OPINIÓN

Viralidad pasajera o coherencia duradera: ¿qué construye marca?

El verdadero éxito no es un video que llega a un millón de vistas. El verdadero éxito es un video que llega a un millón de personas y refuerza lo que la marca representa.

Alfredo Jones, columnista de EL PILÓN.

Alfredo Jones, columnista de EL PILÓN.

Por: Alfredo

@el_pilon

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Se acerca el final del año y quizás buscas consolidar tu marca, estás en pleno proceso estratégico para lanzar un emprendimiento con fuerza en 2026, o incluso te mueves en el mundo de la política y se aproximan elecciones. En un ecosistema digital donde cada minuto surgen nuevas tendencias, desafíos y formatos diseñados para capturar la atención, es fácil caer en la ilusión de que lo más importante es hacerse viral.

Pero la viralidad es un arma de doble filo: puede catapultar una marca a una visibilidad masiva o, por el contrario, diluir su identidad en cuestión de segundos. La pregunta, entonces, se vuelve inevitable: ¿qué pesa más, lo viral o la coherencia de marca? La respuesta, aunque muchos quieran simplificarla, es más estratégica que emocional.

No hay duda de que lo viral es atractivo. Un video que explota en redes puede generar miles de interacciones, un flujo intenso de tráfico y una conversación pública que, en apariencia, beneficia a la marca. Pero la viralidad es efímera y, sobre todo, impredecible. El problema no es hacerse viral; el problema es que lo viral, por sí solo, rara vez construye valor.

Muchas marcas descubren demasiado tarde que atraer grandes masas no siempre es sinónimo de atraer a los clientes correctos. La viralidad dispara metas de alcance, pero no necesariamente metas de tu proyecto.

Mientras lo viral es una chispa, la coherencia de marca es el combustible que mantiene vivo el motor. Hablar siempre desde la misma identidad, mantener un tono reconocible, sostener un propósito claro y repetir un mensaje consistente crea algo que la viralidad nunca garantiza: confianza.

La coherencia no seduce a la velocidad de un contenido viral, pero construye un camino sólido donde el público no solo recuerda a la marca, sino que se identifica con ella. Y una marca coherente siempre convierte mejor: convierte curiosos en seguidores, y seguidores en embajadores digitales o clientes.

No se trata de renunciar a lo viral. Al contrario: lo viral es útil cuando se utiliza de forma estratégica. La clave está en encontrar un punto medio donde una pieza tenga potencial de explotar, pero sin sacrificar la esencia de la marca.

El verdadero éxito no es un video que llega a un millón de vistas. El verdadero éxito es un video que llega a un millón de personas y refuerza lo que la marca representa.

Si una marca debe elegir entre viralidad y coherencia, la elección correcta es siempre la coherencia. Porque es lo único que garantiza resultados a largo plazo, reputación y crecimiento sostenible. Lo viral es un impulso. La coherencia es un cimiento.

¡Y las marcas sólidas no se construyen sobre impulsos!

Alfredo Jones Sánchez – @alfredojonessan

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