COLUMNA

La ética de la decencia y el  derecho  de los usuarios

Los medidores de la energía eléctrica que estaban empotrados en sitios especiales, ahora la empresa Afinia los ha amontonado en los postes

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Lo que comentamos  en esta columna es un caso emblemático y comunitario. En efecto, son reiteradas las quejas de los usuarios respecto a algunos miembros de la empresa AFINIA, que violan la ética de la  decencia ciudadana y los derechos de los usuarios. El 16 de diciembre, dos funcionarios de esa empresa  llegaron a  nuestra  casa, en Valledupar, e informaron  que  iban a hacer  una revisión al medidor. Mi señora los  atendió. Uno de ellos entra, se  dirige al medidor y le quita la banda de  seguridad; enseguida  dice que hay  fraude por la baja lectura que presenta y anuncia  que se lo va  a llevar para cambiarlo.  Mi señora le responde  que es relativamente nuevo; y le exige respeto, porque la ofende al decirle  que hay sospecha de fraude. 

Mi hija abogada, que estaba de visita con su esposo,  le dijo: “Aquí viven tres personas,  mi mamá y mi papá, que son adultos mayores, y mi hermana, que es la  única que  tiene en su cuarto aire acondicionado. Aquí  no se utilizan lavadora ni estufa eléctrica.  Si se mira el promedio del consumo de las últimas  facturas, superan los $400.000. No están  «bajo sospecha», como usted dice. La  última factura tiene un  valor de $491.430”.  Finalmente, le solicita al funcionario que firme el acta de visita.  

Al  retirarse, el funcionario informa  que  el  medidor  debe estar  afuera,  en el poste.  Este anuncio  me  recuerda las innumerables veces que hemos manifestado que Valledupar va en sentido contrario de la modernidad. Los medidores de la energía eléctrica que estaban empotrados en sitios especiales, ahora la empresa Afinia los ha amontonado en los postes, lo cual riñe con la armonía y el sentido estético de las calles; y se  corre el riesgo de producir accidentes, porque cualquier persona desprevenida se puede golpear  la cabeza. Hacemos un llamado a la empresa Afinia  y a la Administración Municipal, para que en el menor tiempo posible se establezca un orden razonable ante tantas irregularidades. 

Otro  comentario. La Secretaria de Transito y Transportes de Valledupar, a partir del primero de  enero de 2002, empezó  a implementar el Acuerdo N° 021 del 20 de diciembre 2021, aprobado por el Concejo Municipal. El propietario que tenga  inscrita la matrícula de su vehículo en esta ciudad, por cada año debe cancelar tres (3.0) salarios mínimos diarios legales vigentes, y el propietario de motocicleta 1.5.

A este Acuerdo  no se le ha hecho la publicidad  pertinente, por eso la gran mayoría de propietarios de vehículos  lo desconoce. Tengo en mis manos fotocopia del  recibo de pago reciente que hizo un amigo; iba a vender su carro, y  por intereses de mora, de 2022  a 2025,  el  valor  total fue $664.000.  Y  además,  debió  estar  casi toda una mañana en las oficinas, porque el pago hay que hacerlo de manera  presencial.   Una petición formal: La Secretaría de Tránsito y  Transporte de Valledupar,  por respeto a los usuarios, debería habilitar una plataforma digital para pagar de manera virtual. Estamos en la era de la informática. 

José  Atuesta  Mindiola 

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