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Económicas - 18 diciembre, 2021

¿Crisis económica? Aumentaron las casas y locales en arriendo en Valledupar

Según la medición de empleo formal del Departamento Nacional de Estadística, DANE, hasta el mes de octubre de 2021, Valledupar era la quinta ciudad con mayor población ocupada en labores informales.

La capital del departamento del Cesar aún no se repone de los múltiples efectos que generó la pandemia por el virus covid-19. A nivel económico, en el sector comercial se evidencian retrocesos por el aumento en el índice de locales, edificios, casas y otros predios en estado de arriendo e incluso en venta. 

El diario EL PILÓN consultó con distintas fuentes sobre el diagnóstico de la dinámica comercial de la ciudad, para intentar establecer si la crisis económica se debe o no a la contingencia del último año y cómo ha sido afrontarla. 

LOCALES COMERCIALES

Según la Cámara de Comercio de Valledupar para el Valle del río Cesar, el registro mercantil permite a las personas ejercer las actividades en el mercado formal y acreditar públicamente su calidad de comerciantes. 

Sin embargo, la entidad aseguró que entre abril de 2020 y febrero de 2021 fueron canceladas 902 matrículas de establecimientos, lo cual equivale a un incremento de más del 50 % frente a las 579 cancelaciones realizadas entre abril de 2019 y febrero de 2020, época en la que no había sido declarada la emergencia sanitaria. 

Respecto al comportamiento del comercio  de la ciudad entre marzo y noviembre de 2021, se cancelaron 591 matrículas mercantiles que estaban activas en diversas actividades económicas. 

Cabe destacar que  a partir del  informe del Censo de Establecimientos que adelantó la entidad corporativa, es posible asegurar que el sector informal también ha sido fuertemente afectado, ya que a pesar de no contar con el mencionado registro, evidenciaron que un gran número de establecimientos cesaron sus labores comerciales por la inestabilidad generada, entre otras cosas, a causa de la pandemia. 

LA INFORMALIDAD

En ese sentido, según la medición de empleo formal del Departamento Nacional de Estadística, DANE, hasta el mes de octubre de 2021, Valledupar era la quinta ciudad con mayor población ocupada en labores informales, alcanzando una cifra de 61,5 %. Las ciudades que lideran ese panorama son: Cúcuta (69,6 %), Sincelejo (66,9 %), Santa Marta (65,2 %) y Riohacha (64,7 %), respectivamente. 

Lo anterior, no solo refleja parte importante del panorama económico de la capital del Cesar, sino que también deja claro que la situación es similar en otras ciudades de la costa Caribe colombiana. 

Respecto a esto, el presidente de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón, aseguró: “Los comerciantes informales durante la pandemia recibieron el impacto más fuerte. Los sectores económicos más afectados fueron los gimnasios, bares, discotecas, billares, entre otros. Esto da  muestra de que nuestro tejido empresarial es muy sensible y eso se debe a que muchas personas no tienen acceso al crédito para el tema de formalización”. 

Urón Márquez también enfatizó en la responsabilidad que tienen  las entidades competentes para afrontar esos efectos negativos. “Le seguimos exigiendo al alcalde y al Gobierno nacional que avancen en una política pública para la formalización, ya que los informales no tienen acceso a las nóminas, primas y mucho menos a otros beneficios”.

¿QUÉ DICEN LOS COMERCIANTES?

Entre las personas naturales que ejercen como comerciantes y están registradas en el mercado formal de Valledupar,  el 55 % de ellas son hombres, mientras que el  45 % son mujeres. EL PILÓN conversó con Gloria Molina, empresaria y odontóloga vallenata, quien también ha padecido la crisis del mercado con sus bienes inmuebles. 

Molina aseveró que a pesar de la pandemia, la crisis empezó en el momento que se redujo el flujo de clientes debido al cierre y restauración del Centro Histórico; esta área comprende la Plaza Álfonso López. 

“Yo no estaba preparada para asumir los costos de los servicios públicos que requieren esos locales, por eso, al estar desocupados me generaban un gasto aproximado de dos millones de pesos cada uno, por eso acordé con los inquilinos que a pesar de no pagarme el respectivo arriendo, se quedaran en los inmuebles durante la crisis”.

La empresaria aseguró que como la recuperación no se da de la noche a la mañana, tomó la decisión de poner en venta sus propiedades para así pagar las deudas que tiene con los bancos. Por eso le pide al gobierno local que haga un descuento en los impuestos prediales para que realmente “valga la pena” invertir en Valledupar. Esa postura es respaldada por el presidente de la Cámara de Comercio: “¡Hay que humanizar los estatutos tributarios! Una carga de impuestos no le permite al comerciante ser formal, porque cuando lo es, además de pagar arriendo, servicios y seguridad, también le persiguen la Policía, la DIAN, la Dirección de Gestión de Policía Fiscal y Aduanera, POLFA, y la administración municipal para el pago de impuestos… Así la reactivación tomará algunos años”.

CASAS Y APARTAMENTOS

En el caso de casas y apartamentos, a pesar que en diferentes zonas de la ciudad hay muchos letreros que anuncian el arrendamiento y venta de casas, al conversar sobre la situación con Hernán Felipe Araújo, gerente regional de la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, aseguró que este año es histórico para la organización en cuanto a la venta de bienes inmobiliarios. 

Araújo afirmó que la entidad tiene registro de 2.842 unidades de vivienda vendidas hasta noviembre del 2021 en la capital del Cesar: “Es sorprendente que esto haya sucedido, porque iniciamos el año con mucha incertidumbre, pero se ha consolidado como el mejor”. 

El mismo panorama se ha registrado a nivel nacional, según el Ministerio de Vivienda, puesto que entre enero y octubre de 2021 se registraron 190.000 ventas, siendo el año con más ventas de viviendas en la historia de Colombia. 

El gerente agregó que quizá la población vallenata se ha volcado a la adquisición de vivienda nueva en vez de comprar un lugar usado o donde tengan que pagar arriendo. 

Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.

@andreaguerraperiodista

Económicas
18 diciembre, 2021

¿Crisis económica? Aumentaron las casas y locales en arriendo en Valledupar

Según la medición de empleo formal del Departamento Nacional de Estadística, DANE, hasta el mes de octubre de 2021, Valledupar era la quinta ciudad con mayor población ocupada en labores informales.


La capital del departamento del Cesar aún no se repone de los múltiples efectos que generó la pandemia por el virus covid-19. A nivel económico, en el sector comercial se evidencian retrocesos por el aumento en el índice de locales, edificios, casas y otros predios en estado de arriendo e incluso en venta. 

El diario EL PILÓN consultó con distintas fuentes sobre el diagnóstico de la dinámica comercial de la ciudad, para intentar establecer si la crisis económica se debe o no a la contingencia del último año y cómo ha sido afrontarla. 

LOCALES COMERCIALES

Según la Cámara de Comercio de Valledupar para el Valle del río Cesar, el registro mercantil permite a las personas ejercer las actividades en el mercado formal y acreditar públicamente su calidad de comerciantes. 

Sin embargo, la entidad aseguró que entre abril de 2020 y febrero de 2021 fueron canceladas 902 matrículas de establecimientos, lo cual equivale a un incremento de más del 50 % frente a las 579 cancelaciones realizadas entre abril de 2019 y febrero de 2020, época en la que no había sido declarada la emergencia sanitaria. 

Respecto al comportamiento del comercio  de la ciudad entre marzo y noviembre de 2021, se cancelaron 591 matrículas mercantiles que estaban activas en diversas actividades económicas. 

Cabe destacar que  a partir del  informe del Censo de Establecimientos que adelantó la entidad corporativa, es posible asegurar que el sector informal también ha sido fuertemente afectado, ya que a pesar de no contar con el mencionado registro, evidenciaron que un gran número de establecimientos cesaron sus labores comerciales por la inestabilidad generada, entre otras cosas, a causa de la pandemia. 

LA INFORMALIDAD

En ese sentido, según la medición de empleo formal del Departamento Nacional de Estadística, DANE, hasta el mes de octubre de 2021, Valledupar era la quinta ciudad con mayor población ocupada en labores informales, alcanzando una cifra de 61,5 %. Las ciudades que lideran ese panorama son: Cúcuta (69,6 %), Sincelejo (66,9 %), Santa Marta (65,2 %) y Riohacha (64,7 %), respectivamente. 

Lo anterior, no solo refleja parte importante del panorama económico de la capital del Cesar, sino que también deja claro que la situación es similar en otras ciudades de la costa Caribe colombiana. 

Respecto a esto, el presidente de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón, aseguró: “Los comerciantes informales durante la pandemia recibieron el impacto más fuerte. Los sectores económicos más afectados fueron los gimnasios, bares, discotecas, billares, entre otros. Esto da  muestra de que nuestro tejido empresarial es muy sensible y eso se debe a que muchas personas no tienen acceso al crédito para el tema de formalización”. 

Urón Márquez también enfatizó en la responsabilidad que tienen  las entidades competentes para afrontar esos efectos negativos. “Le seguimos exigiendo al alcalde y al Gobierno nacional que avancen en una política pública para la formalización, ya que los informales no tienen acceso a las nóminas, primas y mucho menos a otros beneficios”.

¿QUÉ DICEN LOS COMERCIANTES?

Entre las personas naturales que ejercen como comerciantes y están registradas en el mercado formal de Valledupar,  el 55 % de ellas son hombres, mientras que el  45 % son mujeres. EL PILÓN conversó con Gloria Molina, empresaria y odontóloga vallenata, quien también ha padecido la crisis del mercado con sus bienes inmuebles. 

Molina aseveró que a pesar de la pandemia, la crisis empezó en el momento que se redujo el flujo de clientes debido al cierre y restauración del Centro Histórico; esta área comprende la Plaza Álfonso López. 

“Yo no estaba preparada para asumir los costos de los servicios públicos que requieren esos locales, por eso, al estar desocupados me generaban un gasto aproximado de dos millones de pesos cada uno, por eso acordé con los inquilinos que a pesar de no pagarme el respectivo arriendo, se quedaran en los inmuebles durante la crisis”.

La empresaria aseguró que como la recuperación no se da de la noche a la mañana, tomó la decisión de poner en venta sus propiedades para así pagar las deudas que tiene con los bancos. Por eso le pide al gobierno local que haga un descuento en los impuestos prediales para que realmente “valga la pena” invertir en Valledupar. Esa postura es respaldada por el presidente de la Cámara de Comercio: “¡Hay que humanizar los estatutos tributarios! Una carga de impuestos no le permite al comerciante ser formal, porque cuando lo es, además de pagar arriendo, servicios y seguridad, también le persiguen la Policía, la DIAN, la Dirección de Gestión de Policía Fiscal y Aduanera, POLFA, y la administración municipal para el pago de impuestos… Así la reactivación tomará algunos años”.

CASAS Y APARTAMENTOS

En el caso de casas y apartamentos, a pesar que en diferentes zonas de la ciudad hay muchos letreros que anuncian el arrendamiento y venta de casas, al conversar sobre la situación con Hernán Felipe Araújo, gerente regional de la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, aseguró que este año es histórico para la organización en cuanto a la venta de bienes inmobiliarios. 

Araújo afirmó que la entidad tiene registro de 2.842 unidades de vivienda vendidas hasta noviembre del 2021 en la capital del Cesar: “Es sorprendente que esto haya sucedido, porque iniciamos el año con mucha incertidumbre, pero se ha consolidado como el mejor”. 

El mismo panorama se ha registrado a nivel nacional, según el Ministerio de Vivienda, puesto que entre enero y octubre de 2021 se registraron 190.000 ventas, siendo el año con más ventas de viviendas en la historia de Colombia. 

El gerente agregó que quizá la población vallenata se ha volcado a la adquisición de vivienda nueva en vez de comprar un lugar usado o donde tengan que pagar arriendo. 

Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.

@andreaguerraperiodista