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Columnista - 2 junio, 2023

Rosa Emilia Villazón de Maya 

Rosa Emilia Villazón, pureza de fina estampa.

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       I

Rosa Emilia Villazón, 

pureza de fina estampa, 

en su alma nunca escampa 

la fe de su devoción 

por Santo Ecce Homo El Patrón 

de esta gran feligresía. 

Sus padres Miguel María 

y doña Julia Baquero 

veneraron con esmero 

la sagrada eucaristía.               

        II

La educación religiosa

fue en la Sagrada Familia, 

eran  ramos en vigilias 

aquellas horas hermosas. 

Sus compañeras piadosas 

son recuerdos a la vista: 

mi madre Juana Bautista,

de rodilla en el altar, 

y al momento de cantar

Carmen Montero en la lista.         

           III

Rosa Villazón Baquero 

de distinguido linaje;

Valledupar el paisaje  

de sus sueños y senderos. 

Para su alma un lucero

su esposo querido fue, 

don Tirso Maya Brugés

el padre de sus amores: 

Tres hijas, sagradas flores,

y el hijo, Edgardo José. 

              IV

Todos los días son santos 

cuando se vive en familia, 

así decía Rosa Emilia 

con la ternura de un canto. 

El amor vence quebrantos 

de Juan Bosco repetía: 

La fe es tierna alegría, 

es bendición del Señor, 

si en el hogar hay amor 

no existe melancolía.

Columnista
2 junio, 2023

Rosa Emilia Villazón de Maya 

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Atuesta Mindiola

Rosa Emilia Villazón, pureza de fina estampa.


       I

Rosa Emilia Villazón, 

pureza de fina estampa, 

en su alma nunca escampa 

la fe de su devoción 

por Santo Ecce Homo El Patrón 

de esta gran feligresía. 

Sus padres Miguel María 

y doña Julia Baquero 

veneraron con esmero 

la sagrada eucaristía.               

        II

La educación religiosa

fue en la Sagrada Familia, 

eran  ramos en vigilias 

aquellas horas hermosas. 

Sus compañeras piadosas 

son recuerdos a la vista: 

mi madre Juana Bautista,

de rodilla en el altar, 

y al momento de cantar

Carmen Montero en la lista.         

           III

Rosa Villazón Baquero 

de distinguido linaje;

Valledupar el paisaje  

de sus sueños y senderos. 

Para su alma un lucero

su esposo querido fue, 

don Tirso Maya Brugés

el padre de sus amores: 

Tres hijas, sagradas flores,

y el hijo, Edgardo José. 

              IV

Todos los días son santos 

cuando se vive en familia, 

así decía Rosa Emilia 

con la ternura de un canto. 

El amor vence quebrantos 

de Juan Bosco repetía: 

La fe es tierna alegría, 

es bendición del Señor, 

si en el hogar hay amor 

no existe melancolía.