EDITORIAL

Vuelve ese ciclo vicioso por el invierno

Mientras las tardes se oscurecen y se escuchan truenos cercanos y a lo lejos, las noticias sobre los riesgos o estragos del invierno se siguen repitiendo una y otra vez tanto en el Cesar como en distintas regiones del país.

Vuelve ese ciclo vicioso por el invierno

Vuelve ese ciclo vicioso por el invierno

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Mientras las tardes se oscurecen y se escuchan truenos cercanos y a lo lejos, las noticias sobre los riesgos o estragos del invierno se siguen repitiendo una y otra vez tanto en el Cesar como en distintas regiones del país.

Si revisamos los registros noticiosos de los últimos 10 años en el Cesar, encontramos que los anuncios de alertas del IDEAM y las súplicas de ayuda de la gente víctima de los estragos del invierno, son las mismas de ahora, solo habría que cambiarle la fecha, porque los lugares y circunstancias son idénticos a los del pasado.

La semana pasada el IDEAM advirtió que 14 municipios del Cesar estarían en situación de peligro por los altos niveles del río Magdalena y riesgos de deslizamientos. Al tiempo que emitió alerta roja para los municipios de Aguachica y La Gloria, mientras que declaró en alerta naranja a Chiriguaná, Curumaní, Pelaya y Valledupar.

Pero no solo es el Cesar, según el IDEAM, el 40% de las regiones del país se encuentran en alerta por deslizamiento y otros estragos del invierno. “Un amplio sistema de inestabilidad atmosférica se establecerá sobre el Caribe Colombiano producto de los efectos de la presencia de la Zona de Confluencia Intertropical”. Este fenómeno traerá “lluvias de variada intensidad acompañadas de tormentas eléctricas a lo largo de las jornadas diurnas y/o jornadas nocturnas”, dice la alerta del IDEAM.

Frente a todos estos anuncios ya la Gobernación del Cesar identificó las situaciones con mayor riesgo en estos momentos como el municipio de Tamalameque, en especial en las veredas Campo Alegre, El Jobo y Doce de Octubre, que registran socavones ocasionados por el aumento del nivel del río Magdalena.

Es preciso señalar que los fenómenos naturales son impredecibles, pero en este caso, las causas y consecuencias del invierno en el Cesar ya se han vuelto casi que rutinarias todos los años, desde la ola invernal de 2010 hacia acá, guardadas las proporciones, los efectos del invierno se conocen con antelación en razón a que se repite la historia en cada temporada y es ahí donde se vuelven evidentes las fallas tanto del Gobierno nacional como de los gobiernos locales.

Lo más grave es que todos los años se destinan presupuestos para atender ese tipo de situaciones, pero los resultados indican que esos recursos se pierden y solo son paliativos, porque al año siguiente hay que volver a hacer la misma inversión o tal vez mayor, mientras las comunidades cada vez sufren el rigor del inverno sin que se vislumbre una solución.

Frente a esas situaciones invernales, los alcaldes de los municipios más afectados y la misma Gobernación del Cesar, deben tomarlas como un reto mayor: tal es el de enfrentarlas y resolverlas de manera definitiva y romper así ese ciclo vicioso y rutinario de todos los años. ¿cuántos recursos no se han invertido en el Cesar en las últimas dos décadas para enfrentar los estragos del invierno? Las cifras son incalculables y con el agravante de que hay que seguir destinando más recursos porque el problema sigue ahí y seguirá demandando más presupuestos cada año.

Creemos que, ante la falta de financiación del orden nacional, para este caso sí se ameritaría comprometer vigencias futuras que permitan invertir una sola vez y acabar con el problema, eso sería un buen ahorro presupuestal, al tiempo que se evitarían los grandes daños y perjuicios que cada año sufren las comunidades de esas zonas afectadas.

Es hora entonces de un estudio técnico de gran envergadura que soporte un macroproyecto capaz de contrarrestar los estragos del invierno en los puntos más críticos del Cesar.

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