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Informe - 16 marzo, 2020

Licor y gasolina, una mezcla fatal en las carreteras

El año pasado 192 ciudadanos fueron sorprendidos conduciendo bajo los efectos del alcohol en Valledupar. Eder Tejeda, perdió a su hermano por este motivo. Yerlis Muñoz, a una hija. Y Nasly Velásquez, no pude llevar a sus hijos al colegio por estar convaleciente. Las víctimas esperan justicia y más consciencia vial.

Yerlis Muñoz perdió una hija por un accidente de tránsito. 

FOTO/FABIÁN PINILLOS.
Yerlis Muñoz perdió una hija por un accidente de tránsito. FOTO/FABIÁN PINILLOS.
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Todo pasó en cuestión de horas o quizá solo fueron minutos. Yerlis Muñoz no recuerda muy bien. Lo cierto es que esa noche del pasado 29 de enero llegó a casa luego de estar un rato en el parque con su hija mayor, y al disponerse a descansar, su tranquilidad se vio interrumpida por la desdicha que trae una mala noticia.

Una amiga tocó la puerta y le avisó: Macielle Vanesa Cudris Muñoz, de 19 años, sufrió un accidente de tránsito mientras se movilizaba en motocicleta con su novio, Roselberth Torres Tejeda, de 16.

Yo me volví como loca, mi hija me abrazó y me dijo que por qué me ponía así si no sabía cómo estaba. Le dije que tenía un presentimiento de que mi hija no estaba a salvo”, contó.

Lee también: Novios mueren en trágico accidente en Valledupar

Las dos se fueron al sitio de la tragedia, ocurrida hacia la entrada de Valledupar a la altura del Sena Industrial, vía al municipio La Paz. Al llegar no alcanzaron a mirar a Macielle Cudris, pues una ambulancia la llevaba a la Clínica Santa Isabel de la ciudad.

A los cinco minutos mi hija (la mayor) recibe una llamada y le avisan que la hermana había fallecido. Cuando me dio la noticia no sé a dónde quedé, sentí que me echaron algo, gasolina, no sé”, dijo la mujer.

Roselberth Torres y Macielle Cudris, víctimas.

En el centro asistencial el médico de turno la abrazó, la consoló y le confirmó lo que ya sabía: la joven no pudo ser salvada por las graves heridas que sufrió.

Los amigos (de la pareja) me dicen que ellos no venían corriendo que se quedaron de último. Me dicen que el carro tenía la culpa, que se les metió y se los llevó. Es algo muy doloroso nunca había sentido un dolor así tan grande”, puntualizó.

Los novios regresaban de La Paz cuando la camioneta, color blanco, modelo Fortuner de placas IXP-951, aparentemente invadió el carril contrario según indicó el informe preliminar de la Policía de Tránsito y Transporte del Cesar.

Lee también: ¿Por qué quedó libre conductor implicado en muerte de una pareja?

El fuerte impacto dejó sin vida en el acto a Roselberth Torres, cuyo cuerpo yacía cerca de un árbol que estaba a un costado de la malla vial.

“Quedó destruido, vuelto nada prácticamente. Ha sido un golpe duro para la familia, más para mí que soy el hermano, que tenía tantos sueños con él. Quería ser técnico en mantenimiento de moto o si escogía la carrera del Ejército le decía que tendría que mandarme, o sea ser un oficial”, manifestó Eder José Tejeda, hermano del fallecido.

A su corta edad Roselberth practicaba Stunt, un deporte caracterizado por maniobras acrobáticas en motocicleta.

Mientras que Macielle Cudris estaba interesada en hacer un curso en el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y era mamá de una niña que ahora cuida su abuela en su vivienda en Villa del Rosario.

Las autoridades indicaron que el conductor de la camioneta, Jitry Eder Guanipa Blanchard, presentó dos grados de alcoholemia ese 29 de enero.

En Valledupar conducir bajo los efectos del alcohol es cada vez más recurrente, el año pasado la Policía Nacional sorprendió a 192 personas incurriendo en esa práctica, es decir, 28 ciudadanos más que en el 2018.

Si bien esta no es la principal infracción en la que incurren los conductores si ha ocupado las primeras planas en los medios de comunicación por ser protagonista en siniestros viales en los que hubo fallecidos.

Te puede interesar: Las pruebas de los negocios entre el ‘Ñeñe’ y ‘Marquitos’

En el caso citado, por ejemplo, las víctimas fueron Macielle Vanesa Cudris y Roselberth Torres; otro siniestro fue el del comerciante Ernesto Alonso Núñez Ortega, de 47 años, quien perdió la vida tras ser arrollado en octubre del año pasado por un carro marca Renault, línea Logan, de placas ISX-06.

El hombre, quien irónicamente laboraba comercializando licor, sufrió el accidente cuando se encontraba parqueado en una moto en el semáforo ubicado en la carrera 19 con calle 9C del barrio Los cortijos. El conductor del automotor es un joven de apenas 25 años identificado como Reginaldo José Antonio Aragón Valera, según las autoridades.

UNA SOBREVIVIENTE

Otros cuentan con la suerte de quedar con vida como es el caso de Nasly Velásquez Castro, de 37 años, y sus dos hijos menores de edad.

Los tres fueron arrollados por el carro de placas MXK-395 mientras iban en moto por la carrera 31 con calle 18A con rumbo a la Institución Educativa Casimiro Raúl Maestre.

Recuerdo un pantallazo de un carro, de ahí no me acuerdo más, cuando volví en sí estaban paramédicos a mi lado, pensaba que esto era un sueño. Veo a mi esposo con las manos en la cabeza, lo veo angustiado y me miro adolorida porque no daba para moverme, veo mi pierna como una ese y no me preocupé por mí. En ese momento me preocupé por Catalina y Daniel, los empecé a llamar, como nadie respondía les gritaba: díganme como están mis hijos, eso no se me olvida a mí nunca”, contó la mujer.

Nasly Velásquez Castro, sobreviviente de un accidente de tránsito.

Nasly Velásquez, su hija de 13 años e hijo de 10 fueron llevados a la Clínica de Alta Complejidad donde fueron atendidos por fracturas en el cuerpo.

El señalado responsable es el joven Roberto Ricardo Rocha Chavarría, de 22 años, quien tripulaba en estado de alicoramiento y en compañía de otros jóvenes más.

Lee también: Joven borracho atropella a madre con sus dos hijos en Valledupar

Ahora Nasly Velásquez permanece convaleciente y sus hijos tienen que ir con muleta al colegio.

“Uno de mamá se levanta, hace los oficios, está pendiente de hacerle el moño a las hijas, porque tengo dos niñas menores, y llevarlas presentadas al colegio y tener que, por ejemplo, a veces contar con otras personas, a veces quiero cogerlas, bañarlas y no puedo”, agregó Velásquez.

NO SON ACCIDENTES, SON DECISIONES

Para las autoridades conducir en estado de alicoramiento es más responsabilidad del que está en el volante que de ellos, pues consideran que son decisiones con conocimiento de causa.

Eso es parte de la responsabilidad de una persona no de una autoridad. Es parte de que un ciudadano sepa que en el momento de ingerir licor se puede ver expuesto a un accidente, por darle un ejemplo el caso de los muchachos vía a La Paz (los novios fallecidos).Hay una parte que nos compete a nosotros como autoridad, eso es cierto, y sobre el cual ya se está trabajando en materia de prevención”, manifestó el coronel Jesús Manuel De los Reyes Valencia, comandante del Departamento de Policía Cesar.

Comandante del Departamento de Policía Cesar, coronel Jesús Manuel De los Reyes. FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ

Agregó que es necesario trabajar en la concientización ciudadana para comprender la importancia de las medidas de autoprotección.

Es un proceso de transformación cultural que puede durar muchísimos años, a veces la gente aprende con el comparendo, con la medida fuerte, o sea nos toca las dos cosas: trabajar lo cultural y la sanción”, acotó De los Reyes.

Lee también: “No tuvo indicios de no querer vivir”: familiares de universitario

Según indicó el secretario de Gobierno municipal, Luis Galvis Núñez, la Alcaldía de Valledupar tiene entre su proyección trabajar la cultura ciudadana para aminorar las malas prácticas que afectan a la sociedad.

La cultura ciudadana hace parte del Plan de Gobierno del alcalde, Mello Casto, que se articula con el Plan de Seguridad y Convivencia ciudadana que tiene el Gobierno Nacional. En el momento se viene adelantando la estructuración de ese Plan Integral de Seguridad que aporta a todos los temas de convivencia ciudadana”, dijo el secretario.

LAS SANCIONES

Conducir en embriaguez es una conducta fuertemente sancionada por el artículo 152 del Código Nacional de Tránsito Terrestre de Colombia.

Las multas económicas van desde 90 salarios mínimos legales vigentes (SMMLDV) que representan $2.633.400 hasta 1.440 SMLDV que significan $42.134.500. Además, la suspensión de la licencia de conducción que va de un año a la cancelación total de la misma.

La multa, la suspensión de la licencia, el trabajo comunitario e inmovilizaciones, dependen de los parámetros establecidos en el Código de Tránsito para las ocasiones en que el ciudadano infringe la norma por primera, segunda o tercera vez.

Las sanciones económicas varían de acuerdo al nivel de alicoramiento del conductor: en el primer grado, la multa es de 180 salarios mínimos legales mensuales vigentes, en el segundo es de 360 y en el tercero de 720.

La aplicación de comparendos tiene una cuantía significativa que afecta el bolsillo, eso a veces conlleva a que una persona no vuelva a cometer el hecho. Hay quienes aprenden de esa manera, hay quienes aprenden a través de hechos que les pasan a terceros y hay quienes esperan que les pase a ellos para poder cambiar”, puntualizó el coronel De los Reyes.

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PROCESOS PENALES: LA OTRA CARA DE LA SANCIÓN

Los consumidores de bebidas embriagantes también pueden verse inmersos en procesos penales si sufren un accidente de tránsito en el que se presenten muertos o heridos, como es el caso de los novios, el comerciante y el ama de casa con sus hijos.

En el primer hecho, Jitry Eder Guanipa es investigado por el delito de homicidio culposo, en el segundo caso, Reginaldo José Antonio Aragón Valera, lo es por homicidio culposo agravado y lesiones personales culposas agravadas; y finalmente, Roberto Ricardo Rocha, por lesiones personales culposas. No obstante, este último delito admite la conciliación de las partes.

“En estos delitos querellables es posible agotar la conciliación. Sin embargo, estamos analizando el proceso porque consideramos que aquí no solamente se podría dar lo que hasta el momento se ha tipificado como lesiones personales sino que eventualmente podría ver una tentativa de homicidio. El cual no admite conciliación por ser delito que se castiga de oficio”, explicó Ricardo Alfredo Martínez Romero, abogado de Nasly Velásquez.

De acuerdo al Código Penal Colombiano si una persona es hallada por la justicia culpable del delito homicidio culposo, se expone a una condena de 32 a 108 meses de prisión y a una multa de 26.66 a 150 salarios mínimos legales vigentes. Ahora, si el delito es agravado la pena aumentará.
No obstante, la autoprotección y responsabilidad en las vías son apuestas a mejorar las cifras de accidentalidad.

“Si van a beber o van a manejar no vayan a máxima velocidad porque hay mucha gente después de ellos, hay demasiada gente afuera, en la calle, por la avenida, la carretera, ellos no saben cómo van a dejar a su familia, ellos no saben los sueños de esas personas”, manifestó Yerlis Muñoz.

MARLLELYS SALINAS MERCADO / EL PILÓN

Informe
16 marzo, 2020

Licor y gasolina, una mezcla fatal en las carreteras

El año pasado 192 ciudadanos fueron sorprendidos conduciendo bajo los efectos del alcohol en Valledupar. Eder Tejeda, perdió a su hermano por este motivo. Yerlis Muñoz, a una hija. Y Nasly Velásquez, no pude llevar a sus hijos al colegio por estar convaleciente. Las víctimas esperan justicia y más consciencia vial.


Yerlis Muñoz perdió una hija por un accidente de tránsito. 

FOTO/FABIÁN PINILLOS.
Yerlis Muñoz perdió una hija por un accidente de tránsito. FOTO/FABIÁN PINILLOS.
Boton Wpp

Todo pasó en cuestión de horas o quizá solo fueron minutos. Yerlis Muñoz no recuerda muy bien. Lo cierto es que esa noche del pasado 29 de enero llegó a casa luego de estar un rato en el parque con su hija mayor, y al disponerse a descansar, su tranquilidad se vio interrumpida por la desdicha que trae una mala noticia.

Una amiga tocó la puerta y le avisó: Macielle Vanesa Cudris Muñoz, de 19 años, sufrió un accidente de tránsito mientras se movilizaba en motocicleta con su novio, Roselberth Torres Tejeda, de 16.

Yo me volví como loca, mi hija me abrazó y me dijo que por qué me ponía así si no sabía cómo estaba. Le dije que tenía un presentimiento de que mi hija no estaba a salvo”, contó.

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Las dos se fueron al sitio de la tragedia, ocurrida hacia la entrada de Valledupar a la altura del Sena Industrial, vía al municipio La Paz. Al llegar no alcanzaron a mirar a Macielle Cudris, pues una ambulancia la llevaba a la Clínica Santa Isabel de la ciudad.

A los cinco minutos mi hija (la mayor) recibe una llamada y le avisan que la hermana había fallecido. Cuando me dio la noticia no sé a dónde quedé, sentí que me echaron algo, gasolina, no sé”, dijo la mujer.

Roselberth Torres y Macielle Cudris, víctimas.

En el centro asistencial el médico de turno la abrazó, la consoló y le confirmó lo que ya sabía: la joven no pudo ser salvada por las graves heridas que sufrió.

Los amigos (de la pareja) me dicen que ellos no venían corriendo que se quedaron de último. Me dicen que el carro tenía la culpa, que se les metió y se los llevó. Es algo muy doloroso nunca había sentido un dolor así tan grande”, puntualizó.

Los novios regresaban de La Paz cuando la camioneta, color blanco, modelo Fortuner de placas IXP-951, aparentemente invadió el carril contrario según indicó el informe preliminar de la Policía de Tránsito y Transporte del Cesar.

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El fuerte impacto dejó sin vida en el acto a Roselberth Torres, cuyo cuerpo yacía cerca de un árbol que estaba a un costado de la malla vial.

“Quedó destruido, vuelto nada prácticamente. Ha sido un golpe duro para la familia, más para mí que soy el hermano, que tenía tantos sueños con él. Quería ser técnico en mantenimiento de moto o si escogía la carrera del Ejército le decía que tendría que mandarme, o sea ser un oficial”, manifestó Eder José Tejeda, hermano del fallecido.

A su corta edad Roselberth practicaba Stunt, un deporte caracterizado por maniobras acrobáticas en motocicleta.

Mientras que Macielle Cudris estaba interesada en hacer un curso en el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y era mamá de una niña que ahora cuida su abuela en su vivienda en Villa del Rosario.

Las autoridades indicaron que el conductor de la camioneta, Jitry Eder Guanipa Blanchard, presentó dos grados de alcoholemia ese 29 de enero.

En Valledupar conducir bajo los efectos del alcohol es cada vez más recurrente, el año pasado la Policía Nacional sorprendió a 192 personas incurriendo en esa práctica, es decir, 28 ciudadanos más que en el 2018.

Si bien esta no es la principal infracción en la que incurren los conductores si ha ocupado las primeras planas en los medios de comunicación por ser protagonista en siniestros viales en los que hubo fallecidos.

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En el caso citado, por ejemplo, las víctimas fueron Macielle Vanesa Cudris y Roselberth Torres; otro siniestro fue el del comerciante Ernesto Alonso Núñez Ortega, de 47 años, quien perdió la vida tras ser arrollado en octubre del año pasado por un carro marca Renault, línea Logan, de placas ISX-06.

El hombre, quien irónicamente laboraba comercializando licor, sufrió el accidente cuando se encontraba parqueado en una moto en el semáforo ubicado en la carrera 19 con calle 9C del barrio Los cortijos. El conductor del automotor es un joven de apenas 25 años identificado como Reginaldo José Antonio Aragón Valera, según las autoridades.

UNA SOBREVIVIENTE

Otros cuentan con la suerte de quedar con vida como es el caso de Nasly Velásquez Castro, de 37 años, y sus dos hijos menores de edad.

Los tres fueron arrollados por el carro de placas MXK-395 mientras iban en moto por la carrera 31 con calle 18A con rumbo a la Institución Educativa Casimiro Raúl Maestre.

Recuerdo un pantallazo de un carro, de ahí no me acuerdo más, cuando volví en sí estaban paramédicos a mi lado, pensaba que esto era un sueño. Veo a mi esposo con las manos en la cabeza, lo veo angustiado y me miro adolorida porque no daba para moverme, veo mi pierna como una ese y no me preocupé por mí. En ese momento me preocupé por Catalina y Daniel, los empecé a llamar, como nadie respondía les gritaba: díganme como están mis hijos, eso no se me olvida a mí nunca”, contó la mujer.

Nasly Velásquez Castro, sobreviviente de un accidente de tránsito.

Nasly Velásquez, su hija de 13 años e hijo de 10 fueron llevados a la Clínica de Alta Complejidad donde fueron atendidos por fracturas en el cuerpo.

El señalado responsable es el joven Roberto Ricardo Rocha Chavarría, de 22 años, quien tripulaba en estado de alicoramiento y en compañía de otros jóvenes más.

Lee también: Joven borracho atropella a madre con sus dos hijos en Valledupar

Ahora Nasly Velásquez permanece convaleciente y sus hijos tienen que ir con muleta al colegio.

“Uno de mamá se levanta, hace los oficios, está pendiente de hacerle el moño a las hijas, porque tengo dos niñas menores, y llevarlas presentadas al colegio y tener que, por ejemplo, a veces contar con otras personas, a veces quiero cogerlas, bañarlas y no puedo”, agregó Velásquez.

NO SON ACCIDENTES, SON DECISIONES

Para las autoridades conducir en estado de alicoramiento es más responsabilidad del que está en el volante que de ellos, pues consideran que son decisiones con conocimiento de causa.

Eso es parte de la responsabilidad de una persona no de una autoridad. Es parte de que un ciudadano sepa que en el momento de ingerir licor se puede ver expuesto a un accidente, por darle un ejemplo el caso de los muchachos vía a La Paz (los novios fallecidos).Hay una parte que nos compete a nosotros como autoridad, eso es cierto, y sobre el cual ya se está trabajando en materia de prevención”, manifestó el coronel Jesús Manuel De los Reyes Valencia, comandante del Departamento de Policía Cesar.

Comandante del Departamento de Policía Cesar, coronel Jesús Manuel De los Reyes. FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ

Agregó que es necesario trabajar en la concientización ciudadana para comprender la importancia de las medidas de autoprotección.

Es un proceso de transformación cultural que puede durar muchísimos años, a veces la gente aprende con el comparendo, con la medida fuerte, o sea nos toca las dos cosas: trabajar lo cultural y la sanción”, acotó De los Reyes.

Lee también: “No tuvo indicios de no querer vivir”: familiares de universitario

Según indicó el secretario de Gobierno municipal, Luis Galvis Núñez, la Alcaldía de Valledupar tiene entre su proyección trabajar la cultura ciudadana para aminorar las malas prácticas que afectan a la sociedad.

La cultura ciudadana hace parte del Plan de Gobierno del alcalde, Mello Casto, que se articula con el Plan de Seguridad y Convivencia ciudadana que tiene el Gobierno Nacional. En el momento se viene adelantando la estructuración de ese Plan Integral de Seguridad que aporta a todos los temas de convivencia ciudadana”, dijo el secretario.

LAS SANCIONES

Conducir en embriaguez es una conducta fuertemente sancionada por el artículo 152 del Código Nacional de Tránsito Terrestre de Colombia.

Las multas económicas van desde 90 salarios mínimos legales vigentes (SMMLDV) que representan $2.633.400 hasta 1.440 SMLDV que significan $42.134.500. Además, la suspensión de la licencia de conducción que va de un año a la cancelación total de la misma.

La multa, la suspensión de la licencia, el trabajo comunitario e inmovilizaciones, dependen de los parámetros establecidos en el Código de Tránsito para las ocasiones en que el ciudadano infringe la norma por primera, segunda o tercera vez.

Las sanciones económicas varían de acuerdo al nivel de alicoramiento del conductor: en el primer grado, la multa es de 180 salarios mínimos legales mensuales vigentes, en el segundo es de 360 y en el tercero de 720.

La aplicación de comparendos tiene una cuantía significativa que afecta el bolsillo, eso a veces conlleva a que una persona no vuelva a cometer el hecho. Hay quienes aprenden de esa manera, hay quienes aprenden a través de hechos que les pasan a terceros y hay quienes esperan que les pase a ellos para poder cambiar”, puntualizó el coronel De los Reyes.

Te puede interesar: Estrepitoso accidente en Los Cortijos deja un muerto y daños materiales

PROCESOS PENALES: LA OTRA CARA DE LA SANCIÓN

Los consumidores de bebidas embriagantes también pueden verse inmersos en procesos penales si sufren un accidente de tránsito en el que se presenten muertos o heridos, como es el caso de los novios, el comerciante y el ama de casa con sus hijos.

En el primer hecho, Jitry Eder Guanipa es investigado por el delito de homicidio culposo, en el segundo caso, Reginaldo José Antonio Aragón Valera, lo es por homicidio culposo agravado y lesiones personales culposas agravadas; y finalmente, Roberto Ricardo Rocha, por lesiones personales culposas. No obstante, este último delito admite la conciliación de las partes.

“En estos delitos querellables es posible agotar la conciliación. Sin embargo, estamos analizando el proceso porque consideramos que aquí no solamente se podría dar lo que hasta el momento se ha tipificado como lesiones personales sino que eventualmente podría ver una tentativa de homicidio. El cual no admite conciliación por ser delito que se castiga de oficio”, explicó Ricardo Alfredo Martínez Romero, abogado de Nasly Velásquez.

De acuerdo al Código Penal Colombiano si una persona es hallada por la justicia culpable del delito homicidio culposo, se expone a una condena de 32 a 108 meses de prisión y a una multa de 26.66 a 150 salarios mínimos legales vigentes. Ahora, si el delito es agravado la pena aumentará.
No obstante, la autoprotección y responsabilidad en las vías son apuestas a mejorar las cifras de accidentalidad.

“Si van a beber o van a manejar no vayan a máxima velocidad porque hay mucha gente después de ellos, hay demasiada gente afuera, en la calle, por la avenida, la carretera, ellos no saben cómo van a dejar a su familia, ellos no saben los sueños de esas personas”, manifestó Yerlis Muñoz.

MARLLELYS SALINAS MERCADO / EL PILÓN