractores; es decir aquellos que solo ven en ella una oportunidad económica personal; hoy la UPC está enderezando su rumbo.
La alusión de Ta’ Malo, para designarle nombre a su nueva producción musical, esas son vainas de Silvestre.
Cuando hacemos alusión a la amistad, casi todos, pregonamos tener pocos amigos, por cuanto referenciamos el tema de la amistad, con la fidelidad, con el apoyo, el contar con el otro de manera sencilla y desinteresada, el sabernos afortunados con el amigo, hombre o mujer, que estaría dispuesto siempre a brindarte la mano.
Eso de procesar, dibujar y publicar ‘las figuritas’ día tras día y que, además, vayan acorde con una realidad meridiana, hablando con trazos y una que otra frase para plasmar con fino humor, con sarcasmo y picardía lo cotidiano de Valledupar, de la región y el ámbito nacional e internacional no es una tarea fácil.
La verdad que no pensé tener que escribir una nota por este medio para efectos de llamar la atención de alguien, de manera individual, para sopesar su accionar e invitarlo a darle un poco de importancia a los valores, principios y responsabilidad.
Al inicio del periodo de gobierno del señor alcalde Mello Castro, le sugerimos desde esta tribuna que no le diera la espalda a la cultura, que buscara elementos y se llenara de requisitos para hacer de esta gestión, la cultural, algo de verdad memorable.
El pasado 15 de agosto de este 2023, se hizo la presentación oficial de los libros ganadores del concurso departamental de poesía 2021 y 2022 en el auditorio principal de la Biblioteca Rafael Carillo Lúquez.
“Con la renuncia de Jaime González a la candidatura de la alcaldía de Valledupar, pierde el debate a un hombre honesto, preparado y decente… pa’lante Jaime, con fuerza y convicción”.
Escuchar esta canción, ‘Lento deprisa’ escrita por el artista kankuamo Andrés Mendiola, y cantada por el hijo de Katia, es una verdadera delicia.
“Las mujeres pobres de pueblo, también paren alcaldes”, decía un candidato, hace unos años, cuando quiso poner a pensar a la gente en que sí se puede llegar, en la política, a ocupar una posición de liderazgo sin ser un gamonal, o sin ser dueño de los miles de millones que se necesitan hoy, para poder, al menos anhelar ser alcalde.
Lo que menos necesita hoy por hoy la gente en Colombia son las ofensas, el señalamiento perverso para hundir en el fango de la blasfemia a quien no piense como yo, el deterioro de la tranquilidad y el irrespeto personal ante las diferencias.
Si hay algo importante en la vida de un ser humano es la salud, eso es por principio algo necesario para edificar con bases sólidas lo que viene cuando el tiempo avanza y el ocaso llegue.
«Qué belleza guardan aquellos que no encuentran su lugar entre tanta gente; no es soledad, es un privilegio no encajar». Alejandra Pizarnik
Todo tiene un principio y un fin, es la ley de la vida. Esto lo conocemos a través de la historia y es el imperativo de conciencia que nos convida en este mundo convulsionado.
La naturaleza es sabia, es quien determina, de manera significativa, la razón de vida y rige el desarrollo del mundo; una apreciación muy personal y que quizás tenga detractores, sabios y eruditos que no compartan esta premisa. Otros quizás sí.