Una sensación de miedo colectivo se siente en Valledupar como consecuencia de una serie de asesinatos perpetrados en lo corrido de 2019. Y es que este año, con corte al 19 de agosto, se han cometido 55 homicidios comunes; 10 más que en 2018 para, un incremento del 22 %. El temor generalizado acompañado de las cifras tiene en alerta al pueblo vallenato, que exhorta a las autoridades a implementar un dispositivo interagencial que permita transitar hacia la paz en tiempos de posacuerdos.

El debate en la ciudad está mediado entre la percepción y la realidad, voces divergentes al respecto defienden la hipótesis de lo primero y minoritariamente lo segundo. Las noticias en los medios de comunicación han dado cuenta de los altos índices de homicidio sin que los móviles obedezcan a hurtos.

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Lo dicho lo ratifica el abogado y líder de opinión Dickson Quiroz, “mire el caso de Álvaro Morón, ‘Chechito’ Castro, la muchacha Ilina Guerra: hay seis o diez casos así lamentables. Hay un clima de terror, de pánico en la ciudad de Valledupar. Cuando pensábamos que se iba a aclimatar más la paz, antes por el contrario se ha disparado el imaginario colectivo que estamos a expensas de la delincuencia”.

Quiroz cuestiona la falta de lo que llama un “mapa conceptual de la inseguridad y la violencia”, sin embargo reconoce que es de público conocimiento la georeferenciación de los puntos críticos de la ciudad, pero que falta una estrategia en materia de seguridad que incluya a la Policía y al Ejército.

Al respecto el secretario de Gobierno, Gonzalo Arzuza Torrado, dice que hay identificados unos “puntos calientes” y que el Gobierno local contrarresta la delincuencia en estos lugares.

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Arzuza Torrado reconoce que el Gobierno local va perdiendo la lucha contra los índices de inseguridad. “Tenemos un aumento importante en el homicidio en Valledupar (…) el índice de homicidio es el que refleja el nivel de inseguridad de un municipio, en este momento nosotros vamos perdiendo con el índice de homicidio, llevamos diez homicidios más que el año pasado, a esta fecha, situación que nos preocupa y que aumenta la inseguridad en el municipio y que estamos contrarrestando”.

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Sin embargo, no todo está perdido, el Gobierno local implementa el plan de choque Construyendo Seguridad en Valledupar, en articulación con la dirección de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, si bien la estrategia arroja cifras positivas en materia de delitos que afectan a la seguridad ciudadana. “Se han venido bajando los índices de inseguridad en los últimos dos meses. Infortunadamente se han presentado cuatro acciones sicariales de alto impacto con personalidades connotadas, personas conocidas, que han afectado la percepción de inseguridad en la ciudad”, refirió Arzuza. El funcionario explicó que el homicidio sicarial dispara la sensación de inseguridad.

En consejo de seguridad realizado en días pasados, el alcalde, Augusto Ramírez Uhía, y la secretaría de Gobierno le exigieron resultados a la Policía y a la Fiscalía, “que no pueden quedar en la impunidad cuatro acciones que ha habido este año y no han tenido ningún tipo de responsable”.

Al respecto, fue delegado un fiscal destacado y un grupo de investigadores para estos casos que no han sido resueltos. “Se encuentran en la impunidad y nosotros no vamos a permitir que esa impunidad siga en la ciudad de Valledupar”, aseveró el titular de la cartera de Gobierno.

Las autoridades se mantienen en la versión de que son acciones aisladas y prefieren esperar el resultado de las investigaciones para dar a conocer una versión de los entes judiciales que vaya más allá de la responsabilidad del autor material y se ponga tras las rejas a los determinadores de los asesinatos.

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DESDE LA COMUNIDAD

Frente a los hechos de violencia registrados en Valledupar, EL PILÓN consultó a varios sectores de la sociedad.

Orlando Velásquez García: “Me parece desastroso lo que está sucediendo y soy de los pocos ciudadanos en Colombia que considero que la pena de muerte debe volver nuevamente, ya esto no se soporta más”.

Hernán Araújo Ariza, exconcejal de Valledupar: “A mí no me gustaría mezclar este tema (homicidio de ‘Tico’ Aroca) con la inseguridad; es un hecho que nos duele profundamente. El tema de inseguridad yo lo veo más relacionado con temas de atraco, hurtos es una situación compleja… el pie de fuerza que tenemos hoy es deficiente para el tamaño de la ciudad”.

Álvaro Castro Socarrás: “Considero muy grave esto que está sucediendo, aquí hay una inversión de valores, estamos en una crisis muy profunda que no sabemos a dónde vamos a llegar”.

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Carlos Liñán Porto: “Hay un enfoque profético en ese libro que llamamos Biblia que ha preestablecido que estos tiempos serán peligrosos que habrá hombres homicidas, intemperantes, sin afecto natural y es lo que estamos viendo lastimosamente, pero hay opciones de contrarrestarlo, los gobiernos hacen su esfuerzo máximo de controlar pero se les sale de las manos”.

Melkis Kammerer: “La inseguridad es por culpa de la Policía y de las administraciones municipales, porque ellos se han dedicado es a contratar con la Policía de Tránsito y más del 98 % se dedica es a quitar moto”.

Miguel Villazón, gerente de Camacol: “Hoy tenemos un problema grave de seguridad que se ve reflejado no solo en el asesinato de Alberto ‘Tico’ Aroca sino también en los diferentes episodios que han venido ocurriendo a lo largo del año y se refleja en que hay un descuido por parte de la administración municipal y por parte del comandante de la Policía de departamento. No es justo que en sitios de gran afluencia no exista la seguridad debida y se tomen medidas a posterior de que los hechos suceden”.

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José Adolfo Daza Sierra, constructor: “Es muy preocupante la situación de inseguridad que se está viviendo aquí en Valledupar. La afectación directa que tenemos los gremios constructores es que todos estos hechos tan protuberantes contra la seguridad del pueblo generan un efecto contrario hacía los inversionistas, los interesados en adquirir vivienda, apartamento, hacer cualquier tipo de inversión inmobiliaria son los primeros afectados porque evalúan a donde van a hacer sus inversiones y eso tiene una relación directa en contra de las finanzas del gremio constructor”.

Alfredo Cuello Dávila, dirigente político: “Aquí la inseguridad está generada por las motos como ese es un problema que no se puede acabar porque se crearía un problema social, la solución hay que buscarla de otra manera, concientizando a esa gente que no deben movilizarse en ciertas horas del día para así brindarle la seguridad a la gente”.

Por: Hamilton Fuentes / EL PILÓN
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