Esta importante dama desciende de sus padres: doña Enma Baute Borrego, ilustre maestra graduada en la escuela normal de Santa Marta
‘La Piva’, su vida política, lo mismo que la de su madre Teresa Pacheco Ariza, estaba orientada al conservatismo que en esa época comandaba el doctor Laureano Gómez, con quien se trataba de tú a tú.
Ella tuvo un enamorado de apellido Araméndiz, que le decía: “tú eres mi purru”, como quien dice “tú eres mi paloma”.
“Guardaba con mucho celo en su casa y con permiso de la iglesia, las tres potencias de oro de Santo Ecce Homo”.
“Fidelina fue la única y la última en utilizar hornos de barro, esta tradición de cocinar en fogones de leña se perdió en Valledupar"
En el mes de las madres se destaca a una madre sufrida, cuyo vientre nos regaló al doctor Alfonso López Pumarejo, dos veces presidente de la República
Sergio Boisier, desde una perspectiva de desarrollo endógeno, incluye la cultura como uno de los elementos en la construcción hexagonal de la Teoría de la Cometa, la cual debe volar con la brisa que se genere desde el gobierno central (presupuesto y financiación exógena).
Gracias a programas de intercambios que existen en la capital del Cesar, vallenatos entre los 18 y 25 años lideran diferentes proyectos enfocados en temas de desarrollo sostenible, mejoramiento ambiental y empresarial que benefician a la ciudad.
Valledupar necesita un espacio que conserve nuestro desarrollo cultural e histórico desde todos los campos, con propósitos de estudio y reconocimiento de lo que somos, y el lugar es el Colegio Nacional Loperena uno de los edificios más importantes de la historia de nuestra ciudad.