En el año 2013 en Kazajistán, el presidente de China Xi Jinping anunció la puesta en marcha de un colosal proyecto estratégico, denominado la Nueva Ruta de la Seda (Silk Road Economic Belt – BRI), que consiste en invertir en redes terrestres, marítimas, aéreas, y próximamente espaciales; es básicamente refundar la antigua Ruta de la Seda, pero a nivel planetario, donde se pretende controlar puertos, aeropuertos y vías de todo tipo, lo que según estimativos del 2022, se ha logrado una conexión en rutas de un 60%, y un 40% del control del comercio mundial, todo ello dentro del modelo de cooperación, pero con supervisión china.
El gestor del mencionado mega proyecto, que ha propiciado que China gane enteros en el nuevo tablero mundial es Xi Jinping; nacido en Pekín (China) el 15-06-1953, graduado como Ingeniero Químico en la universidad de Tsinghua (12ª en el mundo según Times Higher Education Worid University Rankings), después cursó un doctorado en Ciencias Jurídicas en el mismo centro educativo; a nivel de idiomas utiliza el mandarín, es interesante anotar que en China se hablan 302 lenguas en una población de 1.409.670.000 habitantes lo cual representa el 20% a nivel mundial; en lo sentimental se tienen noticias de dos matrimonios y una hija de la última relación.
Llega al poder el 14-03-2013 cuando es elegido presidente, se hace acápite que antes de la reforma política de 2018 allí solo se podían hacer reelegir una vez, actualmente no existen restricciones al respecto lo cual se evidenció con la tercera reelección obtenida el 10-03-2023 con una aplastante victoria de 2.952 votos de los diputados en la Asamblea Popular China y cero sufragios en contra, para un tercer mandato de cinco años que culmina en 2028.
En sus primeros 10 años de vida gozó de las dadivas reservadas a la élite del Partido Revolucionario Chino, periodo en el que fue instruido como un potencial dirigente para el futuro, sin embargo en la Revolución Cultural liderada por Mao Zedong en la que se purgó a los simpatizantes con las políticas burguesas y occidentales las tornas cambiaron, en esa purga política fue apresado Xi Zhongxun uno de los líderes del primer periodo revolucionario y padre de Xi Jinping. Este último, con 13 años, tuvo que huir al campo, donde trabajó transportando estiércol, construyendo diques y reparando caminos; se podría decir que casi era un asceta y un dedicado lector a la luz de la lámpara en el fondo de la cueva donde vivió con otros refugiados, a los 5 años de estar allí salió de la caverna para enrolarse en el Partido Comunista iniciando su inexorable ascenso, los informes de inteligencia que han trascendido dicen de él que: “eligió sobrevivir convirtiéndose en más rojo que los rojos”, estos mismos informes lo definen como: “extremadamente pragmático, realista, con los ojos puestos en el premio desde joven”. Otra aproximación a la personalidad de Xi Jinping la da él mismo: “Aprendí a disfrutar cuando se me indicaban mis errores, pero a no dejarme influir por ello. Sólo porque fulano o zutano decía algo, yo no iba a empezar a analizar cada uno de los costos o beneficios. No iba a perder el sueño por ello”. Siendo ya máximo gobernante de China volvió al pueblo de campesinos y a la gruta donde se ocultó, pero a pesar de esta austera imagen que se quiere transmitir, lo real es que es la personificación de la élite de ese país.
De los rasgos personales de Xi Jinping se destaca el ser perseverante, audaz, astuto, paciente, ambicioso, calculador, nacionalista, con las metas claramente definidas, pero sobre todo implacable, lo que aunado al ser el primer mandatario chino lo convierten en un actor de máxima relevancia en el tablero de la geopolítica mundial en la actualidad y el más poderoso dirigente chino en décadas, con una aprobación del 92% y 73% de la población, según diferentes fuentes.
Xi Jinping es un socialista, pero al estilo chino, bastante alejado del modelo de la ex – URSS y de Cuba, incluso con el de la actual Venezuela; él combina el marxismo chino con el rejuvenecimiento nacional y el modelo capitalista, no tiene nada que ver con algunos gobiernos de izquierdas que tienen buenas ideas, pero que son incapaces de hacerlas realidad. A nivel formal el pueblo chino es el dueño del país, y China debe ser gobernada como un Estado de Derecho, respetuoso y que ampare a los ciudadanos, lo cual está en tela de juicio para la óptica Occidental, pero para el contexto chino es valedero.
Durante el mandato de Xi Jinping, China ha buscado un desarrollo innovador con base en la ciencia, han apostado por el desarrollo digital, donde la tecnología tiene un sitial de honor, no es extrañar que COMAC (fabricante chino de aviones comerciales) pretenda competir con el oligopolio de Airbus y Boeing con su nuevo modelo C919, la industria automotriz no se queda atrás, la marca BYD de automotores ya rivaliza con la Tesla de Elon Musk y su desarrollo preocupa a marcas de tanta tradición como la europea Mercedes Benz. Es la segunda nación en llevar un hombre a la Luna con un programa de vanguardia espacial [Morón, D. (2025) Space Race 2.0. Diario El Pilón (https://elpilon.com.co/space-race-2-0/)] Por otra parte han intensificado políticas de autosuficiencia en diferentes áreas económicas que permita la no dependencia e injerencia de otros países. En 2025 el presupuesto de China destinará un 7,2% al gasto militar, manteniéndose este aumento desde hace 10 años, aun así este monto corresponde al 1,5% de su PIB, lo cual difiere del 4 % de USA, o del 5% aprobado el 25-06-2025 para 31 de los 32 países miembros de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) del respectivo PIB, pero aun así China es la segunda potencia militar del mundo. Se ha dado mayor apoyo al sector empresarial, se ha fusionado económica y comercialmente la industria militar con el sector civil; también se han establecido políticas encaminadas a erradicar la pobreza.
Xi Jinping ha dado un giro de 180º a la política exterior China, antes esperaban los acontecimientos para tomar medidas al respecto, actualmente proponen y lideran, ahora son proactivos, lo que se ve muy a menudo, por ejemplo: el envío de los barcos espías Type 855 y Type 815A el 22-06-2025 en la confrontación bélica de Israel e Irán con el objetivo de rastrear información electrónica militar y desplazamientos furtivos de USA e Israel para dársela a Irán; otro ejemplo es cuando el 9-06-2025 propiciaron un encuentro face to face con USA en Londres (Inglaterra), donde se sentaron las bases para un relanzamiento comercial entre estos dos países con una cuota arancelaria diferente a la impuesta inicialmente en la guerra comercial desatada por Donald Trump en 2025.
En general de China conocemos que es una cultura milenaria, algo de su gastronomía, la famosa Muralla China y alguna cosa más, pero ellos se han esparcidos por los diferentes países del mundo, estableciendo empresas y negocios, adaptándose a la forma de vida que encuentran, conociéndonos, dicho de otra manera, son una fuente de información fidedigna en la eventualidad que China la requiera. En Occidente los tiempos van a un ritmo vertiginoso, los chinos se toman su tiempo, son como la araña que construye sin prisa su tela para atrapar a su presa. Es importante aclarar que China es una potencia extractiva que tiene una producción elevada con un consumo interno bajo, con lo cual compensan el arancel del 55% que impone USA y pueden permitirse el 10% a los americanos, esta alta producción y sus fríos inviernos requieren de mucho petróleo y carbón, con lo cual los países que se han acercado a China están cambiando de señor pero no de paradigma, quien crea lo contrario está como el título de la canción vallenata, en un: “Mundo de Ilusiones” [Fernando Meneses /Binomio de Oro (1978)]. China es una nación que pasa por un gran momento y que sigue creciendo en todos los ámbitos, y es el fiel reflejo de Xi Jinping, un líder con metas claras, con objetivos definidos, que se toma su tiempo para conseguirlos, que medita cada paso que da, buscando cometer el menor número de errores posibles, que cada vez es más osado, pero sin dejar de ser cauto, pero sobre todo es implacable con sus adversarios. La expresión “Cuento Chino” originaria de la Cuba de 1847 que se utiliza para referirse a algo falso, no encaja con el líder chino, resumiendo: Xi Jinping no es un cuento chino.
Por: Donaldo Morón Rojas.
Politólogo – Administrador financiero.










