Imagina por un momento tener que abandonar tu hogar, ese que te ha visto crecer, dejando todo aquello que a lo largo de tu infancia conoces como tu zona de confort y adentrarte a un lugar completamente diferente ajeno a tus costumbres y allí sí, empezar de cero.
Imagina por un momento tener que abandonar tu hogar, ese que te ha visto crecer, dejando todo aquello que a lo largo de tu infancia conoces como tu zona de confort y adentrarte a un lugar completamente diferente ajeno a tus costumbres y allí sí, empezar de cero.
Algo parecido le sucedió a Vanessa, una chica de 15 años, que disfrutaba estar en su ciudad, amaba cada rincón de esta además tenía muchos amigos, asistía a una escuela en la cual se sentía muy cómoda y a pesar que no era la mejor en todo se destacaba en algunas cosas.
Vanessa era hija única vivía con su madre Clarisse y su mascota Roxi, el padre de Vanessa había perdió la vida en un accidente hacía ya varios años por lo tanto, la que se encargaba con todas las responsabilidades de la casa era Clarisse quien tenía un trabajo difícil, al tener que cuidar a su única hija y tener encima todos los gastos de la casa. Por esta razón había pensado en salir y buscar nuevos horizontes.
Pronto se le empezaron a abrir las puertas, la llamaron de una empresa muy reconocida internacionalmente, para uno de los mejores puestos de trabajo, ella no lo pensó dos veces al aceptar, el único inconveniente era que la vacante estaba fuera del país.
Clarisse decidió conversar con su hija sobre la decisión a tomar, pero Vanessa no le gustó mucho la idea sin embargo, noto lo emocionada que estaba su madre al decirlo. Por lo tanto dejo de pensar en su felicidad y pensó, en la felicidad de su madre y también en su futuro. Ya tomada la decisión viajaron y se instalaron en la nueva casa, todo lucia diferente: el vecindario, el ambiente, las calles, nada se les hacía familiar.
Al desempacar la nostalgia y tristeza invadieron el corazón de Vanessa por lo no pudo evitar soltarse en llanto, a medida que sus lágrimas bajaban por sus mejillas venían recuerdos y pensamientos de que quizás ya no podría regresar más a su tierra natal.
Llego el día de empezar en la nueva escuela, Vanessa emocionada asiste al primer día, entra al aula de clases, la profesora le pide que por favor se presente para que sus nuevos compañeros la conozcan. Vanessa habla sobre ella, sobre su vida y de donde venía.
La mayoría de sus compañeros la miraron con desagrado y antipatía, ella tomo asiento y en el trascurso de la mañana nadie se acerca a hablarle, hasta que por fin un chico llamado Anthony se presenta y le da un pequeño recorrido por el colegio hasta la salida allí empezaron a hablar y ella aprovecha la oportunidad para preguntarle el por qué nadie le había hablado.
Él le explicó que ellos no estaban acostumbrados a recibir nuevas personas, en especial si eran de otro país, pensaron que sería extraño estar con alguien que viniera de un lugar diferente y que tuviese otras costumbres. Al llegar a su casa Vanessa habla con su madre de la situación y junto a ella se sienta a hacer sus tareas.
Luego de varios días de su presentación, Vanessa no logra conseguir ningún amigo, a excepción de Anthony que en ocasiones se acercaba a hablarle, ella intentaba acercarse a los demás, pero era ignorada por todos en la escuela.
Un día la profesora les asigno a todo el grupo preparar una exposición, sobre algún tema libre, la joven emocionada sabía perfectamente de que hablaría y sabía que en ese momento todos por fin le prestarían atención.
Pasaron los días y llega el momento, tan esperado (el día la exposición). Cuando fue el turno de Vanessa, se levanta de su asiento, y todos la observaban, extiende su cartelera, en ella se podían apreciar varias imágenes de paisajes naturales lugares muy hermosos y justos en medio de todo, una bandera de su país.
Vanessa empezó a hablar sobre su tierra, hablo sobre todas y cada una de las maravillas que este tenía, también hablo sobre su gente y lo cálidos que eran. Con cada palabra que soltaba, sus compañeros quedaban maravillados e impresionados de lo que ella decía.
Al final de la exposición todos le dieron un fuerte aplauso, Vanessa soltó una lagrima y su profesora se levantó y le dio un fuerte abrazo, le dijo que desde ese momento contaba con cada uno de ellos, que entendía lo duro que era abandonar su hogar, pero que, a pesar de estar lejos de ella, siempre lo llevaría en su corazón.
Desde ese momento todos empezaron a conocer a Vanessa, le permitieron integrarse al grupo en general. Conociendo así todo sobre ella, (su familia, su tierra, sus costumbres etc). Vanessa continúo su vida al lado de su madre lejos de su tierra natal, pero siempre mantuvo vivos los recuerdos y esperanza en su corazón, de que algún día volvería a la tierra que le vio nacer.
Autora: Vanessa Velásquez – Colegio Alfonso Araújo Cotes
Imagina por un momento tener que abandonar tu hogar, ese que te ha visto crecer, dejando todo aquello que a lo largo de tu infancia conoces como tu zona de confort y adentrarte a un lugar completamente diferente ajeno a tus costumbres y allí sí, empezar de cero.
Imagina por un momento tener que abandonar tu hogar, ese que te ha visto crecer, dejando todo aquello que a lo largo de tu infancia conoces como tu zona de confort y adentrarte a un lugar completamente diferente ajeno a tus costumbres y allí sí, empezar de cero.
Algo parecido le sucedió a Vanessa, una chica de 15 años, que disfrutaba estar en su ciudad, amaba cada rincón de esta además tenía muchos amigos, asistía a una escuela en la cual se sentía muy cómoda y a pesar que no era la mejor en todo se destacaba en algunas cosas.
Vanessa era hija única vivía con su madre Clarisse y su mascota Roxi, el padre de Vanessa había perdió la vida en un accidente hacía ya varios años por lo tanto, la que se encargaba con todas las responsabilidades de la casa era Clarisse quien tenía un trabajo difícil, al tener que cuidar a su única hija y tener encima todos los gastos de la casa. Por esta razón había pensado en salir y buscar nuevos horizontes.
Pronto se le empezaron a abrir las puertas, la llamaron de una empresa muy reconocida internacionalmente, para uno de los mejores puestos de trabajo, ella no lo pensó dos veces al aceptar, el único inconveniente era que la vacante estaba fuera del país.
Clarisse decidió conversar con su hija sobre la decisión a tomar, pero Vanessa no le gustó mucho la idea sin embargo, noto lo emocionada que estaba su madre al decirlo. Por lo tanto dejo de pensar en su felicidad y pensó, en la felicidad de su madre y también en su futuro. Ya tomada la decisión viajaron y se instalaron en la nueva casa, todo lucia diferente: el vecindario, el ambiente, las calles, nada se les hacía familiar.
Al desempacar la nostalgia y tristeza invadieron el corazón de Vanessa por lo no pudo evitar soltarse en llanto, a medida que sus lágrimas bajaban por sus mejillas venían recuerdos y pensamientos de que quizás ya no podría regresar más a su tierra natal.
Llego el día de empezar en la nueva escuela, Vanessa emocionada asiste al primer día, entra al aula de clases, la profesora le pide que por favor se presente para que sus nuevos compañeros la conozcan. Vanessa habla sobre ella, sobre su vida y de donde venía.
La mayoría de sus compañeros la miraron con desagrado y antipatía, ella tomo asiento y en el trascurso de la mañana nadie se acerca a hablarle, hasta que por fin un chico llamado Anthony se presenta y le da un pequeño recorrido por el colegio hasta la salida allí empezaron a hablar y ella aprovecha la oportunidad para preguntarle el por qué nadie le había hablado.
Él le explicó que ellos no estaban acostumbrados a recibir nuevas personas, en especial si eran de otro país, pensaron que sería extraño estar con alguien que viniera de un lugar diferente y que tuviese otras costumbres. Al llegar a su casa Vanessa habla con su madre de la situación y junto a ella se sienta a hacer sus tareas.
Luego de varios días de su presentación, Vanessa no logra conseguir ningún amigo, a excepción de Anthony que en ocasiones se acercaba a hablarle, ella intentaba acercarse a los demás, pero era ignorada por todos en la escuela.
Un día la profesora les asigno a todo el grupo preparar una exposición, sobre algún tema libre, la joven emocionada sabía perfectamente de que hablaría y sabía que en ese momento todos por fin le prestarían atención.
Pasaron los días y llega el momento, tan esperado (el día la exposición). Cuando fue el turno de Vanessa, se levanta de su asiento, y todos la observaban, extiende su cartelera, en ella se podían apreciar varias imágenes de paisajes naturales lugares muy hermosos y justos en medio de todo, una bandera de su país.
Vanessa empezó a hablar sobre su tierra, hablo sobre todas y cada una de las maravillas que este tenía, también hablo sobre su gente y lo cálidos que eran. Con cada palabra que soltaba, sus compañeros quedaban maravillados e impresionados de lo que ella decía.
Al final de la exposición todos le dieron un fuerte aplauso, Vanessa soltó una lagrima y su profesora se levantó y le dio un fuerte abrazo, le dijo que desde ese momento contaba con cada uno de ellos, que entendía lo duro que era abandonar su hogar, pero que, a pesar de estar lejos de ella, siempre lo llevaría en su corazón.
Desde ese momento todos empezaron a conocer a Vanessa, le permitieron integrarse al grupo en general. Conociendo así todo sobre ella, (su familia, su tierra, sus costumbres etc). Vanessa continúo su vida al lado de su madre lejos de su tierra natal, pero siempre mantuvo vivos los recuerdos y esperanza en su corazón, de que algún día volvería a la tierra que le vio nacer.
Autora: Vanessa Velásquez – Colegio Alfonso Araújo Cotes