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Columnista - 19 noviembre, 2018

Tóxico

Fue la palabra escogida por el diccionario Oxford que resume lo ocurrido en este 2018, en el Reino Unido, a causa de las toneladas de plástico arrojadas a los océanos que pueden tardar siglos en reciclarse, también por las emisiones de carbono que contaminan el aire que respiramos, sin desconocer que el factor político, jugó […]

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Fue la palabra escogida por el diccionario Oxford que resume lo ocurrido en este 2018, en el Reino Unido, a causa de las toneladas de plástico arrojadas a los océanos que pueden tardar siglos en reciclarse, también por las emisiones de carbono que contaminan el aire que respiramos, sin desconocer que el factor político, jugó también un papel importante en su escogencia. Se denomina tóxico a la “reacción fisiológica causada por un veneno o por la acción de una sustancia tóxica o en mal estado”.

Tóxico, también podría ser la palabra que mejor describa nuestro acontecer nacional, y más concretamente, la actual situación del exministro de Justicia, exministro del Interior y actual Fiscal General de la Nación José Humberto Martínez Neira. La grabación de una charla informal del fallecido auditor Jorge Enrique Pizano y el actual Fiscal General, ocurrida en agosto de 2015, cuando Martínez Neira fungía como abogado, y que da cuenta de pagos irregulares, léase sobornos, por el orden de 34 mil millones de pesos del concesionario Ruta del Sol II. No obstante, queda claro que se hicieron las denuncias y que el Presidente de Corficolombiana, socia de Odebrecht, tuvo oportuno conocimiento de las mismas, sin que tomara ninguna medida. Las denuncias de estas irregulares se devolvieron en contra de Jorge Enrique Pizano (Q.E.P.D.), quien por arte de birlibirloque pasó de denunciante ha denunciado.

De contera, tres días después de la muerte del testigo clave contra la multinacional Odebrecht, fallece su hijo Jorge Alejandro Pizano, luego de ingerir una bebida tóxica en la finca situada en Subachoque (Cundinamarca). Su muerte fue clasificada por las autoridades como “homicidio por esclarecer”. Prácticamente se descarta el suicidio, pues se trata de un exitoso arquitecto y fotógrafo de 31 años de edad residenciado en España, felizmente casado, y a punto de ser papá.

Desde luego, que se adelantaran las exhaustivas investigaciones de rigor, por parte de la Fiscalía, pero lo que no es admisible, en ningún país medianamente civilizado, es que Martínez Neira cumpla un doble rol, ser cabeza del ente investigador, y al mismo tiempo investigado.
Todo lo anterior contiene un alto grado de toxicidad, al punto que Gilberto Tobón, politólogo antioqueño ha expresado públicamente, que a Luis Eduardo Montealegre lo pusieron en el cargo de Fiscal General, para “tapar” el escándalo de la EPS Saludcoop, y a Martínez Neira, para “tapar” el escándalo de Odebrecht. Y usted amigo(a) lector(a), ¿Qué opinión le merece este tóxico caso?

Por Darío Arregocés[email protected]

Columnista
19 noviembre, 2018

Tóxico

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Dario Arregoces

Fue la palabra escogida por el diccionario Oxford que resume lo ocurrido en este 2018, en el Reino Unido, a causa de las toneladas de plástico arrojadas a los océanos que pueden tardar siglos en reciclarse, también por las emisiones de carbono que contaminan el aire que respiramos, sin desconocer que el factor político, jugó […]


Fue la palabra escogida por el diccionario Oxford que resume lo ocurrido en este 2018, en el Reino Unido, a causa de las toneladas de plástico arrojadas a los océanos que pueden tardar siglos en reciclarse, también por las emisiones de carbono que contaminan el aire que respiramos, sin desconocer que el factor político, jugó también un papel importante en su escogencia. Se denomina tóxico a la “reacción fisiológica causada por un veneno o por la acción de una sustancia tóxica o en mal estado”.

Tóxico, también podría ser la palabra que mejor describa nuestro acontecer nacional, y más concretamente, la actual situación del exministro de Justicia, exministro del Interior y actual Fiscal General de la Nación José Humberto Martínez Neira. La grabación de una charla informal del fallecido auditor Jorge Enrique Pizano y el actual Fiscal General, ocurrida en agosto de 2015, cuando Martínez Neira fungía como abogado, y que da cuenta de pagos irregulares, léase sobornos, por el orden de 34 mil millones de pesos del concesionario Ruta del Sol II. No obstante, queda claro que se hicieron las denuncias y que el Presidente de Corficolombiana, socia de Odebrecht, tuvo oportuno conocimiento de las mismas, sin que tomara ninguna medida. Las denuncias de estas irregulares se devolvieron en contra de Jorge Enrique Pizano (Q.E.P.D.), quien por arte de birlibirloque pasó de denunciante ha denunciado.

De contera, tres días después de la muerte del testigo clave contra la multinacional Odebrecht, fallece su hijo Jorge Alejandro Pizano, luego de ingerir una bebida tóxica en la finca situada en Subachoque (Cundinamarca). Su muerte fue clasificada por las autoridades como “homicidio por esclarecer”. Prácticamente se descarta el suicidio, pues se trata de un exitoso arquitecto y fotógrafo de 31 años de edad residenciado en España, felizmente casado, y a punto de ser papá.

Desde luego, que se adelantaran las exhaustivas investigaciones de rigor, por parte de la Fiscalía, pero lo que no es admisible, en ningún país medianamente civilizado, es que Martínez Neira cumpla un doble rol, ser cabeza del ente investigador, y al mismo tiempo investigado.
Todo lo anterior contiene un alto grado de toxicidad, al punto que Gilberto Tobón, politólogo antioqueño ha expresado públicamente, que a Luis Eduardo Montealegre lo pusieron en el cargo de Fiscal General, para “tapar” el escándalo de la EPS Saludcoop, y a Martínez Neira, para “tapar” el escándalo de Odebrecht. Y usted amigo(a) lector(a), ¿Qué opinión le merece este tóxico caso?

Por Darío Arregocés[email protected]