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Las canalladas de guerra de Trump

De todas maneras, el presidente Donald Trump está cometiendo la peor canallada contra Colombia, Venezuela y la gente de Suramérica.

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Los países suramericanos viven momentos de inestabilidad social, producto de fenómenos que, como la violencia, se han afianzado en las comunidades, hasta llegar a hacer parte de su diario vivir. Lo otro es la insostenibilidad cercana con un personaje incoherente como Trump.

 Es que los países del subcontinente tienen un común denominador, la violencia, aunque en cada uno de ellos la razón y justificación sean diferentes, pero también con un patrón común: la inexistencia de una razón que amerite recurrir a ese medio. Ahora se suma las agresiones de Trump. 

Las guerras no son asociadas todas a un mismo origen; curiosamente, no tiene una forma ni duración específica y la única característica común en todas sus expresiones la constituyen el dolor, la destrucción y la muerte. Son quizá los únicos puntos comunes o de convergencia de todas las guerras pasadas, presentes y futuras, precisamente porque la guerra es inherente al hombre y a éste le es imposible prescindir de ellas. 

La guerra se halla tan afianzada al ser humano, que cambia de forma y efectos, pero sigue manteniendo su identidad (Blas, 2022).  Por ello se habla de “guerras justas”, una acepción que parece contradecir el sentido del término, puesto que no se puede hallar justicia en ninguna acción que conlleve la pérdida de vidas humanas, cualquiera sea el propósito o la causa. Aun dinamitando lanchas acusadas de transportar drogas.  La guerra es sinónimo de odio, destrucción, dolor, injusticia. Pero está tan unida al hombre y a su existencia, que éste la asume aun a sabiendas de los riesgos y nefastas consecuencias que de la misma pueden derivar.

 Por ello, donde hay seres humanos, donde hay comunidades, existe siempre la posibilidad de la guerra, sin importar lugar, idiomas, creencias religiosas, sectorización política, buenas o malas intenciones. 

Suramérica es el espacio geográfico ocupado por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay, Venezuela, además de Francia con la Guayana Francesa y cinco facciones dependientes de otros Estados.

Generalmente, cuando se habla de paz, la atención se centra en los eventos más connotados del momento; en la actualidad, hablar de paz traslada mentalmente a la persona a escenarios como Ucrania, Franja de Gaza, Israel y, más recientemente, a Irán y Turquía. Pero esos conflictos, si bien acaparan mayor atención, no son más importantes que otros que, por su persistencia, su duración, han terminado por afincarse en algunas comunidades, como sucede en Suramérica, principalmente en Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, entre otros, todo ello producto de la disputa netamente económica promovida por las bondades financieras del tráfico de drogas y la aspiración a poseer o retener, el poder sobre las comunidades y como es obvio por el petróleo.

De todas maneras, el presidente Donald Trump está cometiendo la peor canallada contra Colombia, Venezuela y la gente de Suramérica.

Los avasalla como títeres y les impone su voluntad que no es política sino de terror. “Te sometes o te someto” según Trump. Lo hecho contra el presidente colombiano Gustavo Petro y su pretensión de invadir a Venezuela es inaudita, es una canallada criminal. 

El analista político internacional Rubén Perina sostiene que para ilustrar cómo se ha catalogado al presidente Donald Trump, recolectó una serie de adjetivos que se han utilizado con frecuencia para describir su comportamiento: agresivo, autoritario, abusivo, caótico, errático, inestable, impetuoso, corrupto, deshonesto, mezquino, amoral, dictador, irrespetuoso de normas y de instituciones, gánster, temerario, imprudente, irresponsable, el peor presidente de la historia moderna e indigno de ser presidente, peligroso, incompetente, inepto, difamador, polarizante, egocéntrico, narcisista, arrogante, pedante, delirante, ignorante, inmodesto, insultante, vulgar, rudo, misógino, mentiroso, mendaz, repugnante, racista, xenofóbico. Hasta la próxima semana. tiochiro@hotmail.com.

Por Aquilino Cotes Zuleta

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