Los departamentos del Cesar, Sucre y La Guajira están en una situación mucho peor en 2023 que en 2014. No solo se ha perdido una década en la lucha contra la pobreza, sino que la situación es aún más grave.
Una vez se hizo pública la información, con resultados buenos, regulares o malos, según como se quisieran interpretar.
Lo más preocupante es que mientras el promedio nacional disminuyó, solo en Valledupar y Villavicencio aumentó el número de personas en mendicidad.
El Cesar fue uno de los departamentos en los que más disminuyó la inseguridad alimentaria, pasando de 41,1 % en 2022 a 32,2 % durante el 2023.
La economía colombiana arranca el 2024 con el pie izquierdo, sigue rengueando sin levantar cabeza.
El Dane considera como ocupados informales a todos los asalariados o empleados domésticos que no cuentan con cotizaciones a salud ni a pensión.
Valledupar se consolida en el 2024 como la ciudad con la más alta tasa de inflación en Colombia; pódium que no debería sorprender a nadie, ya que por diversos años ha venido registrando en el ranking como una de las ciudades más costosas e invivibles del país.
Valledupar fue el municipio con mayor número de nacimientos de bebés (7.404), seguido de Aguachica (1.591), Agustín Codazzi (1.142), Bosconia (790) y El Paso (706).
El reto en materia laboral está en la alta proporción de vallenatos ocupados de manera informal. Con un 64 % la ciudad ocupó el segundo lugar en esta medición.
El carbón es el segundo producto de exportación de Colombia después del petróleo. La empresa Drummond, con operaciones en el Cesar, se mantiene como la principal productora del energético en el país.
En total, son 104 vacantes disponibles en 23 ciudades del país.
El desempleo en la población joven también disminuyó, sin embargo, la capital cesarense aún tiene retos en materia de formalidad laboral y dignificación del trabajo.
EL PILÓN habló con Óscar Luna, quien hizo un análisis sobre la economía actual de Colombia, el departamento del Cesar y se refirió a las finanzas en la época decembrina.
odo esto es el resultado de una pésima política pública sectorial, de la improvisación, de la incapacidad de ejecutar los recursos que estaban disponibles, de una persecución a los empresarios y de otras decisiones que han desestimulado la actividad.
La población en la capital del Cesar ha crecido aceleradamente en los últimos años.
Según el Dane, en la zona urbana de la ciudad conviven alrededor de 489.000 personas, de las cuales el 74 % integran la población en edad de trabajar.
Los dos mayores porcentajes de variación anual de precios los registran las capitales de Sucre y Norte de Santander, respectivamente.
Seis departamentos de la región Caribe se encuentran encabezando la lista de los más afectados por el flagelo de la alimentación en el país.
Para entender la pobreza multidimensional, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) indica que “la pobreza no solo es falta de ingresos”.
El Dane muestra que la falta de empleo en la capital cesarense tuvo una reducción de 1,2 % entre los meses de abril y mayo.
El alcalde explicó que se crearon a través de obras, proyectos y servicios. Es decir, inversiones hechas por el sector público.