La Primera Infancia es la etapa de la vida que va desde el nacimiento hasta los 6 años de edad. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia –Unicef- la ventana de oportunidades para invertir en el desarrollo de la primera infancia se limita a este corto periodo de la vida, el cual […]
La Primera Infancia es la etapa de la vida que va desde el nacimiento hasta los 6 años de edad. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia –Unicef- la ventana de oportunidades para invertir en el desarrollo de la primera infancia se limita a este corto periodo de la vida, el cual es decisivo para obtener importantes retornos sociales y económicos que se traducen en desarrollo humano y social. Por ello, las inversiones que promueven el desarrollo integral en la primera infancia se justifican, en primer lugar, desde la óptica de los derechos, debido a que el desarrollo truncado de un niño o una niña, cuando pudiera haberse evitado, viola un derecho humano fundamental. También, dice esta organización de Naciones Unidas, que existe un fuerte argumento de equidad y justicia social, porque los niños y niñas que se enfrentan a ambientes o factores negativos pueden quedar permanentemente rezagados en su desarrollo, y hay, por ende, razones económicas que justifican la inversión durante la primera infancia, ya que ésta conlleva a un aumento en la educación y la productividad a lo largo de los años y a un mejor nivel de vida cuando el niño o niña llega a la edad adulta.
La semana anterior la Alcaldía de Valledupar apenas hizo el anuncio de formulación de la Política Publica de Infancia y Adolescencia, para lo cual abrió espacios de concertación y generación de ideas para la estructuración de esta Política, incluida en el proyecto de Fortalecimiento del Sistema Nacional de Bienestar Familiar. Esto demuestra un rezago y atraso en la construcción de una Política Municipal de Primera Infancia, la cual lleva significativos avances en otras regiones colombianas, pero a su vez es alentador que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD- esté asesorando esta construcción en la que han involucrado a los mismos niños y niñas, y jóvenes para que expresen de manera directa sus opiniones.
Es pertinente sin duda alguna, la participación de los menores en la construcción de esta política, pero es más relevante que sea la misma administración pública con sus aliados, los que delineen el camino a seguir, puesto que se está determinando cómo se promueve el desarrollo integral de la Primera Infancia en Valledupar, debido a que es desde esta etapa de la vida donde se refuerza y asegura el futuro de una vida digna.
Las estadísticas de la Unicef indican que en América Latina en promedio, un trabajador que ha alcanzado la primaria completa logra un ingreso 50% superior en su primer empleo al que habría obtenido de no haber estudiado. Este porcentaje asciende a 120% si se trata de la secundaria completa. En Valledupar, según estudios hechos por la firma Ágora, el 63% de los jóvenes vallenatos estudian bachillerato y el 18.9% están en primaria, de éstos el 5.8% desertó de la secundaria y el 1.8% de la primaria, lo que quiere decir que 5.102 jóvenes y niños están sin hacer nada. Esta situación se evidencia con mayor énfasis en la comuna cinco, donde hay 2.332 niños que no están estudiando, tal como lo informó EL PILÓN en pasadas ediciones. Esto quiere decir, que es urgente que la Administración Municipal construya la Política Pública de Primera Infancia y Adolescencia, y más prioritario que ponga en práctica las acciones para favorecer a este sector de la población.
El desarrollo infantil temprano es la vía más poderosa que tiene una sociedad para sentar bases de equidad. Por ello favorecer el inicio parejo de la vida es un deber del Estado y de la sociedad en su conjunto, con lo cual se garantiza a todos los niños y niñas sin excepción el mejor comienzo para sus vidas.
La Primera Infancia es la etapa de la vida que va desde el nacimiento hasta los 6 años de edad. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia –Unicef- la ventana de oportunidades para invertir en el desarrollo de la primera infancia se limita a este corto periodo de la vida, el cual […]
La Primera Infancia es la etapa de la vida que va desde el nacimiento hasta los 6 años de edad. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia –Unicef- la ventana de oportunidades para invertir en el desarrollo de la primera infancia se limita a este corto periodo de la vida, el cual es decisivo para obtener importantes retornos sociales y económicos que se traducen en desarrollo humano y social. Por ello, las inversiones que promueven el desarrollo integral en la primera infancia se justifican, en primer lugar, desde la óptica de los derechos, debido a que el desarrollo truncado de un niño o una niña, cuando pudiera haberse evitado, viola un derecho humano fundamental. También, dice esta organización de Naciones Unidas, que existe un fuerte argumento de equidad y justicia social, porque los niños y niñas que se enfrentan a ambientes o factores negativos pueden quedar permanentemente rezagados en su desarrollo, y hay, por ende, razones económicas que justifican la inversión durante la primera infancia, ya que ésta conlleva a un aumento en la educación y la productividad a lo largo de los años y a un mejor nivel de vida cuando el niño o niña llega a la edad adulta.
La semana anterior la Alcaldía de Valledupar apenas hizo el anuncio de formulación de la Política Publica de Infancia y Adolescencia, para lo cual abrió espacios de concertación y generación de ideas para la estructuración de esta Política, incluida en el proyecto de Fortalecimiento del Sistema Nacional de Bienestar Familiar. Esto demuestra un rezago y atraso en la construcción de una Política Municipal de Primera Infancia, la cual lleva significativos avances en otras regiones colombianas, pero a su vez es alentador que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD- esté asesorando esta construcción en la que han involucrado a los mismos niños y niñas, y jóvenes para que expresen de manera directa sus opiniones.
Es pertinente sin duda alguna, la participación de los menores en la construcción de esta política, pero es más relevante que sea la misma administración pública con sus aliados, los que delineen el camino a seguir, puesto que se está determinando cómo se promueve el desarrollo integral de la Primera Infancia en Valledupar, debido a que es desde esta etapa de la vida donde se refuerza y asegura el futuro de una vida digna.
Las estadísticas de la Unicef indican que en América Latina en promedio, un trabajador que ha alcanzado la primaria completa logra un ingreso 50% superior en su primer empleo al que habría obtenido de no haber estudiado. Este porcentaje asciende a 120% si se trata de la secundaria completa. En Valledupar, según estudios hechos por la firma Ágora, el 63% de los jóvenes vallenatos estudian bachillerato y el 18.9% están en primaria, de éstos el 5.8% desertó de la secundaria y el 1.8% de la primaria, lo que quiere decir que 5.102 jóvenes y niños están sin hacer nada. Esta situación se evidencia con mayor énfasis en la comuna cinco, donde hay 2.332 niños que no están estudiando, tal como lo informó EL PILÓN en pasadas ediciones. Esto quiere decir, que es urgente que la Administración Municipal construya la Política Pública de Primera Infancia y Adolescencia, y más prioritario que ponga en práctica las acciones para favorecer a este sector de la población.
El desarrollo infantil temprano es la vía más poderosa que tiene una sociedad para sentar bases de equidad. Por ello favorecer el inicio parejo de la vida es un deber del Estado y de la sociedad en su conjunto, con lo cual se garantiza a todos los niños y niñas sin excepción el mejor comienzo para sus vidas.