Aunque la obra fue entregada al municipio en 2019, los ciudadanos aseguran que la potabilización y el flujo del agua ha sido deficiente, por lo cual solicitan a la administración priorizar la operación del sistema de tal manera que cumpla con el propósito.
La planta de tratamiento de agua potable, que abastece a 4 corregimientos del sur de Valledupar y uno de El Paso, está en el olvido. La falta de mantenimiento ha acrecentado la presencia de lodo en las albercas, llevando a los habitantes de Caracolí a hacer la limpieza por su propia cuenta, puesto que gran parte de la población carece de recursos para comprar el líquido tratado.
“Nosotros hicimos la limpieza, pero todavía quedó mucho lodo, solo funciona uno de cuatro filtros, las motobombas están dañadas y no tenemos las herramientas”, expresó Matilde Freyle, vicepresidenta del Consejo Comunitario Afrodescendiente de Caracolí, sobre la más reciente intervención.
EL AGUA NO ES TRATADA
Pero esta no es una situación coyuntural, según Freyle, “el agua nunca ha sido tratada”, a pesar de que están los laboratorios y todos los equipos que permiten separar el líquido de los sólidos y hacer el proceso de potabilización.
“La planta nunca ha funcionado, hace como 3 años le echaron hipoclorito al tanque que está en la parte de arriba, durante un mes, pero eso es lo único que hicieron porque eso no lo puede manejar cualquier persona, debe ser un profesional”, agregó la líder comunitaria.
Según la ciudadanía, la planta tampoco tiene vigilancia, solo tendría un candado que la misma comunidad puso en la entrada del predio.
La estructura está ubicada aproximadamente a un kilómetro de la cabecera de Caracolí y hace parte del acueducto regional construido por la firma AGM Desarrollo S.A.S, en el primer Gobierno departamental de Luis Alberto Monsalvo Gnecco.
Lea: Habitantes de Caracolí sin agua potable por lodo en la planta de tratamiento
La planta tiene 3 líneas conductoras: una hacia Caracolí, otra para Los Venados y la tercera que lleva el agua a los hogares de El Perro, Guaimaral y El Vallito, este último en el municipio El Paso. Así las cosas, las condiciones del agua en estos lugares son similares.
EN LOS VENADOS
Cilsy Morales, madre comunitaria en el corregimiento Los Venados, también afirmó a EL PILÓN que la planta no funciona completamente y las afectaciones las padecen en toda la región.
“Hay unos muchachos ahí (en la planta) y se recoge (dinero) en el corregimiento para que ellos lleven a otros muchachos a colaborar, pero eso no ha sido suficiente porque el flujo del agua es muy corto, es sucia, viene con mucha mugre, hay que estar comprando agua potable, pero los que no tienen consumen esa agua así como llega”, relató la mujer.
Lea. En Los Venados tienen 19 días sin agua
Morales también contó que hay sectores donde no llega el solvente universal, razón por la cual considera que la planta de tratamiento “solo es el nombre y el propósito que se tenía porque siempre le ponen un pero a eso”.
Esta casa editorial ha consultado, en reiteradas ocasiones al secretario de Obras de Valledupar, Layonel Arenas, acerca de qué ha pasado con la operación de este sistema y qué medidas tomará el nuevo gobierno de Ernesto Orozco para garantizar el derecho universal al agua potable y a salud en la zona rural del municipio, pero no ha sido posible obtener respuesta del funcionario.
No obstante, el secretario de Infraestructura del Cesar, Jorge Maestre Jaraba, declaró que, en su momento, el Gobierno departamental invirtió alrededor de $12.000 millones entre obras e interventoría e hizo entrega de la estructura al municipio de Valledupar para la operación del acueducto.
“El acta de entrega se firmó el 31 de octubre de 2019. Previo a esta entrega, se hizo un convenio entre la Gobernación del Cesar y las alcaldías de Valledupar y El Paso, la Gobernación aportó $390 millones y la Alcaldía de Valledupar $500 millones para realizar un fortalecimiento institucional y la puesta en marcha de este sistema”, afirmó Maestre Jaraba.
El funcionario agregó que el ente departamental también proporcionó al municipio todos los componentes del sistema, es decir, la captación, desarenador, válvulas, la planta de tratamiento, los laboratorios, las redes e instrumentos de medición, plano y el manual de operación.
“De tal caso que la Gobernación del Cesar, además de diseñar, construir y financiar el proyecto, colaboró también para el fortalecimiento y la sostenibilidad del mismo. El acueducto venía funcionando, pero como todo requiere mantenimiento y este se dejó de hacer y es lo que hoy la comunidad reclama”, anotó el ingeniero.
El jefe de esta cartera sostuvo que cuando llegó al cargo hizo un requerimiento al municipio de Valledupar para que avanzara en el mantenimiento y el funcionamiento del sistema: “Entendemos que el Gobierno municipal apenas está llegando, pero pienso que este es un segundo llamado para que se haga cargo del acueducto y se pueda solucionar el problema de agua en los corregimientos del sur”.
El mandatario de los vallenatos, Ernesto Orozco, reconoce que el acceso al agua potable es uno de los principales problemas de la capital cesarense, por lo cual solicitó apoyo del Ministerio de Vivienda Ciudad y Territorio, aunque se desconocen todos los acuerdos en la materia.
Como la empresa de servicios públicos de Valledupar, Emdupar, solo tiene jurisdicción en la zona urbana, podría ser un tercero el que opere de manera óptima el sistema y así garantizar el derecho humano al abastecimiento de agua y al saneamiento, tal como lo estableció la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2010.
@andreaguerraperiodista
Aunque la obra fue entregada al municipio en 2019, los ciudadanos aseguran que la potabilización y el flujo del agua ha sido deficiente, por lo cual solicitan a la administración priorizar la operación del sistema de tal manera que cumpla con el propósito.
La planta de tratamiento de agua potable, que abastece a 4 corregimientos del sur de Valledupar y uno de El Paso, está en el olvido. La falta de mantenimiento ha acrecentado la presencia de lodo en las albercas, llevando a los habitantes de Caracolí a hacer la limpieza por su propia cuenta, puesto que gran parte de la población carece de recursos para comprar el líquido tratado.
“Nosotros hicimos la limpieza, pero todavía quedó mucho lodo, solo funciona uno de cuatro filtros, las motobombas están dañadas y no tenemos las herramientas”, expresó Matilde Freyle, vicepresidenta del Consejo Comunitario Afrodescendiente de Caracolí, sobre la más reciente intervención.
EL AGUA NO ES TRATADA
Pero esta no es una situación coyuntural, según Freyle, “el agua nunca ha sido tratada”, a pesar de que están los laboratorios y todos los equipos que permiten separar el líquido de los sólidos y hacer el proceso de potabilización.
“La planta nunca ha funcionado, hace como 3 años le echaron hipoclorito al tanque que está en la parte de arriba, durante un mes, pero eso es lo único que hicieron porque eso no lo puede manejar cualquier persona, debe ser un profesional”, agregó la líder comunitaria.
Según la ciudadanía, la planta tampoco tiene vigilancia, solo tendría un candado que la misma comunidad puso en la entrada del predio.
La estructura está ubicada aproximadamente a un kilómetro de la cabecera de Caracolí y hace parte del acueducto regional construido por la firma AGM Desarrollo S.A.S, en el primer Gobierno departamental de Luis Alberto Monsalvo Gnecco.
Lea: Habitantes de Caracolí sin agua potable por lodo en la planta de tratamiento
La planta tiene 3 líneas conductoras: una hacia Caracolí, otra para Los Venados y la tercera que lleva el agua a los hogares de El Perro, Guaimaral y El Vallito, este último en el municipio El Paso. Así las cosas, las condiciones del agua en estos lugares son similares.
EN LOS VENADOS
Cilsy Morales, madre comunitaria en el corregimiento Los Venados, también afirmó a EL PILÓN que la planta no funciona completamente y las afectaciones las padecen en toda la región.
“Hay unos muchachos ahí (en la planta) y se recoge (dinero) en el corregimiento para que ellos lleven a otros muchachos a colaborar, pero eso no ha sido suficiente porque el flujo del agua es muy corto, es sucia, viene con mucha mugre, hay que estar comprando agua potable, pero los que no tienen consumen esa agua así como llega”, relató la mujer.
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Morales también contó que hay sectores donde no llega el solvente universal, razón por la cual considera que la planta de tratamiento “solo es el nombre y el propósito que se tenía porque siempre le ponen un pero a eso”.
Esta casa editorial ha consultado, en reiteradas ocasiones al secretario de Obras de Valledupar, Layonel Arenas, acerca de qué ha pasado con la operación de este sistema y qué medidas tomará el nuevo gobierno de Ernesto Orozco para garantizar el derecho universal al agua potable y a salud en la zona rural del municipio, pero no ha sido posible obtener respuesta del funcionario.
No obstante, el secretario de Infraestructura del Cesar, Jorge Maestre Jaraba, declaró que, en su momento, el Gobierno departamental invirtió alrededor de $12.000 millones entre obras e interventoría e hizo entrega de la estructura al municipio de Valledupar para la operación del acueducto.
“El acta de entrega se firmó el 31 de octubre de 2019. Previo a esta entrega, se hizo un convenio entre la Gobernación del Cesar y las alcaldías de Valledupar y El Paso, la Gobernación aportó $390 millones y la Alcaldía de Valledupar $500 millones para realizar un fortalecimiento institucional y la puesta en marcha de este sistema”, afirmó Maestre Jaraba.
El funcionario agregó que el ente departamental también proporcionó al municipio todos los componentes del sistema, es decir, la captación, desarenador, válvulas, la planta de tratamiento, los laboratorios, las redes e instrumentos de medición, plano y el manual de operación.
“De tal caso que la Gobernación del Cesar, además de diseñar, construir y financiar el proyecto, colaboró también para el fortalecimiento y la sostenibilidad del mismo. El acueducto venía funcionando, pero como todo requiere mantenimiento y este se dejó de hacer y es lo que hoy la comunidad reclama”, anotó el ingeniero.
El jefe de esta cartera sostuvo que cuando llegó al cargo hizo un requerimiento al municipio de Valledupar para que avanzara en el mantenimiento y el funcionamiento del sistema: “Entendemos que el Gobierno municipal apenas está llegando, pero pienso que este es un segundo llamado para que se haga cargo del acueducto y se pueda solucionar el problema de agua en los corregimientos del sur”.
El mandatario de los vallenatos, Ernesto Orozco, reconoce que el acceso al agua potable es uno de los principales problemas de la capital cesarense, por lo cual solicitó apoyo del Ministerio de Vivienda Ciudad y Territorio, aunque se desconocen todos los acuerdos en la materia.
Como la empresa de servicios públicos de Valledupar, Emdupar, solo tiene jurisdicción en la zona urbana, podría ser un tercero el que opere de manera óptima el sistema y así garantizar el derecho humano al abastecimiento de agua y al saneamiento, tal como lo estableció la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2010.
@andreaguerraperiodista