Ricardo Cárdenas nació en Colosó (Sucre, 1940). Amante y cantautor de la música vallenata. Dios le hizo realidad sus sueños de casarse con una vallenata, Nery Patricia García Oñate, descendiente de Atánquez, y tener un hijo que ama el vallenato.
El ser humano que vive lejos de su pueblo, en su edad otoñal quiere volver al reencuentro con sus raíces y beber el agua del patio del origen. La eterna parábola del retorno. Pero cuando otro pueblo lo seduce por la magia de la música y el amor nupcial, queda extasiado para siempre y se autoproclama hijo adoptivo. Ese fue Ricardo Cárdenas Álvarez, amante y cantautor de la música vallenata. Dios le hizo realidad sus sueños de casarse con una vallenata, Nery Patricia García Oñate, descendiente de Atánquez, y tener un hijo que ama el vallenato.
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Ricardo Cárdenas nació en Colosó (Sucre, 1940). A la edad de nueve años, cuando la bocina del pueblo llenaba las noches de música, se aprende sus tres primeras canciones interpretadas por Guillermo Buitrago: ‘La gota fría’ (grabada con el nombre ‘Qué criterio’, ‘La víspera de año nuevo’ y ‘Compae Eliodoro’.
Con el sueño de ser cantante se va para Cartagena y conoce a Hernando Barrios, quien le enseña a tocar guitarra y a modular la voz. Ilusionado con llegar a los estudios de grabación viaja en 1960 a Bogotá. Allí lo espera su paisano Esteban Salas, guacharaquero del conjunto ‘Los Universitarios’, integrado por Pedro García, acordeonero y cantautor; Víctor Solano, acordeonero, y cajeros Pablo López y Rubén Mindiola.
Ricardo nunca hizo parte de ‘Los Universitarios’, pero era un invitado especial a las parrandas. Él tenía su grupo de guitarras ‘Los alegres costeños’, que los fines de semana se presentaban en Radio Santafé en el programa ‘Meridiano de la Costa’. 1962 grabó en Disco Bambuco su primer L. P. titulado ‘Paseo Vallenato’, acompañado por el acordeonero Enrique Mendoza. Al año siguiente con el acordeón de Alberto Pacheco, grabó el L.P. ‘Espermas, ron y tambor’. En 1964 grabó para CBS (hoy Sonic Music), con el acordeón del sabanero Ángel Martínez el L.P. ´Mi tierra costeña’ y al año siguiente el L.P. ‘El curita boxeador’.
Después de vivir el regocijo de ser el primero en grabar música vallenata en CBS, viene a conocer a Valledupar en el primer festival vallenato y queda eternamente enamorado de una mujer vallenata, Nery Patricia García Oñate, que sería su esposa y fijaron su residencia en Bogotá. En el mes de julio de 1968 viaja como guacharaquero y cantante de un conjunto vallenato, con Pedro García, acordeonero, e Ignacio Zabaraín, cajero, a Sofía (Bulgaria), al noveno Festival Internacional de la Cultura; pero también fueron invitados a Moscú, Yugoslavia, Checoslovaquia y Rumania.
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En 1970 se presenta al concurso de canción inédita en Valledupar y ocupa el segundo lugar con el paseo ‘Sueño vallenato’, que fue grabado por Jorge Oñate y los Hermanos López, en el L.P. ‘La Diosa Divina’.
SUEÑO VALLENATO
Las bella aguas del Guatapurí
se van llorando con destino al mar,
bajo sombra de una nube gris
se van despidiendo de Valledupar.
Se van llorando para no volver,
como suspiro muy lejos se van,
llevan aromas de un rojo clavel
que una vallenata le ha mandado al mar.
Los marineros se sorprenderán
al navegar entre aguas perfumadas,
y las sirenas paseos cantarán
porque aquel clavel sus notas llevaban
…..
Después hace algunas grabaciones en Discos Philips, pero ya estaban sonando los gloriosos Hermanos López con Jorge Oñate y Los Hermanos Poncho y Emiliano Zuleta. Entonces consciente que su mercado de ventas era cada vez más cerrado, prefiere dedicarse a sus labores de oficinista con el propósito de alcanzar su pensión de jubilación; pero sigue viniendo al Festival Vallenato y por muchos años fue jurado de piqueria o de canción inédita.
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Sus últimos años (más de 16) los vivió en Valledupar, con su esposa Nery Patricia García Oñate, y su hijo José Ricardo, quien ejerce su profesión de medicina junto con su esposa, y sus dos pequeños nietos son ángeles que enternecen las sonrisas del alma. Desde el 17 de febrero (2021), Ricardo Cardenas Álvarez duerme en la Casa celestial y su espíritu ronda en la memoria cultural del vallenato.
Por: José Atuesta Mindiola
Ricardo Cárdenas nació en Colosó (Sucre, 1940). Amante y cantautor de la música vallenata. Dios le hizo realidad sus sueños de casarse con una vallenata, Nery Patricia García Oñate, descendiente de Atánquez, y tener un hijo que ama el vallenato.
El ser humano que vive lejos de su pueblo, en su edad otoñal quiere volver al reencuentro con sus raíces y beber el agua del patio del origen. La eterna parábola del retorno. Pero cuando otro pueblo lo seduce por la magia de la música y el amor nupcial, queda extasiado para siempre y se autoproclama hijo adoptivo. Ese fue Ricardo Cárdenas Álvarez, amante y cantautor de la música vallenata. Dios le hizo realidad sus sueños de casarse con una vallenata, Nery Patricia García Oñate, descendiente de Atánquez, y tener un hijo que ama el vallenato.
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Ricardo Cárdenas nació en Colosó (Sucre, 1940). A la edad de nueve años, cuando la bocina del pueblo llenaba las noches de música, se aprende sus tres primeras canciones interpretadas por Guillermo Buitrago: ‘La gota fría’ (grabada con el nombre ‘Qué criterio’, ‘La víspera de año nuevo’ y ‘Compae Eliodoro’.
Con el sueño de ser cantante se va para Cartagena y conoce a Hernando Barrios, quien le enseña a tocar guitarra y a modular la voz. Ilusionado con llegar a los estudios de grabación viaja en 1960 a Bogotá. Allí lo espera su paisano Esteban Salas, guacharaquero del conjunto ‘Los Universitarios’, integrado por Pedro García, acordeonero y cantautor; Víctor Solano, acordeonero, y cajeros Pablo López y Rubén Mindiola.
Ricardo nunca hizo parte de ‘Los Universitarios’, pero era un invitado especial a las parrandas. Él tenía su grupo de guitarras ‘Los alegres costeños’, que los fines de semana se presentaban en Radio Santafé en el programa ‘Meridiano de la Costa’. 1962 grabó en Disco Bambuco su primer L. P. titulado ‘Paseo Vallenato’, acompañado por el acordeonero Enrique Mendoza. Al año siguiente con el acordeón de Alberto Pacheco, grabó el L.P. ‘Espermas, ron y tambor’. En 1964 grabó para CBS (hoy Sonic Music), con el acordeón del sabanero Ángel Martínez el L.P. ´Mi tierra costeña’ y al año siguiente el L.P. ‘El curita boxeador’.
Después de vivir el regocijo de ser el primero en grabar música vallenata en CBS, viene a conocer a Valledupar en el primer festival vallenato y queda eternamente enamorado de una mujer vallenata, Nery Patricia García Oñate, que sería su esposa y fijaron su residencia en Bogotá. En el mes de julio de 1968 viaja como guacharaquero y cantante de un conjunto vallenato, con Pedro García, acordeonero, e Ignacio Zabaraín, cajero, a Sofía (Bulgaria), al noveno Festival Internacional de la Cultura; pero también fueron invitados a Moscú, Yugoslavia, Checoslovaquia y Rumania.
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En 1970 se presenta al concurso de canción inédita en Valledupar y ocupa el segundo lugar con el paseo ‘Sueño vallenato’, que fue grabado por Jorge Oñate y los Hermanos López, en el L.P. ‘La Diosa Divina’.
SUEÑO VALLENATO
Las bella aguas del Guatapurí
se van llorando con destino al mar,
bajo sombra de una nube gris
se van despidiendo de Valledupar.
Se van llorando para no volver,
como suspiro muy lejos se van,
llevan aromas de un rojo clavel
que una vallenata le ha mandado al mar.
Los marineros se sorprenderán
al navegar entre aguas perfumadas,
y las sirenas paseos cantarán
porque aquel clavel sus notas llevaban
…..
Después hace algunas grabaciones en Discos Philips, pero ya estaban sonando los gloriosos Hermanos López con Jorge Oñate y Los Hermanos Poncho y Emiliano Zuleta. Entonces consciente que su mercado de ventas era cada vez más cerrado, prefiere dedicarse a sus labores de oficinista con el propósito de alcanzar su pensión de jubilación; pero sigue viniendo al Festival Vallenato y por muchos años fue jurado de piqueria o de canción inédita.
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Sus últimos años (más de 16) los vivió en Valledupar, con su esposa Nery Patricia García Oñate, y su hijo José Ricardo, quien ejerce su profesión de medicina junto con su esposa, y sus dos pequeños nietos son ángeles que enternecen las sonrisas del alma. Desde el 17 de febrero (2021), Ricardo Cardenas Álvarez duerme en la Casa celestial y su espíritu ronda en la memoria cultural del vallenato.
Por: José Atuesta Mindiola