Mientras que en algunos sectores piden a gritos la instalación de reductores de velocidad, en otros se quejan por el corto tramo que existe entre ellos. Los más incómodos son los conductores, pues aseguran que sus vehículos sufren por este tipo de obstáculos.
Pese a que no hay clases presenciales por la pandemia, los raiceros solicitaron reductores de velocidad en la zona escolar.
La iniciativa que busca reducir los índices de accidentalidad en Valledupar contempla la instalación de 940 metros de reductores de velocidad.