En el mes de septiembre de 2017 escribí una columna de opinión titulada: ‘¿Sistema Estratégico de Transporte Público en Valledupar?’, referenciando una problemática, o tal vez un déficit, que aqueja a nuestra ciudad, nada más y nada menos que el pésimo servicio de transporte público que se presta en ella. Soy de los que le […]
En el mes de septiembre de 2017 escribí una columna de opinión titulada: ‘¿Sistema Estratégico de Transporte Público en Valledupar?’, referenciando una problemática, o tal vez un déficit, que aqueja a nuestra ciudad, nada más y nada menos que el pésimo servicio de transporte público que se presta en ella. Soy de los que le gusta insistir en la materialización de los temas elementales de ciudad, por eso hoy vuelvo a usar este espacio con el ánimo de exponer un par de consideraciones sobre esto.
La idea de volver escribir sobre el tema me surgió en el mismo lugar de la vez pasada, a bordo de una buseta, como estudiante universitario suelo usar ese tipo de transporte púbico. Nada ha cambiado desde aquella vez que hablé sobre el tema, obviamente no esperaba que por tal hecho la Alcaldía y el SIVA tomaran de una vez por todas cartas en el asunto, igual que ahora, sólo quise mostrar mi inconformidad.
Los buses siguen en mal estado; no existe claridad si las tres empresas que antes prestaban el servicio de manera independiente hoy se encuentran constituidas en Unión Temporal; no sabemos qué paso con el factor de temporalidad al que estaban sujetos los buses usados que trajeron; no hay una buena sinergia en la relación costo – beneficio, en fin, no se avizoran acciones de mejoría. El realismo a veces golpea fuerte, pero en temas de gerencia pública es indispensable, en medio de necesidades básicas insatisfechas como esta del servicio público esencial de transporte, el cual no tiene si quiera un parque automotor adecuado, lo siento, pero resulta muy ilógico hablar de progreso social, ciudad sostenible y economía naranja.
El problema ha sido de disposición y no de inversión, me explico, según cifras del DNP, del año 2000 en adelante para el municipio de Valledupar se han asignado desde el Gobierno Nacional más de $185.409.000 para el Sistema Estratégico de Transporte Público, proyecto que debió haber estado implementado en el año 2016.
Mejorar la calidad del transporte público en Valledupar significaría modernizar las condiciones de movilidad en beneficio del usuario y la ciudad, sería regenerar nuestros índices económicos, le infundiríamos a Valledupar una mejor apariencia y se podría estructurar un plan coherente para erradicar el mototaxismo y todo tipo de transporte ilegal, propósito que resulta imposible de alcanzar sin un servicio integral.
Valledupar crece activamente a nivel demográfico y urbanístico, progresión esta que demanda un transporte público sólido que esté acorde con nuestras aspiraciones políticas, económicas y culturales. Al igual que muchos de mis coterráneos, yo me sigo preguntando: ¿Y el Sistema Estratégico de Transporte Público para cuándo?
Por: Camilo Pinto @camilopintom
En el mes de septiembre de 2017 escribí una columna de opinión titulada: ‘¿Sistema Estratégico de Transporte Público en Valledupar?’, referenciando una problemática, o tal vez un déficit, que aqueja a nuestra ciudad, nada más y nada menos que el pésimo servicio de transporte público que se presta en ella. Soy de los que le […]
En el mes de septiembre de 2017 escribí una columna de opinión titulada: ‘¿Sistema Estratégico de Transporte Público en Valledupar?’, referenciando una problemática, o tal vez un déficit, que aqueja a nuestra ciudad, nada más y nada menos que el pésimo servicio de transporte público que se presta en ella. Soy de los que le gusta insistir en la materialización de los temas elementales de ciudad, por eso hoy vuelvo a usar este espacio con el ánimo de exponer un par de consideraciones sobre esto.
La idea de volver escribir sobre el tema me surgió en el mismo lugar de la vez pasada, a bordo de una buseta, como estudiante universitario suelo usar ese tipo de transporte púbico. Nada ha cambiado desde aquella vez que hablé sobre el tema, obviamente no esperaba que por tal hecho la Alcaldía y el SIVA tomaran de una vez por todas cartas en el asunto, igual que ahora, sólo quise mostrar mi inconformidad.
Los buses siguen en mal estado; no existe claridad si las tres empresas que antes prestaban el servicio de manera independiente hoy se encuentran constituidas en Unión Temporal; no sabemos qué paso con el factor de temporalidad al que estaban sujetos los buses usados que trajeron; no hay una buena sinergia en la relación costo – beneficio, en fin, no se avizoran acciones de mejoría. El realismo a veces golpea fuerte, pero en temas de gerencia pública es indispensable, en medio de necesidades básicas insatisfechas como esta del servicio público esencial de transporte, el cual no tiene si quiera un parque automotor adecuado, lo siento, pero resulta muy ilógico hablar de progreso social, ciudad sostenible y economía naranja.
El problema ha sido de disposición y no de inversión, me explico, según cifras del DNP, del año 2000 en adelante para el municipio de Valledupar se han asignado desde el Gobierno Nacional más de $185.409.000 para el Sistema Estratégico de Transporte Público, proyecto que debió haber estado implementado en el año 2016.
Mejorar la calidad del transporte público en Valledupar significaría modernizar las condiciones de movilidad en beneficio del usuario y la ciudad, sería regenerar nuestros índices económicos, le infundiríamos a Valledupar una mejor apariencia y se podría estructurar un plan coherente para erradicar el mototaxismo y todo tipo de transporte ilegal, propósito que resulta imposible de alcanzar sin un servicio integral.
Valledupar crece activamente a nivel demográfico y urbanístico, progresión esta que demanda un transporte público sólido que esté acorde con nuestras aspiraciones políticas, económicas y culturales. Al igual que muchos de mis coterráneos, yo me sigo preguntando: ¿Y el Sistema Estratégico de Transporte Público para cuándo?
Por: Camilo Pinto @camilopintom