Por: Leonardo Maya Amaya. Médico Oftalmólgo. Esta es una de las palabras que más me gustan de nuestro idioma. Perseverancia es la capacidad de seguir luchando ante la adversidad sin importar los retos y dificultades que tengamos que enfrentar. Es la actitud de ser firme y tener fe en un propósito definido, es orgullo, es […]
Por: Leonardo Maya Amaya.
Médico Oftalmólgo.
Esta es una de las palabras que más me gustan de nuestro idioma. Perseverancia es la capacidad de seguir luchando ante la adversidad sin importar los retos y dificultades que tengamos que enfrentar. Es la actitud de ser firme y tener fe en un propósito definido, es orgullo, es dignidad, es coraje.
Las personas perseverantes son pacientes, disciplinados, decididos, valientes, se comprometen con sus metas, acarician sus sueños y no descansan hasta hacerlos realidad, jamás se dan por vencidos, aunque todos estén en su contra.
La historia universal está llena de ejemplos extraordinarios:
Thomás Alba Edinson, el célebre inventor Norteamericano, se dice que realizó más de cinco mil ensayos antes de encontrar el filamento adecuado para crear su bombilla, si este hombre hubiera desistido a los mil ensayos otro se habría llevado este mérito.
Abraham Lincoln intentó ser representante a la cámara y senador de su país en más de ocho ocasiones y en todas fracasó, pero era un hombre perseverante y esta virtud le dio el empuje para convertirse en presidente de su país en dos ocasiones, hoy es considerado uno de los presidentes más emblemáticos de los norteamericanos.
Para el perseverante lo importante no son las veces que se haya caído sino las veces que se levante.
Mientras tenga un sueño, una meta, un deseo por conquistar encontrará caminos para lograrlo con base en el conocimiento pleno de su objetivo, ya que todos tienen algo en común. Son conscientes que sus sueños son alcanzables.
Si Colón hubiera desistido ante tantas negativas y dificultades jamás hubiera descubierto el nuevo mundo. Nuestro gran Bolívar de las Américas es un ejemplo inconmensurable de perseverancia.
Guardadas las proporciones, en Valledupar tenemos un ejemplo emblemático de perseverancia.
El Dr. Fredys Socarras obtiene 15.000 votos en su aspiración a la alcaldía en octubre de 2007, dos años después duplica esta cifra alcanzando 30.000 en su aspiración al mismo cargo y en mayo de 2010 alcanza 9000 a la cámara en Valledupar, convirtiéndose en la segunda votación más alta en la ciudad, ratificando de paso su extraordinaria aceptación popular, paradójicamente su partido lo abandonan negándole el aval siendo el hombre más comprometido con su colectividad.
Hoy se propone recolectar 110.000 firmas para aspirar nuevamente. Esta virtud es la que quiero resaltar, un hombre que no se amilana ante la adversidad, que intenta nuevas maneras de conseguir el objetivo debe ser por lo menos admirado, pero aquí, por muchísimas razones, somos muy dados a no reconocer los méritos de nuestros ciudadanos.
Dr. Socarras yo le deseo mucha suerte porque soy consciente que la gloria del perseverante no está en no haber caído nunca sino en levantarse cada vez que cae, porque toda victoria nace en la perseverancia.
Por: Leonardo Maya Amaya. Médico Oftalmólgo. Esta es una de las palabras que más me gustan de nuestro idioma. Perseverancia es la capacidad de seguir luchando ante la adversidad sin importar los retos y dificultades que tengamos que enfrentar. Es la actitud de ser firme y tener fe en un propósito definido, es orgullo, es […]
Por: Leonardo Maya Amaya.
Médico Oftalmólgo.
Esta es una de las palabras que más me gustan de nuestro idioma. Perseverancia es la capacidad de seguir luchando ante la adversidad sin importar los retos y dificultades que tengamos que enfrentar. Es la actitud de ser firme y tener fe en un propósito definido, es orgullo, es dignidad, es coraje.
Las personas perseverantes son pacientes, disciplinados, decididos, valientes, se comprometen con sus metas, acarician sus sueños y no descansan hasta hacerlos realidad, jamás se dan por vencidos, aunque todos estén en su contra.
La historia universal está llena de ejemplos extraordinarios:
Thomás Alba Edinson, el célebre inventor Norteamericano, se dice que realizó más de cinco mil ensayos antes de encontrar el filamento adecuado para crear su bombilla, si este hombre hubiera desistido a los mil ensayos otro se habría llevado este mérito.
Abraham Lincoln intentó ser representante a la cámara y senador de su país en más de ocho ocasiones y en todas fracasó, pero era un hombre perseverante y esta virtud le dio el empuje para convertirse en presidente de su país en dos ocasiones, hoy es considerado uno de los presidentes más emblemáticos de los norteamericanos.
Para el perseverante lo importante no son las veces que se haya caído sino las veces que se levante.
Mientras tenga un sueño, una meta, un deseo por conquistar encontrará caminos para lograrlo con base en el conocimiento pleno de su objetivo, ya que todos tienen algo en común. Son conscientes que sus sueños son alcanzables.
Si Colón hubiera desistido ante tantas negativas y dificultades jamás hubiera descubierto el nuevo mundo. Nuestro gran Bolívar de las Américas es un ejemplo inconmensurable de perseverancia.
Guardadas las proporciones, en Valledupar tenemos un ejemplo emblemático de perseverancia.
El Dr. Fredys Socarras obtiene 15.000 votos en su aspiración a la alcaldía en octubre de 2007, dos años después duplica esta cifra alcanzando 30.000 en su aspiración al mismo cargo y en mayo de 2010 alcanza 9000 a la cámara en Valledupar, convirtiéndose en la segunda votación más alta en la ciudad, ratificando de paso su extraordinaria aceptación popular, paradójicamente su partido lo abandonan negándole el aval siendo el hombre más comprometido con su colectividad.
Hoy se propone recolectar 110.000 firmas para aspirar nuevamente. Esta virtud es la que quiero resaltar, un hombre que no se amilana ante la adversidad, que intenta nuevas maneras de conseguir el objetivo debe ser por lo menos admirado, pero aquí, por muchísimas razones, somos muy dados a no reconocer los méritos de nuestros ciudadanos.
Dr. Socarras yo le deseo mucha suerte porque soy consciente que la gloria del perseverante no está en no haber caído nunca sino en levantarse cada vez que cae, porque toda victoria nace en la perseverancia.