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Sorpresa en medio de un año electoral y la subida de las tasas de interés dispuestas por el Banco de La República en afán por contener la inflación. Siendo esta el mayor desafío, tanto para los consumidores como para los productores. A los primeros no les alcanza el dinero, peor si son pobres que destinan un mayor gasto a los alimentos. Mientras en promedio los colombianos destinamos el 14% de los ingresos a productos alimenticios, para los humildes ese rubro supera el 24%. En condiciones de pobreza extrema no se tienen ingresos sino para comprarlos.
Pero los desocupados no son la única cifra preocupante. En la capital mundial del vallenato el 63,1 % de los ocupados son informales.
Solo en el año 2020 se inició un nuevo régimen, en el que se multiplican por más de dos las asignaciones directas de regalías a las entidades de zonas productoras.
A nivel Caribe, después de Valledupar, la capital de La Guajira, Riohacha, ocupó el segundo lugar con un preocupante 15,6%. Al contrario, Barranquilla fue la ciudad con menor desempleo en el país (8,7%), según el Dane.
Según la medición de empleo formal del Departamento Nacional de Estadística, DANE, hasta el mes de octubre de 2021, Valledupar era la quinta ciudad con mayor población ocupada en labores informales.
En junio del 2020 se registró el menor número de vallenatos ocupados. Solo 123.513 ciudadanos tenían una fuente de ingreso para ese periodo, resultado de la pandemia. Para ese mismo periodo, en el 2019 más de 170.000 personas tenían un empleo.
Para el mes de octubre, la tasa de desempleo a nivel nacional fue de 11,8 %, lo cual evidencia una reducción de 2.9 puntos porcentuales en comparación del 2020 (14,7 %).
Edgardo Mendoza Guerra Hace apenas unos días, supongamos un siglo, Colombia era un país con fama de educación y cultura, de escritores, poetas, novelistas; lo malo era que la inmensa mayoría de sus ciudadanos no sabían leer, ni tenía carretera, ahí comienza una historia algo romántica de esa vaina que llamaron la Atenas Suramericana. Basta […]
Según los datos del mes de septiembre, en el país del norte no hay personas para cubrir las vacantes de empleo.
Para el año 2020, 4 de cada 10 mujeres que residen en el campo colombiano se encontraban en situación de pobreza multidimensional, y el 4,1 % no sabía leer ni escribir, cifras que demuestran la falta de educación para el sexo femenino en el sector agrícola y las precarias condiciones en las que viven las femeninas.
A pesar de que hubo una reducción en la tasa de desempleados, Valledupar siguió estando en los primeros lugares del ranking nacional que mide el desempleo en los jóvenes de 14 a 28 de edad.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE, informó que para el mes de julio Valledupar registró una tasa de desempleo del 19,2 %
De acuerdo con el DANE, en abril la población ocupada a nivel nacional aumentó 23,8 % a comparación del mismo mes en el 2020.
En el informe se hace visible una desigualdad entre hombres y mujeres, ya que por cada 4 hombres que volvieron a laborar, solo 3 mujeres lo hicieron.
El 52 % de los jóvenes desempleados en Valledupar son bachilleres que no cuentan con los recursos económicos para ingresar a la educación superior, lo cual disminuye sus posibilidades para entrar en el mercado laboral, según un informe del Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales del Cesar, Cesore.
La tasa de jóvenes desempleados aumentó alrededor de un 2%.
De acuerdo con el Dane, la capital del Cesar con un 20,2 % ocupó el sexto lugar en el ranking nacional de las ciudades con mayor índice de desempleo después de Riohacha, que obtuvo un 20,6%.
Luego de una protesta de tres días, la comunidad de la vereda El Hatillo del corregimiento de La Loma se reunió con representantes de las empresas Palmagro S.A, Palmeras de Alamosa S.A.S y funcionarios de la alcaldía de dicho municipio para establecer medidas que mitiguen el desempleo en la zona.
Lo cierto es que para la reactivación económica del municipio y de todo el departamento se ha perdido tiempo, han faltado recursos y también imaginación para asumir el costo político para tomar decisiones que generen acciones claves y estratégicas.
Más del 60 % de las personas se ganan la vida en el ‘rebusque’ ante la falta de un empleo formal.
Las ciudades con más desempleo son Quibdó, Neiva e Ibagué.