Según datos entregados por el encestador Fernando Lucena Rodríguez Torres, en Colombia hay cinco venezolanos actuando en la Liga Profesional y 12 con doble nacionalidad.
“Mucha gente no consigue comida aun teniendo la plata, algunos literalmente se mueren de hambre, lo que muestra la televisión es la realidad de nuestro país”, lamentó Fernando Lucena Rodríguez Torres, un venezolano que encontró en el baloncesto hacer su propio estilo de vida.
Empero, nunca se ha desligado de la situación que vive su país. Habla con propiedad en medio de una realidad que no esconde entre sus palabras. “Para nadie es un secreto lo que está viviendo Venezuela, esto está crítico, hay que hacer las paces entre el gobierno y la oposición para encontrarle una salida a la problemática, uno no puede mentir sobre este desastre social que se registra en el país”, reconoció el jugador de 31 años, quien en la temporada anterior acompañó al quinteto Caciques de Valledupar.
Su vida gira en torno al deporte que desde niño corre por sus venas, pero no se aparta de la realidad en la que hoy está inmersa se país. “Desde 2008 juego en la Liga Profesional de Baloncesto en Colombia, creo que esto ha hecho que de pronto tenga algunas facilidades, con lo que gano mantengo a mi familia, sin embargo, hay otras familias desprotegidas que sí luchan por subsistir en un país en donde no hay comida. El deporte de la cesta es lo que me apasiona, es el sustento de mi vida”, dijo.
Fernando Lucena Rodríguez Torres es uno de los dos venezolanos que hacen parte del conjunto vallenato. Un profesional del balón salmón que vive de cerca la condición social de un país. “Yo tengo doble nacionalidad, mi mamá es de María la Baja, Bolívar, y se mueve entre Cartagena y Puerto Ordaz en dónde actualmente estamos residenciados, ella se fue para Venezuela en 2009; el gobierno y la oposición deben sentarse a dialogar, el pueblo es el que está sufriendo y ya van muchos muertos”, advirtió.
“La gente en Venezuela va a los gimnasios y a los coliseos de baloncesto para pensar otras cosas diferentes al drama que ahí se vive, aquí (Venezuela) van a los colegios para enamorar a los niños en el baloncesto, aquí este deporte se vive de otra forma y lo promocionan mucho por televisión. En Colombia hay cinco venezolanos que actúan en diferentes equipos como extranjeros y 12 con las características de doble nacionalidad”, aseguró el encestador quien lleva más de 15 años de profesión.
De otro lado, reconoció que al baloncesto profesional en Colombia le falta mucha promoción y patrocinio por parte de la empresa privada. “Cómo es posible que hayan acabado la Liga Directv, de esta forma están acabando con los procesos y los niños no van a ver el baloncesto como una alternativa de vida, da tristeza ver los coliseos vacíos, mucha gente desconoce que en su ciudad hay baloncesto profesional, hay que valorar más a los basquetbolista, incluso deben preocuparse por transmitir los partidos, pero debo reconocer que gracias a Colombia he ganado experiencia y ya me reconocen y puedo jugar en equipos venezolanos”, puntualizó.
Los primeros pasos deportivos de Rodríguez Torres iniciaron se transmiten a las escuelas de Puerto Ordaz, fue un ímpetu que desde niño cultivó. Jugó en Islander (San Andrés), Cartagena, Patriotas (Boyacá), Piratas (Tunja), Águilas (Bogotá) y Búcaros (Bucaramanga). En 2015 fue campeón con Patriotas y un año antes fue el segundo mejor encestador de la Liga con un promedio de 17 puntos por partido. Ahora que terminó la temporada en Colombia, fichó con el quinteto Gigantes de Guayanas.
De otro lado, Germán Andrés Rebolledo Ambrosio, es un lavador de carros en un populoso sector de Valledupar; a finales de 2016 llegó a Colombia huyendo de la crisis venezolana. Habla con temor porque conoce la realidad de su país.
Sus palabras cortas y tímidas se las lleva la fuerte brisa que baja desde la Sierra, mientras habla, voltea su cara como queriendo evadir un testimonio desgarrador. “Ese presidente le importa un pepino el sufrimiento del pueblo, allá no hay comida y la gente de Maduro está matando a los civiles, al presidente lo que le interesa es el poder”, aseguró el hombre, cuyo acento venezolano no lo esconde y pide reservar su identidad porque “no quiero ser hombre muerto”.
“Da tristeza ver en Colombia los coliseos vacíos, mucha gente desconoce que en su ciudad hay baloncesto profesional, hay que valorar más a los basquetbolistas, incluso deben preocuparse por transmitir los partidos”: Fernando Lucena Rodríguez.
Nibaldo Bustamante/EL PILÓN
Según datos entregados por el encestador Fernando Lucena Rodríguez Torres, en Colombia hay cinco venezolanos actuando en la Liga Profesional y 12 con doble nacionalidad.
“Mucha gente no consigue comida aun teniendo la plata, algunos literalmente se mueren de hambre, lo que muestra la televisión es la realidad de nuestro país”, lamentó Fernando Lucena Rodríguez Torres, un venezolano que encontró en el baloncesto hacer su propio estilo de vida.
Empero, nunca se ha desligado de la situación que vive su país. Habla con propiedad en medio de una realidad que no esconde entre sus palabras. “Para nadie es un secreto lo que está viviendo Venezuela, esto está crítico, hay que hacer las paces entre el gobierno y la oposición para encontrarle una salida a la problemática, uno no puede mentir sobre este desastre social que se registra en el país”, reconoció el jugador de 31 años, quien en la temporada anterior acompañó al quinteto Caciques de Valledupar.
Su vida gira en torno al deporte que desde niño corre por sus venas, pero no se aparta de la realidad en la que hoy está inmersa se país. “Desde 2008 juego en la Liga Profesional de Baloncesto en Colombia, creo que esto ha hecho que de pronto tenga algunas facilidades, con lo que gano mantengo a mi familia, sin embargo, hay otras familias desprotegidas que sí luchan por subsistir en un país en donde no hay comida. El deporte de la cesta es lo que me apasiona, es el sustento de mi vida”, dijo.
Fernando Lucena Rodríguez Torres es uno de los dos venezolanos que hacen parte del conjunto vallenato. Un profesional del balón salmón que vive de cerca la condición social de un país. “Yo tengo doble nacionalidad, mi mamá es de María la Baja, Bolívar, y se mueve entre Cartagena y Puerto Ordaz en dónde actualmente estamos residenciados, ella se fue para Venezuela en 2009; el gobierno y la oposición deben sentarse a dialogar, el pueblo es el que está sufriendo y ya van muchos muertos”, advirtió.
“La gente en Venezuela va a los gimnasios y a los coliseos de baloncesto para pensar otras cosas diferentes al drama que ahí se vive, aquí (Venezuela) van a los colegios para enamorar a los niños en el baloncesto, aquí este deporte se vive de otra forma y lo promocionan mucho por televisión. En Colombia hay cinco venezolanos que actúan en diferentes equipos como extranjeros y 12 con las características de doble nacionalidad”, aseguró el encestador quien lleva más de 15 años de profesión.
De otro lado, reconoció que al baloncesto profesional en Colombia le falta mucha promoción y patrocinio por parte de la empresa privada. “Cómo es posible que hayan acabado la Liga Directv, de esta forma están acabando con los procesos y los niños no van a ver el baloncesto como una alternativa de vida, da tristeza ver los coliseos vacíos, mucha gente desconoce que en su ciudad hay baloncesto profesional, hay que valorar más a los basquetbolista, incluso deben preocuparse por transmitir los partidos, pero debo reconocer que gracias a Colombia he ganado experiencia y ya me reconocen y puedo jugar en equipos venezolanos”, puntualizó.
Los primeros pasos deportivos de Rodríguez Torres iniciaron se transmiten a las escuelas de Puerto Ordaz, fue un ímpetu que desde niño cultivó. Jugó en Islander (San Andrés), Cartagena, Patriotas (Boyacá), Piratas (Tunja), Águilas (Bogotá) y Búcaros (Bucaramanga). En 2015 fue campeón con Patriotas y un año antes fue el segundo mejor encestador de la Liga con un promedio de 17 puntos por partido. Ahora que terminó la temporada en Colombia, fichó con el quinteto Gigantes de Guayanas.
De otro lado, Germán Andrés Rebolledo Ambrosio, es un lavador de carros en un populoso sector de Valledupar; a finales de 2016 llegó a Colombia huyendo de la crisis venezolana. Habla con temor porque conoce la realidad de su país.
Sus palabras cortas y tímidas se las lleva la fuerte brisa que baja desde la Sierra, mientras habla, voltea su cara como queriendo evadir un testimonio desgarrador. “Ese presidente le importa un pepino el sufrimiento del pueblo, allá no hay comida y la gente de Maduro está matando a los civiles, al presidente lo que le interesa es el poder”, aseguró el hombre, cuyo acento venezolano no lo esconde y pide reservar su identidad porque “no quiero ser hombre muerto”.
“Da tristeza ver en Colombia los coliseos vacíos, mucha gente desconoce que en su ciudad hay baloncesto profesional, hay que valorar más a los basquetbolistas, incluso deben preocuparse por transmitir los partidos”: Fernando Lucena Rodríguez.
Nibaldo Bustamante/EL PILÓN