Recientemente la docente universitaria Viviana Rosa Vásquez Mejía, adscrita al Departamento de Pedagogía de la Universidad Popular del Cesar, me invitó a participar en un encuentro literario con un grupo de sus estudiantes de la asignatura de expresión oral y escrita. 

La educadora, quien es licenciada en lengua castellana y comunicación de la Universidad Norte de Santander y máster en ciencias de la comunicación de la Universidad Belloso Chacín, organizó con los estudiantes el evento, en la hemeroteca ‘Miguel Ángel Vargas Zapata’, sede Sabanas.

La honrosa invitación era para auscultar y ser jurado de 39 microcuentos escritos por igual número de estudiantes de la carrera de Administración de Empresas. De los cuales tres quedaron en la gran final, con un gran contenido de escritura.  

Según la máster en literatura española e hispanoamericana, Catalina Arancibia Durán, “el microcuento se caracteriza por llevar al extremo la premisa de la brevedad. Son textos que deben funcionar con el mínimo posible de elementos. Por ello, contienen entre 6 y 200 palabras en las que se debe distinguir un personaje, una acción y un espacio-tiempo”.

Se destaca que, aunque son historias con protagonistas y anécdotas, el poco espacio con el que se cuenta, hace que se basen en el ingenio, el humor y la ironía. Así, plantean la idea de un lector que debe participar activamente del relato y añadir su propia interpretación.

Los participantes en el evento de la Universidad Popular del Cesar fueron estudiantes muy jóvenes entre 16 y 21 años, en su mayoría mujeres. La propuesta de la docente me pareció prodigiosa y muy pertinente no solo para ellos, también para la institución y para la comunidad estudiantil en general. Explicó que todo “nace como una iniciativa para fortalecer y motivar a los estudiantes en el proceso de la lecto escritura en primer semestre de la carrera de Administración de Empresas”.

Agregó que fomentar y mantener la llama viva en cada uno de los estudiantes era preservar aquella contundente frase del Premio Nobel de Literatura, colombiano, Gabriel García Márquez, cuando dijo: “El escritor escribe su libro para explicarse a sí mismo lo que no se puede explicar”. 

Pero, ¿cómo se llevó a cabo la idea? El proceso se realizó cuando la docente generó una guía que explica todo lo relacionado con el microcuento o microrrelato, además partió de la historia de vida de cada uno, llevándola a la narración y el diseño de la carátula de cada escrito, como algo muy creativo de su parte.  

En las clases se explicaron pormenores del microcuento, sus características y los autores más valiosos del mismo y se avanzó en la escritura del microcuento. Posteriormente se fue desarrollando por parte y se llegó a un primer borrador. Además, se realizaron tutorías externas que permitieron madurar el proceso del ejercicio de la escritura.  

La docente fue orientando a cada estudiante a través de los borradores a manuscritos y después en medio digital para agilizar el ejercicio. También, los estudiantes se unieron en pareja, haciendo aportes para madurar el escrito y luego se hicieron las valoraciones adecuadas, para terminar con una última asesoría en sala de profesores, con el diseño de la carátula del microcuento. Al final fueron seleccionados los mejores microcuentos elaborados por: Jefferson José Ariñez, Heiner Becerra, Nayelis Correa, Luis Humberto Díaz, Lina García, Darling López, Fiamma Martínez y Juan Esteban Rojas. Los tres finalistas fueron: Nayelis Correa, Lina García y Heiner Becerra.

Hasta la próxima semana. [email protected]   @tiochiro.