Al retraso de las obras en el escenario deportivo se suma una deuda de 137 millones de pesos por concepto del servicio de energía, según reveló Electricaribe.
Sentado debajo la sombra de un árbol, al lado del colegio Santa Fe, don Cristóbal Maestre ondea su sombrero para luchar contra el calor; su mano derecha se cansa y luego ríe como queriendo disimular la inclemencia de la naturaleza, ensañada con el ardiente sol de mediodía.
Su apariencia de indigente contrasta con su lucidez mental a la hora de analizar cualquier tema. Al abordarlo, la conversación se interrumpió por el ruido de una volqueta que cruzaba por la traficada avenida para dirigirse a la construcción del estadio Armando Maestre Pavajeau.
Don Cristóbal no perdió de vista al vehículo pesado que trabaja en la reconstrucción del escenario y de inmediato su voz ronca y pausada irrumpió para referirse a la obra. “Ese estadio va a ser una maravilla, ojalá lo terminen pronto y no se quede así”, dijo el hombre de 57 años y de barbas pobladas.
Sin embargo, aunque su pensamiento parece alejado de la realidad hizo un comentario muy aterrizado y analizó el reto que tiene la dirigencia política y deportiva de Valledupar frente a este estadio.
“Valledupar no está preparado para un estadio de esos, aquí no hay afición tampoco equipo, si invierten en escenario también deben hacerlo trayendo jugadores buenos que peleen el ascenso, así es que se cultiva una afición”, reflexionó el improvisado comentarista.
¿Está retrasado?
En la firma del acta de inicio (febrero de 2014) se estipuló que la obra debería entregarse en 18 meses, sin embargo, hoy los trabajos están literalmente ‘frenados’.
El escenario en su primera etapa tuvo un valor de 59 mil millones de pesos y en primera instancia contó con dos períodos de entrega partiendo del 28 de febrero del 2014, cuando se firmó el acta de inicio. Así pues, el primer plazo fue hasta el 31 de diciembre del 2014, y el segundo debió entregarse el 25 de agosto del 2015, que sería por lo tanto la fecha de finalización estipulada.
Ayer, EL PILÓN constató que el personal de obreros no está laborando en el escenario. “Señor retírese que ninguna persona sin autorización puede estar al interior de la obra, aún no está terminada y no queremos meternos en problemas”, dijo una de las contratistas que se encontraba en el escenario.
Sin embargo, Rubén Darío Jácome, del área de interventoría de la gobernación del Cesar, dijo que las obras reiniciarán la próxima semana, “estamos casi en un 100% de la primera etapa que corresponde a las dos tribunas y la cancha, estamos en la revisión de cantidades de la obra y hasta la fecha se han invertido 50 mil millones de pesos, el gobierno departamental aspira invertir 173 mil millones para terminar el estadio, el gobernador tiene la intención de construir la tribuna sur”.
Hace una semana, el gobernador del Cesar, Francisco Ovalle anunció que el estadio lo entregaría en su primera parte a finales de junio. “Le contamos al presidente de Dimayor cómo va esta obra del estadio. Estamos interesados en hacer obras complementarias para darle entrega formal y la alegría a todos los aficionados y a las directivas del club. Aspiramos hacer la inauguración con acompañamiento del presidente de la República entre el 25 y 30 de junio”, dijo Ovalle Angarita.
No pagan luz
Otro de los problemas que tiene que solucionar la administración del escenario es la deuda por más 137 millones de pesos, por concepto del servicio de energía, tal como lo reveló ayer el gerente de Electricaribe, seccional Cesar, Johan Arango.
“Desde abril de 2015 el estadio no paga el servicio de energía, le hemos insistido al contratista y al secretario de infraestructura del Cesar, Omar Maestre, para que solucionen este inconveniente pero hasta ahora no se ha solucionado nada, incluso en el Sudamericano que hicieron en noviembre pasado estuvieron pegados ilegalmente a las redes, nosotros no hemos actuado porque tienen el transformador en la parte interior del estadio, situación que nos dificulta para tomar acciones”.
Los problemas
El vertimiento de las aguas subterráneas a la calle fue uno de los problemas que, en primera instancia, tuvo la obra, sin embargo, varios oficios de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, permitieron la suspensión de la descarga del vital líquido.
Fueron varios oficios recibidos por Corpocesar por parte de la comunidad, que denunciaba el constante desperdicio de agua que salía de las obras de remodelación del estadio en el barrio Guatapurí, en una corriente que se extendía hasta la glorieta del Terminal de Transportes.
Comerciantes, compradores, trabajadores y usuarios en general del Mercado Público de Valledupar fueron los más afectados con los vertimientos.
El estadio ‘Armando Maestre Pavajeau’, también conocido como Chemesquemena, es un escenario de fútbol ubicado al lado del mercado público de Valledupar. Actualmente sirve como sede para los partidos como local del Valledupar Fútbol Club en la Primera B y Copa Colombia.
Su nombre es en honor al exgobernador del departamento Armando Maestre Pavajeau. El escenario se encuentra ubicado en uno de los sectores más deprimidos de la capital del Cesar: el mercado público.
De otro lado, el 16 de noviembre de 2015 un fuerte aguacero provocó la caída de un módulo de la cubierta de la tribuna oriental del estadio Armando Maestre Pavajeau, que en ese momento se alistaba para recibir el Sudamericano Sub 15.
Tras conocerse por redes sociales las primeras imágenes del imprevisto, los vallenatos comenzaron a preguntarse si esto afectaría la realización del torneo continental; ante esta inquietud el secretario departamental de deportes en aquel entonces, Jader Acosta Freiles, indicó que el daño en la estructura de la gradería oriental no ponía en peligro que Valledupar y el estadio Armando Maestre fueran sede del campeonato de futbol suramericano.
Aunque ya albergó en 2015 el Campeonato Suramericano de fútbol sub 15 y es utilizado actualmente por el elenco ‘verdiblanco’, las obras de remodelación del estadio ‘Armando Maestre Pavajeau’ que iniciaron en 2014, aun no terminan.
En febrero pasado la Contraloría General anunció la auditoría a 10 obras, contratadas durante el gobierno de Monsalvo Gnecco, que suman $154.174 millones de recursos de Regalías, entre ellas la reconstrucción de este estadio.
Proyecciones
El secretario de infraestructura del departamento Omar Maestre indicó hace 40 días que “hasta el momento se han invertido alrededor de 60 mil millones de pesos de los 200 mil que se llevaría la terminación del proyecto”.
El funcionario dijo en su momento, que “la primera fase del escenario ya culminó y que, en esa, no estaba incluida la iluminación y la tribuna oriental, sin embargo, se está trabajando para dejar bien dotado el estadio de fútbol de los vallenatos”.
Ayer, EL PILÓN intentó comunicarse con Omar Maestre pero no fue posible contactarlo.
Más allá de la simple majestuosidad del escenario, José Miguel Martínez, uno de los hinchas fieles del Valledupar Fútbol Club aseguró que “con este estadio, el equipo está en la obligación de traer buenos jugadores para enamorar a la afición, no nos podemos conformar con lo que tenemos, al equipo hay que invertirle para ascender”.
Otro de los problemas que tiene que solucionar la administración del escenario es la deuda por más 137 millones de pesos, por concepto del servicio de energía, tal como lo reveló ayer el gerente de Electricaribe, seccional Cesar, Johan Arango.
Por Nibaldo Bustamante
Al retraso de las obras en el escenario deportivo se suma una deuda de 137 millones de pesos por concepto del servicio de energía, según reveló Electricaribe.
Sentado debajo la sombra de un árbol, al lado del colegio Santa Fe, don Cristóbal Maestre ondea su sombrero para luchar contra el calor; su mano derecha se cansa y luego ríe como queriendo disimular la inclemencia de la naturaleza, ensañada con el ardiente sol de mediodía.
Su apariencia de indigente contrasta con su lucidez mental a la hora de analizar cualquier tema. Al abordarlo, la conversación se interrumpió por el ruido de una volqueta que cruzaba por la traficada avenida para dirigirse a la construcción del estadio Armando Maestre Pavajeau.
Don Cristóbal no perdió de vista al vehículo pesado que trabaja en la reconstrucción del escenario y de inmediato su voz ronca y pausada irrumpió para referirse a la obra. “Ese estadio va a ser una maravilla, ojalá lo terminen pronto y no se quede así”, dijo el hombre de 57 años y de barbas pobladas.
Sin embargo, aunque su pensamiento parece alejado de la realidad hizo un comentario muy aterrizado y analizó el reto que tiene la dirigencia política y deportiva de Valledupar frente a este estadio.
“Valledupar no está preparado para un estadio de esos, aquí no hay afición tampoco equipo, si invierten en escenario también deben hacerlo trayendo jugadores buenos que peleen el ascenso, así es que se cultiva una afición”, reflexionó el improvisado comentarista.
¿Está retrasado?
En la firma del acta de inicio (febrero de 2014) se estipuló que la obra debería entregarse en 18 meses, sin embargo, hoy los trabajos están literalmente ‘frenados’.
El escenario en su primera etapa tuvo un valor de 59 mil millones de pesos y en primera instancia contó con dos períodos de entrega partiendo del 28 de febrero del 2014, cuando se firmó el acta de inicio. Así pues, el primer plazo fue hasta el 31 de diciembre del 2014, y el segundo debió entregarse el 25 de agosto del 2015, que sería por lo tanto la fecha de finalización estipulada.
Ayer, EL PILÓN constató que el personal de obreros no está laborando en el escenario. “Señor retírese que ninguna persona sin autorización puede estar al interior de la obra, aún no está terminada y no queremos meternos en problemas”, dijo una de las contratistas que se encontraba en el escenario.
Sin embargo, Rubén Darío Jácome, del área de interventoría de la gobernación del Cesar, dijo que las obras reiniciarán la próxima semana, “estamos casi en un 100% de la primera etapa que corresponde a las dos tribunas y la cancha, estamos en la revisión de cantidades de la obra y hasta la fecha se han invertido 50 mil millones de pesos, el gobierno departamental aspira invertir 173 mil millones para terminar el estadio, el gobernador tiene la intención de construir la tribuna sur”.
Hace una semana, el gobernador del Cesar, Francisco Ovalle anunció que el estadio lo entregaría en su primera parte a finales de junio. “Le contamos al presidente de Dimayor cómo va esta obra del estadio. Estamos interesados en hacer obras complementarias para darle entrega formal y la alegría a todos los aficionados y a las directivas del club. Aspiramos hacer la inauguración con acompañamiento del presidente de la República entre el 25 y 30 de junio”, dijo Ovalle Angarita.
No pagan luz
Otro de los problemas que tiene que solucionar la administración del escenario es la deuda por más 137 millones de pesos, por concepto del servicio de energía, tal como lo reveló ayer el gerente de Electricaribe, seccional Cesar, Johan Arango.
“Desde abril de 2015 el estadio no paga el servicio de energía, le hemos insistido al contratista y al secretario de infraestructura del Cesar, Omar Maestre, para que solucionen este inconveniente pero hasta ahora no se ha solucionado nada, incluso en el Sudamericano que hicieron en noviembre pasado estuvieron pegados ilegalmente a las redes, nosotros no hemos actuado porque tienen el transformador en la parte interior del estadio, situación que nos dificulta para tomar acciones”.
Los problemas
El vertimiento de las aguas subterráneas a la calle fue uno de los problemas que, en primera instancia, tuvo la obra, sin embargo, varios oficios de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, permitieron la suspensión de la descarga del vital líquido.
Fueron varios oficios recibidos por Corpocesar por parte de la comunidad, que denunciaba el constante desperdicio de agua que salía de las obras de remodelación del estadio en el barrio Guatapurí, en una corriente que se extendía hasta la glorieta del Terminal de Transportes.
Comerciantes, compradores, trabajadores y usuarios en general del Mercado Público de Valledupar fueron los más afectados con los vertimientos.
El estadio ‘Armando Maestre Pavajeau’, también conocido como Chemesquemena, es un escenario de fútbol ubicado al lado del mercado público de Valledupar. Actualmente sirve como sede para los partidos como local del Valledupar Fútbol Club en la Primera B y Copa Colombia.
Su nombre es en honor al exgobernador del departamento Armando Maestre Pavajeau. El escenario se encuentra ubicado en uno de los sectores más deprimidos de la capital del Cesar: el mercado público.
De otro lado, el 16 de noviembre de 2015 un fuerte aguacero provocó la caída de un módulo de la cubierta de la tribuna oriental del estadio Armando Maestre Pavajeau, que en ese momento se alistaba para recibir el Sudamericano Sub 15.
Tras conocerse por redes sociales las primeras imágenes del imprevisto, los vallenatos comenzaron a preguntarse si esto afectaría la realización del torneo continental; ante esta inquietud el secretario departamental de deportes en aquel entonces, Jader Acosta Freiles, indicó que el daño en la estructura de la gradería oriental no ponía en peligro que Valledupar y el estadio Armando Maestre fueran sede del campeonato de futbol suramericano.
Aunque ya albergó en 2015 el Campeonato Suramericano de fútbol sub 15 y es utilizado actualmente por el elenco ‘verdiblanco’, las obras de remodelación del estadio ‘Armando Maestre Pavajeau’ que iniciaron en 2014, aun no terminan.
En febrero pasado la Contraloría General anunció la auditoría a 10 obras, contratadas durante el gobierno de Monsalvo Gnecco, que suman $154.174 millones de recursos de Regalías, entre ellas la reconstrucción de este estadio.
Proyecciones
El secretario de infraestructura del departamento Omar Maestre indicó hace 40 días que “hasta el momento se han invertido alrededor de 60 mil millones de pesos de los 200 mil que se llevaría la terminación del proyecto”.
El funcionario dijo en su momento, que “la primera fase del escenario ya culminó y que, en esa, no estaba incluida la iluminación y la tribuna oriental, sin embargo, se está trabajando para dejar bien dotado el estadio de fútbol de los vallenatos”.
Ayer, EL PILÓN intentó comunicarse con Omar Maestre pero no fue posible contactarlo.
Más allá de la simple majestuosidad del escenario, José Miguel Martínez, uno de los hinchas fieles del Valledupar Fútbol Club aseguró que “con este estadio, el equipo está en la obligación de traer buenos jugadores para enamorar a la afición, no nos podemos conformar con lo que tenemos, al equipo hay que invertirle para ascender”.
Otro de los problemas que tiene que solucionar la administración del escenario es la deuda por más 137 millones de pesos, por concepto del servicio de energía, tal como lo reveló ayer el gerente de Electricaribe, seccional Cesar, Johan Arango.
Por Nibaldo Bustamante