Como dato curioso Alejo Durán no lo interpretó en la final cuando ganó en el año 1968, pero es el son que tiene un relato sensacional. Es la crónica cantada dedicada a un pueblo inolvidable, a unos amigos inigualables y a hechos que quedaron plasmados para la historia en letra y melodía.
-“El legado de Alejo Durán, ese gran maestro, nunca morirá porque en sus canciones con sabor a pueblo y mujeres bonitas, dejó la huella de un hombre bueno, sincero y de carisma inigualable”: Gabriel García Márquez-
La gran fortaleza de la música vallenata es haberse anidado en Valledupar, una ciudad donde se trabaja cantando.
La historia de la dinastía con los hijos fructifica, dijo Náfer Durán Mojica a Juana Francisca Díaz.
Algunos de los reyes que se han coronado en las últimas ediciones del Festival de la Leyenda Vallenata lo han realizado tocando estos clásicos creados por los juglares del folclor.
A sus 49 años de edad Francisco Ortiz retomó su gusto por la música vallenata para homenajear la música del primer rey del Festival de la Leyenda Vallenata, recibiendo elogios por parte de los amantes del folclor.
Gabriel García Márquez dijo: “No sé qué tiene el acordeón de comunicativo que cuando lo escuchamos se nos arruga el sentimiento”. Al fin y al cabo, el vallenato está escrito en los fuelles de un acordeón y es el alma de Valledupar.
Durán, cultivador de amores, durante su estancia en Altos del Rosario conquistó el corazón de Isidora Castro a la que le compuso una canción, y de la que tomó el nombre con el que la identificaban, Chola, para denominar a uno de sus acordeones.
A edad de veinte años desafía sus temores e inicia la ejecución formal del acordeón, instrumento que lo acompañará toda su vida. Definida su vocación, su mayor deseo fue idear un estilo muy personal. Con contadas excepciones, procuró componer y tocar sus propias canciones, esto lo llevó a ser original al ejecutarlas e interpretarlas, aunque reconoce haber tomado de Víctor Silva la melodía, y la picardía del tío ‘Mendo’.
Hoy se cumplen 30 años de la partida de la vida el primer rey vallenato, Gilberto Alejandro Durán Díaz, dejando un amplio legado folclórico y una historia donde la principal protagonista es su hermana Sabina.
En el marco de la celebración de su centenario, autoridades y la comunidad de El Paso le rinden un homenaje al juglar vallenato.
En la programación está prevista la visita a la casa museo Alejo Durán, un conversatorio de la vida y obra del juglar; reconocimientos al Carlos Vives, entre otras actividades.