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Columnista - 7 agosto, 2023

Lento de prisa…

Escuchar esta canción, ‘Lento deprisa’ escrita por el artista kankuamo Andrés Mendiola, y cantada por el hijo de Katia, es una verdadera delicia.

“Porque yo soy de la tierra, de la tierra más bonita, donde te hablan de la guerra y te pintan una sonrisa; a donde, si te enamoras, puedes componer canciones y conocer corazones… puedes ir lento deprisa

Escuchar esta canción, ‘Lento deprisa’ escrita por el artista kankuamo Andrés Mendiola, y cantada por el hijo de Katia, es una verdadera delicia.

Y les voy a contar una incidencia, no era este precisamente el tema para la nota de este segundo martes de agosto. 

Porque en medio de tantas vainas malas: políticas, económicas, bochinches de la política, el tema de Petro y su hijo Nicolás, del malvado hijo y del padre desventurado por haber engendrado ese demonio, dicen los mismos Petristas; del alza inmisericorde de la gasolina y del todo caro en la canasta familiar. 

O del atleta monteriano que de manera desprevenida se encontró con la muerte en la Plaza Alfonso López a pleno sol; a media tarde lo abordó un tipo en moto y sin misericordia alguna le disparó y acabó con su vida por un miserable ladrón de celular. Es triste lo que vive la humanidad, pero, en fin, es lo que vivimos.

Pensar en que siempre es lo mismo, con lo feo y desesperante, quise de alguna manera experimentar algo diferente y dejé que una noticia poética musical, me tocara el corazón de forma especial.

Escuchar ‘Chabuco a tres pianos’, y además saber que, en esa producción, el segundo corte lleva un mensaje de esperanza por la vida, por el amor y pretender ir por el mundo lento de prisa.

Puedes de alguna manera, sentir que hablar con la naturaleza es algo gratificante, “como robarme la luna, cuando se encuentre más bella, como hacer de noche oscura y caminar por las estrellas, que me iluminen el cielo para verlas convencido y que me bajen contigo para moverte la tierra”

Esa es la inspiración de un artista, poeta exquisito, de sangre azul o de colores, que cerca o lejos, por ahí nos espera siempre; con su guitarra, su mirada, con un cielo lleno de amor, que se cobija con las nubes que le regala la sierra; justo allá en su tierra, donde el amor se respira como alimento para el alma. Andrés Mendiola, es él, nacido en la tierra más bonita.

Y Chabuco canta de manera especial a tres pianos. Aunque a ciencia cierta, lo digo desde la voz de mi corazón, hasta con su solo sentir le saldría perfecta. O quizás acompañado con la guitarra del compositor y el clima de amor de la sierra y un cielo bonito, ya robado.

“Como por acá te enseñan, a perseverar amando, llévate todas mis fuerzas, que te mantendrán luchando, así me cueste el olvido, tú tienes que seguir volando, ya veremos si el camino, es el mismo pa’ encontrarnos”.

Gracias a Andrés, gracias a Chabuco, el hijo de Hugues Martínez, el de la guitarra fina de lignaria y de Katia Montero; es necesario creer que lo que se hereda no se hurta. 

Aquí está otro hijo pródigo del arte, de la música y el folclor del mundo, de la mano de su aliado de infancia recorriendo un mundo que ellos construyen con amor de amigos.

No se olviden que aquí sigue su tierra. esa que tanto los valora y que, en medio de la guerra, no quiere quedarse sola, donde si el amor se aleja, tú puedes extrañarlo tanto y componer vallenato, justo cuando el alma llora.  Gracias, por existir. Sólo Eso.

Por Eduardo Santos Ortega Vergara.

Columnista
7 agosto, 2023

Lento de prisa…

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Eduardo S. Ortega Vergara

Escuchar esta canción, ‘Lento deprisa’ escrita por el artista kankuamo Andrés Mendiola, y cantada por el hijo de Katia, es una verdadera delicia.


“Porque yo soy de la tierra, de la tierra más bonita, donde te hablan de la guerra y te pintan una sonrisa; a donde, si te enamoras, puedes componer canciones y conocer corazones… puedes ir lento deprisa

Escuchar esta canción, ‘Lento deprisa’ escrita por el artista kankuamo Andrés Mendiola, y cantada por el hijo de Katia, es una verdadera delicia.

Y les voy a contar una incidencia, no era este precisamente el tema para la nota de este segundo martes de agosto. 

Porque en medio de tantas vainas malas: políticas, económicas, bochinches de la política, el tema de Petro y su hijo Nicolás, del malvado hijo y del padre desventurado por haber engendrado ese demonio, dicen los mismos Petristas; del alza inmisericorde de la gasolina y del todo caro en la canasta familiar. 

O del atleta monteriano que de manera desprevenida se encontró con la muerte en la Plaza Alfonso López a pleno sol; a media tarde lo abordó un tipo en moto y sin misericordia alguna le disparó y acabó con su vida por un miserable ladrón de celular. Es triste lo que vive la humanidad, pero, en fin, es lo que vivimos.

Pensar en que siempre es lo mismo, con lo feo y desesperante, quise de alguna manera experimentar algo diferente y dejé que una noticia poética musical, me tocara el corazón de forma especial.

Escuchar ‘Chabuco a tres pianos’, y además saber que, en esa producción, el segundo corte lleva un mensaje de esperanza por la vida, por el amor y pretender ir por el mundo lento de prisa.

Puedes de alguna manera, sentir que hablar con la naturaleza es algo gratificante, “como robarme la luna, cuando se encuentre más bella, como hacer de noche oscura y caminar por las estrellas, que me iluminen el cielo para verlas convencido y que me bajen contigo para moverte la tierra”

Esa es la inspiración de un artista, poeta exquisito, de sangre azul o de colores, que cerca o lejos, por ahí nos espera siempre; con su guitarra, su mirada, con un cielo lleno de amor, que se cobija con las nubes que le regala la sierra; justo allá en su tierra, donde el amor se respira como alimento para el alma. Andrés Mendiola, es él, nacido en la tierra más bonita.

Y Chabuco canta de manera especial a tres pianos. Aunque a ciencia cierta, lo digo desde la voz de mi corazón, hasta con su solo sentir le saldría perfecta. O quizás acompañado con la guitarra del compositor y el clima de amor de la sierra y un cielo bonito, ya robado.

“Como por acá te enseñan, a perseverar amando, llévate todas mis fuerzas, que te mantendrán luchando, así me cueste el olvido, tú tienes que seguir volando, ya veremos si el camino, es el mismo pa’ encontrarnos”.

Gracias a Andrés, gracias a Chabuco, el hijo de Hugues Martínez, el de la guitarra fina de lignaria y de Katia Montero; es necesario creer que lo que se hereda no se hurta. 

Aquí está otro hijo pródigo del arte, de la música y el folclor del mundo, de la mano de su aliado de infancia recorriendo un mundo que ellos construyen con amor de amigos.

No se olviden que aquí sigue su tierra. esa que tanto los valora y que, en medio de la guerra, no quiere quedarse sola, donde si el amor se aleja, tú puedes extrañarlo tanto y componer vallenato, justo cuando el alma llora.  Gracias, por existir. Sólo Eso.

Por Eduardo Santos Ortega Vergara.