En esas disertaciones de Enrique Díaz, quien tuvo un estilo único para tocar y cantar, anotó de manera jocosa
El juglar invitó a la nueva generación a tener cordura y perdurar el colegaje en el folclor vallenato.
El juglar sabanero falleció a los 86 años en una clínica de Sincelejo.
Se trata de Enrique Diaz Tovar, cantautor, acordeonero, compositor de ritmo vallenato y música sabanera fue conocido en el ámbito popular por canciones como ‘La Caja Negra’, ‘El Palomo Negro’, ‘Goza tu Dinero’ y ‘Rico Cují’.
Calixto Ochoa compuso e interpretó varias canciones, siendo ‘Los sabanales’, ‘Playas marinas’ y ‘Diana', una de sus obras más recordadas.
El juglar vallenato estuvo 12 días incapacitado.
En redes sociales, amantes de la música vallenata han criticado la actitud del juglar vallenato.
Fue en Fundación, Magdalena, donde lo identificaron como ‘El Pollo Vallenato’, debido a su procedencia provinciana que hoy está ubicada en el Cesar y La Guajira, la cual fue parte geográfica del departamento del Magdalena.
Durante su carrera artística, el músico se destacó por interpretar canciones en las que alzaba su voz en contra de varios problemas sociales, la violencia, el abandono del Estado en algunas regiones del país y el maltrato hacia los animales, entre otros.
El acordeonero y cantautor veterano hizo un llamado para que los artistas vallenatos vuelvan a grabar canciones inéditas en este aire musical, que es uno de los más llamativos en la música vallenata.
Hace 99 años nació en La Loma, Cesar, el hombre que supo darle el mejor sentido a sus vivencias y convertirlas en canciones, que hoy son un referente en el folclor vallenato.
En la obra de 177 páginas se resaltan sucesos personales, profesionales y musicales del maestro, entre ellos, la historia de su icónica canción ‘La muerte de Abel Antonio’.
En un video, de 1 minuto y 12 segundos, el juglar vallenato Emiliano Zuleta Díaz envió un mensaje a la juventud, a quienes pidió que disfrutaran la vida suavemente, lejos del estrés y el afán por conseguir dinero.
La fe y las oraciones han sido la fórmula precisa para que ‘El Jilguero de América’ siga luchando por su vida, donde su constante entrega al folclor vallenato no tiene comparación.
Durán, cultivador de amores, durante su estancia en Altos del Rosario conquistó el corazón de Isidora Castro a la que le compuso una canción, y de la que tomó el nombre con el que la identificaban, Chola, para denominar a uno de sus acordeones.
A edad de veinte años desafía sus temores e inicia la ejecución formal del acordeón, instrumento que lo acompañará toda su vida. Definida su vocación, su mayor deseo fue idear un estilo muy personal. Con contadas excepciones, procuró componer y tocar sus propias canciones, esto lo llevó a ser original al ejecutarlas e interpretarlas, aunque reconoce haber tomado de Víctor Silva la melodía, y la picardía del tío ‘Mendo’.
Hace cinco años, Calixto Ochoa duerme eternamente, pero en la voz de Diomedes Díaz se sigue escuchando el mensaje que le dejó dicho a la mujer que lo hizo llorar, cantar y viajar durante varios años a tierras vallecaucanas: “Si acaso yo no regreso más por aquí, díganle a Diana que rece y ruegue por mí”.
Entre sus canciones más reconocidas está ‘La gota fría’, convertido en uno de los clásicos del folclor más grabados en el mundo.
Abel Antonio, frente a la intensión racial insultante de llamarlo negro, creó un discurso compuesto por dos argumentos. El primero fue autodenominarse negro, lo que encontramos en varias canciones de su autoría. Y el segundo, de fino.