Ahora quieren usar la curul de las víctimas para extender los hilos del poder, como el caso del grupo de William Romero y otros actores que se ocultan detrás del hijo de 40, algunos vestidos de azul que recorren el departamento con su equipo.
Por otro lado, pareciera que la tragedia que vivimos no nos escandalizara. Hemos perdido la capacidad de asombro y normalizado la violencia. Me resisto a pensar que ese sea el diagnóstico de nuestra sociedad. Estoy seguro que la sociedad colombiana quiere proteger la vida solo que no ha encontrado el camino.
Fabian me puso la mano en el hombro y en tono confidente comenzó a contarme sus afugias económicas, pues tenía varios años que no tenía trabajo estable, pero que eso no le haría perder su alegría ni las ganas de vivir y gozar la vida.
Indigna que haya toda la voluntad y destinación presupuestal para construir un Centro Cultural de $147 mil millones mientras se cae el Hospital departamental que necesita la inyección de recursos gestionados por el propio gobernador.
En Colombia, se ha normalizado la corrupción; ya nos da igual la legalidad que la ilegalidad.
Se ha demostrado en múltiples ocasiones que no toda norma es justa y es por ello que a través de la creación de la ley es que se ha permitido y legitimado dictaduras, genocidios e incluso el holocausto
A propósito de la Copa América, cabe recordar que el fútbol como todo deporte es para promocionar valores humanos que nos hagan mejores personas.
Así la situación no sea culpa de la Superintendencia, cualquiera entiende que como órgano que ejerce la inspección y vigilancia debe hacer presencia.
Ya la casa no existe, pero regreso a ella, especialmente, en las tardes nostálgicas, lo hago recostado a mis recuerdos. Ya no existe, como tampoco mis viejos, ni mi hermano Carlos. Está completa en mi mente.
Un proyecto puede ser financieramente viable si produce beneficios tratados como rentabilidad de activos y también económicamente viable si produce utilidades sociales que se traducen en bienestar de la comunidad.
Si queremos salvar al Cesar, tenemos que derrotar a esa asociación para delinquir conformada por la dirigencia política local y sus cómplices. La corrupción tiene vida propia y sobrevive a los cambios de gobierno, por eso los conflictos entre los políticos tradicionales no son de fondo sino de forma.