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Columnista - 6 abril, 2019

Redes sociales: entre el auto control y el libertinaje (II)

Crece y se consolida, cada vez más, la tendencia a un mayor autocontrol, una mejor regulación y una reglamentación de las redes sociales y otros escenarios y canales de comunicación vía Internet, como también a todo lo relacionado con la llamada inteligencia artificial. El derecho universal a la libertad de expresión y opinión, y las […]

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Crece y se consolida, cada vez más, la tendencia a un mayor autocontrol, una mejor regulación y una reglamentación de las redes sociales y otros escenarios y canales de comunicación vía Internet, como también a todo lo relacionado con la llamada inteligencia artificial.

El derecho universal a la libertad de expresión y opinión, y las redes facilitan el sano debate social, entre muchos otros beneficios, sin lugar a dudas. Pero esa libertad no puede estar por encima de otros derechos como la intimidad y al buen nombre, entre otros relacionados con la honra y la misma dignidad de las personas.

Esa libertad no puede ser patente de corso para la apología del delito y la violencia. Que la violencia sea insumo habitual de la industria mundial de la televisión y el cine, no significa que esté bien la exacerbación de la misma en las historias de ficción de estos dos medios de comunicación, que deben buscar la sana entretención de la gente, la creación de identidad nacional y ser un vehículo de la verdadera cultura.

El propio Mark Zuckerberg, fundador y presidente hoy de Facebook, red por medio de la cual un bárbaro transmitió un asesinato en serie en Nueva Zelandia, donde mató a cincuenta personas, ha hecho un llamado a un mayor control por parte de los Estados y las empresas que manejan estas redes y – por supuesto- auto-regulación entre los usuarios. Zuckerberg ha señalado por lo menos cuatro líneas de acción: las noticias falsas, los contenidos violentos, los discursos de odio y discriminación y el manejo de los datos de los usuarios, es decir la reglamentación del “habeas data”.

Lo sucedido en la mezquita en Nueva Zelandia, fue retransmitido por miles de usuarios y por varios medios de comunicación en el mundo, como si fuera un hecho sin trascendencia. Por supuesto, eso no está bien y hay que poner un orden mínimo y de respeto.

El Papa Francisco lo ha venido diciendo y lo reiteró hace pocos días, cuando le preguntaron su opinión sobre los medios de comunicación y las redes sociales. “Por favor dejen la coprofilia…”, dijo el Santo Padre. En otras palabras, ya basta de que sea la porquería el principal insumo de los medios de comunicación en el mundo.

Y Zuckerberg propone un marco común global, como una mejor opción que la regulación país por país. En Europa, a su vez, se acaba de aprobar una nueva legislación para hacer respetar los derechos de autor en las redes sociales y la Internet.

En Colombia debemos adelantar este debate, es un gran tema para las Facultades de Comunicación Social; el mismo gremio que las agrupa ASFACOM; las agremiaciones de periodistas, incluido el CPB, en Bogotá, y el CPV de Valledupar, tienen un gran espacio de trabajo sobre estos temas que están cambiando la forma de comunicarse en la sociedad moderna.

Este no es tema de ingenieros y técnicos en sistemas y telemática, únicamente. No señor. Sobre este asunto es mucho lo que tienen que decir los abogados, en el aspecto de regulación, pero también filósofos, sociólogos, sicólogos, los educadores, etc, para ordenar estos nuevos espacios y canales de comunicación, en los cuales hay un abuso de ese derecho a la libertad de expresión y se viene incurriendo en un libertinaje que no se justifica y al cual el Papa Francisco ha llamado “coprofilia”. Reitero, bienvenido el debate en el mundo y Colombia.

Columnista
6 abril, 2019

Redes sociales: entre el auto control y el libertinaje (II)

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Carlos Alberto Maestre

Crece y se consolida, cada vez más, la tendencia a un mayor autocontrol, una mejor regulación y una reglamentación de las redes sociales y otros escenarios y canales de comunicación vía Internet, como también a todo lo relacionado con la llamada inteligencia artificial. El derecho universal a la libertad de expresión y opinión, y las […]


Crece y se consolida, cada vez más, la tendencia a un mayor autocontrol, una mejor regulación y una reglamentación de las redes sociales y otros escenarios y canales de comunicación vía Internet, como también a todo lo relacionado con la llamada inteligencia artificial.

El derecho universal a la libertad de expresión y opinión, y las redes facilitan el sano debate social, entre muchos otros beneficios, sin lugar a dudas. Pero esa libertad no puede estar por encima de otros derechos como la intimidad y al buen nombre, entre otros relacionados con la honra y la misma dignidad de las personas.

Esa libertad no puede ser patente de corso para la apología del delito y la violencia. Que la violencia sea insumo habitual de la industria mundial de la televisión y el cine, no significa que esté bien la exacerbación de la misma en las historias de ficción de estos dos medios de comunicación, que deben buscar la sana entretención de la gente, la creación de identidad nacional y ser un vehículo de la verdadera cultura.

El propio Mark Zuckerberg, fundador y presidente hoy de Facebook, red por medio de la cual un bárbaro transmitió un asesinato en serie en Nueva Zelandia, donde mató a cincuenta personas, ha hecho un llamado a un mayor control por parte de los Estados y las empresas que manejan estas redes y – por supuesto- auto-regulación entre los usuarios. Zuckerberg ha señalado por lo menos cuatro líneas de acción: las noticias falsas, los contenidos violentos, los discursos de odio y discriminación y el manejo de los datos de los usuarios, es decir la reglamentación del “habeas data”.

Lo sucedido en la mezquita en Nueva Zelandia, fue retransmitido por miles de usuarios y por varios medios de comunicación en el mundo, como si fuera un hecho sin trascendencia. Por supuesto, eso no está bien y hay que poner un orden mínimo y de respeto.

El Papa Francisco lo ha venido diciendo y lo reiteró hace pocos días, cuando le preguntaron su opinión sobre los medios de comunicación y las redes sociales. “Por favor dejen la coprofilia…”, dijo el Santo Padre. En otras palabras, ya basta de que sea la porquería el principal insumo de los medios de comunicación en el mundo.

Y Zuckerberg propone un marco común global, como una mejor opción que la regulación país por país. En Europa, a su vez, se acaba de aprobar una nueva legislación para hacer respetar los derechos de autor en las redes sociales y la Internet.

En Colombia debemos adelantar este debate, es un gran tema para las Facultades de Comunicación Social; el mismo gremio que las agrupa ASFACOM; las agremiaciones de periodistas, incluido el CPB, en Bogotá, y el CPV de Valledupar, tienen un gran espacio de trabajo sobre estos temas que están cambiando la forma de comunicarse en la sociedad moderna.

Este no es tema de ingenieros y técnicos en sistemas y telemática, únicamente. No señor. Sobre este asunto es mucho lo que tienen que decir los abogados, en el aspecto de regulación, pero también filósofos, sociólogos, sicólogos, los educadores, etc, para ordenar estos nuevos espacios y canales de comunicación, en los cuales hay un abuso de ese derecho a la libertad de expresión y se viene incurriendo en un libertinaje que no se justifica y al cual el Papa Francisco ha llamado “coprofilia”. Reitero, bienvenido el debate en el mundo y Colombia.