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Columnista - 28 agosto, 2023

Instituto Municipal de Cultura para Valledupar

Al inicio del periodo de gobierno del señor alcalde Mello Castro, le sugerimos desde esta tribuna que no le diera la espalda a la cultura, que buscara elementos y se llenara de requisitos para hacer de esta gestión, la cultural, algo de verdad memorable.

Al inicio del periodo de gobierno del señor alcalde Mello Castro, le sugerimos desde esta tribuna que no le diera la espalda a la cultura, que buscara elementos y se llenara de requisitos para hacer de esta gestión, la cultural, algo de verdad memorable.

Recuerdo que, en alguna oportunidad, se invitó a  los representantes de la cultura en sus diferentes manifestaciones con el fin de dialogar con el entonces candidato a la alcaldía, el señor Mello Castro, la asistencia a ‘Tlon Bar’ de los representantes del sector fue casi nula, Memo Silva y yo hablamos con el candidato.

Desde nuestro sentir expresamos lo que a nuestro juicio sería el análisis, el diagnóstico, la radiografía de la cultura en Valledupar. 

De allí salió un compromiso de sentarnos nuevamente cuando ya fuera alcalde. Eso no pasó.

El tiempo fenece y ya a escasos cuatro meses de concluir su periodo, el alcalde Mello Castro, pasó por la cultura sin pena ni gloria.

Con este señor ‘ni fu ni fa’, en la cultura no ha pasado nada. Se sigue improvisando, se siguen haciendo cositas y tejiendo una colcha de retazos para cumplir medianamente con los compromisos del plan de desarrollo.

En este último periodo en la oficina de cultura, está Alejandra Izquierdo, que se preocupa y con esmero trata de llenar el vacío de responsabilidad que ha existido desde antes.

Pero, y es la parte importante del espacio cultural, ella no tiene autonomía para trabajar en procura de fortalecer la política pública cultural.

¿Cómo? Si su autoridad y la gestión están ilimitadas, su oficina depende de la sectorial de educación y por más que quiera no tiene autonomía.

A la cultura en Valledupar le falta un doliente, un profesional que conozca el sector y tenga autonomía de gestión, que jalone recursos y maneje su propio presupuesto, que genere espacios de diálogos y trabajo cooperativo en todos los sectores.

Ahora bien, en este periodo de campañas políticas, de propuestas, de diálogos, entre los aspirantes con toda la comunidad; el ‘Consejo Municipal de Cultura’ de Valledupar, les propone a todos los candidatos un foro.

Pero no un foro cualquiera, uno exclusivo para la cultura en el que se pueda debatir sobre este importante tema; y desde este escenario, los candidatos, nos cuenten qué plantean para la cultura, y qué propuestas hay por parte de la comunidad.

Firmar entre todos un pacto de acción y el ganador de la alcaldía, se dedique a fortalecer las políticas públicas culturales a largo plazo. Hay mucha tela por cortar.

Entre esas acciones está la propuesta de creación de la secretaría de cultura, o el instituto municipal de cultura, lo más viable. 

Esto no es utopía, ni ganas de fomentar la burocracia, todo lo contrario, son deseos de generar políticas estructuradas, serias; con un secretario responsable y sin dependencias terciarias.

Que no se convierta como ahora, en la caja menor de la alcaldía, y el derroche y malos manejos estén a la orden del día.

El instituto municipal de cultura o en su defecto la secretaría de cultura municipal es una necesidad en Valledupar; somos un ente territorial con diversidad étnica y cultural; con un desarrollo turístico especial que merece una atención exclusiva y un doliente efectivo.

Señores candidatos a la alcaldía, este es un llamado perentorio, en sus manos está. Solo Eso.

Por Eduardo Santos Ortega Vergara.

Columnista
28 agosto, 2023

Instituto Municipal de Cultura para Valledupar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Eduardo S. Ortega Vergara

Al inicio del periodo de gobierno del señor alcalde Mello Castro, le sugerimos desde esta tribuna que no le diera la espalda a la cultura, que buscara elementos y se llenara de requisitos para hacer de esta gestión, la cultural, algo de verdad memorable.


Al inicio del periodo de gobierno del señor alcalde Mello Castro, le sugerimos desde esta tribuna que no le diera la espalda a la cultura, que buscara elementos y se llenara de requisitos para hacer de esta gestión, la cultural, algo de verdad memorable.

Recuerdo que, en alguna oportunidad, se invitó a  los representantes de la cultura en sus diferentes manifestaciones con el fin de dialogar con el entonces candidato a la alcaldía, el señor Mello Castro, la asistencia a ‘Tlon Bar’ de los representantes del sector fue casi nula, Memo Silva y yo hablamos con el candidato.

Desde nuestro sentir expresamos lo que a nuestro juicio sería el análisis, el diagnóstico, la radiografía de la cultura en Valledupar. 

De allí salió un compromiso de sentarnos nuevamente cuando ya fuera alcalde. Eso no pasó.

El tiempo fenece y ya a escasos cuatro meses de concluir su periodo, el alcalde Mello Castro, pasó por la cultura sin pena ni gloria.

Con este señor ‘ni fu ni fa’, en la cultura no ha pasado nada. Se sigue improvisando, se siguen haciendo cositas y tejiendo una colcha de retazos para cumplir medianamente con los compromisos del plan de desarrollo.

En este último periodo en la oficina de cultura, está Alejandra Izquierdo, que se preocupa y con esmero trata de llenar el vacío de responsabilidad que ha existido desde antes.

Pero, y es la parte importante del espacio cultural, ella no tiene autonomía para trabajar en procura de fortalecer la política pública cultural.

¿Cómo? Si su autoridad y la gestión están ilimitadas, su oficina depende de la sectorial de educación y por más que quiera no tiene autonomía.

A la cultura en Valledupar le falta un doliente, un profesional que conozca el sector y tenga autonomía de gestión, que jalone recursos y maneje su propio presupuesto, que genere espacios de diálogos y trabajo cooperativo en todos los sectores.

Ahora bien, en este periodo de campañas políticas, de propuestas, de diálogos, entre los aspirantes con toda la comunidad; el ‘Consejo Municipal de Cultura’ de Valledupar, les propone a todos los candidatos un foro.

Pero no un foro cualquiera, uno exclusivo para la cultura en el que se pueda debatir sobre este importante tema; y desde este escenario, los candidatos, nos cuenten qué plantean para la cultura, y qué propuestas hay por parte de la comunidad.

Firmar entre todos un pacto de acción y el ganador de la alcaldía, se dedique a fortalecer las políticas públicas culturales a largo plazo. Hay mucha tela por cortar.

Entre esas acciones está la propuesta de creación de la secretaría de cultura, o el instituto municipal de cultura, lo más viable. 

Esto no es utopía, ni ganas de fomentar la burocracia, todo lo contrario, son deseos de generar políticas estructuradas, serias; con un secretario responsable y sin dependencias terciarias.

Que no se convierta como ahora, en la caja menor de la alcaldía, y el derroche y malos manejos estén a la orden del día.

El instituto municipal de cultura o en su defecto la secretaría de cultura municipal es una necesidad en Valledupar; somos un ente territorial con diversidad étnica y cultural; con un desarrollo turístico especial que merece una atención exclusiva y un doliente efectivo.

Señores candidatos a la alcaldía, este es un llamado perentorio, en sus manos está. Solo Eso.

Por Eduardo Santos Ortega Vergara.