Pasó la consulta del Pacto Histórico para escoger candidatos a la Presidencia de la República, Senado y Cámara de Representantes y, como cosa rara, obedientes a la guerra de descalificaciones e intento sistemático de aniquilación del contradictor político, fueron pocas las voces adversarias que reconocieron el éxito de la jornada progresista, prefiriendo despotricar de los importantes guarismos electorales.
No sé si es producto del miedo político a volver a perder las elecciones o, lo que es peor, que ya en nuestro ADN haya sed de sangre como consecuencia de los tantos años de guerra, del adoctrinamiento mediático que pide castigo hasta la muerte para los humildes que han sido la carne de cañón en nuestras bizantinas guerras, o del efecto alucinador de heroicas películas gringas, en los que los Rambos, Schwarzeneggers y demás héroes disfrazan el saqueo imperial con épicas batallas, donde ellos son los buenos, a pesar de que la historia nos muestra su único interés de ir tras las riquezas del que estigmatizan de malo.
En todo caso, los 2.753.738 votos de la consulta a la Presidencia y los 2.737.620 de la consulta al Senado, sin mencionar los que se lograron a la Cámara de Representantes en cada departamento, sirvieron para revitalizar la mística política de la base popular que, habiendo ganado la Presidencia, sufre el desaire de la mezquina dirigencia parroquial y preocupa terroríficamente a los que, por doscientos años, han gozado de los privilegios y bienestar, reservados exclusivamente para un grupo de pocos y al que algunos, con ínfulas de grandeza, creen pertenecer.
Igual de destacable fue la votación alcanzada individualmente por el cesarense Alberto Gascón en la lista al Senado de la República, un poco más de 32.000 votos, que, aunque por efecto de los acuerdos en la consulta presidencial la encabezará quien ocupó el segundo lugar y la conformación paritaria con las mujeres, pasará del meritorio puesto 20 a uno muy alejado de la posibilidad de salir elegido directamente en marzo.
Hoy, el Pacto Histórico tiene un candidato serio, estudioso, honesto, inteligente y con un prolífico historial construido desde el legislativo, lo que lo ha llevado a elegirse sin maquinaria ni recursos públicos varias veces como congresista y a destacarse como uno de los mejores del país. Últimamente pasó de ser procesado a víctima, cuando se demostró que su acusación fue producto de un proceso de manipulación de testigos, el cual ha tenido en aprietos judiciales al expresidente Álvaro Uribe Vélez. El gran reto para Iván Cepeda Castro será lograr acuerdos políticos y consensos ideológicos, capaces de presentarlo como un sensato estadista y no como un ortodoxo cabecilla obediente al anacrónico ideario de la izquierda radical.
El éxito de la lista a la Cámara de Representantes estará condicionado a la capacidad de convocatoria y conciliación de la doctora Alexandra Pineda Ortiz, quien pese a haber obtenido una excelente votación, se enfrentará con una militancia progresista fracturada, con excompañeros de consulta con agenda propia y con la disyuntiva de integrarse a un Frente Amplio con otros partidos, en el que se aseguraría una curul, pero que, al abrir la lista, corre el riesgo de ser derrotada. Lo importante es que ya, hoy, surgieron nuevos actores en la política regional, lo que promete llenar de emoción y posibles variables las próximas justas electorales. Fuerte abrazo.
Por Antonio María Araujo –amaraujo3@hotmail.com – @antoniomariaA





