Encabezamos esta columna con el aleccionante mensaje de Greta Thunberg en la cumbre de Davos por los escasos avances registrados en la lucha por el cambio climático “ustedes hablan mucho del clima, pero no hacen nada”. Sobre este tema no hay dudas que para afrontar la posibilidad de combatir el cambio climático hay que sembrar […]
Encabezamos esta columna con el aleccionante mensaje de Greta Thunberg en la cumbre de Davos por los escasos avances registrados en la lucha por el cambio climático “ustedes hablan mucho del clima, pero no hacen nada”.
Sobre este tema no hay dudas que para afrontar la posibilidad de combatir el cambio climático hay que sembrar árboles. En el entendido que la deforestación es una de las causas principales del cambio climático ya que está comprobado que alrededor de un 15% de las emisiones globales provienen de la deforestación de bosques tropicales (especialmente para exportación gaandera).
También hay que tener en cuenta que para este proceso del cambio climático una serie de soluciones y escenarios en materia de desertificación y así lo avalan miembros del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y en esta situación encontramos la degradación de tierras, manejo sostenible de parte del suelo, seguridad alimentaria y flujos de gases de efecto invernadero en ecosistemas terrestres.
Es de relevante importancia resaltar una preocupación clave para el futuro como es alimentar una población que crece rápidamente y al mismo tiempo reducir las emisiones a la atmosfera, pero, además, tener en cuenta el cambio en la dieta humana.
Pero profundizando sobre la importancia de los bosques para regular el clima del planeta vale la pena decir que nos proveen de alimentos, purifican el aire y el agua, controlan la erosión del suelo y son escenarios para la recreación y la cultura. Aun así, el estado de salud de estos ecosistemas en el mundo, cuya pérdida crece a un ritmo alarmante. Solo entre 1990 y el 2015 se arrasó con un área equivalente al tamaño de Sudáfrica (1.220.000 km2).
Mantener los bosques (árboles) parados, es decir, en pie y reforestarlos es la única tecnología que tenemos para extraer el carbono de la atmosfera, o lo que es lo mismo expresar que esta es la mejor arma que tenemos para afrontar los desafíos del cambio climático, ya hablamos en el reciente Foro de Davos de sembrar 180 millones de árboles en Colombia, ¿será verdad el cumplimiento de este compromiso?
Ya existe un compromiso mundial en el Acuerdo de París (que fue negociado durante XXI Conferencia sobre cambio climático – COP XXI por 195 países y fue adoptado el 12 de diciembre del 2015, quedando claro que la principal manera de combatir el cambio climático son los bosques. Obvio que hay que descarbonizar nuestro sistema energético, apostándole a las energías renovables.
Finalmente si queremos mantener la temperatura global del planeta por debajo de 1,5 C tenemos que reducir absolutamente la pérdida de bosques y empezar a restaurarlos a una escala sin precedentes.
Encabezamos esta columna con el aleccionante mensaje de Greta Thunberg en la cumbre de Davos por los escasos avances registrados en la lucha por el cambio climático “ustedes hablan mucho del clima, pero no hacen nada”. Sobre este tema no hay dudas que para afrontar la posibilidad de combatir el cambio climático hay que sembrar […]
Encabezamos esta columna con el aleccionante mensaje de Greta Thunberg en la cumbre de Davos por los escasos avances registrados en la lucha por el cambio climático “ustedes hablan mucho del clima, pero no hacen nada”.
Sobre este tema no hay dudas que para afrontar la posibilidad de combatir el cambio climático hay que sembrar árboles. En el entendido que la deforestación es una de las causas principales del cambio climático ya que está comprobado que alrededor de un 15% de las emisiones globales provienen de la deforestación de bosques tropicales (especialmente para exportación gaandera).
También hay que tener en cuenta que para este proceso del cambio climático una serie de soluciones y escenarios en materia de desertificación y así lo avalan miembros del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y en esta situación encontramos la degradación de tierras, manejo sostenible de parte del suelo, seguridad alimentaria y flujos de gases de efecto invernadero en ecosistemas terrestres.
Es de relevante importancia resaltar una preocupación clave para el futuro como es alimentar una población que crece rápidamente y al mismo tiempo reducir las emisiones a la atmosfera, pero, además, tener en cuenta el cambio en la dieta humana.
Pero profundizando sobre la importancia de los bosques para regular el clima del planeta vale la pena decir que nos proveen de alimentos, purifican el aire y el agua, controlan la erosión del suelo y son escenarios para la recreación y la cultura. Aun así, el estado de salud de estos ecosistemas en el mundo, cuya pérdida crece a un ritmo alarmante. Solo entre 1990 y el 2015 se arrasó con un área equivalente al tamaño de Sudáfrica (1.220.000 km2).
Mantener los bosques (árboles) parados, es decir, en pie y reforestarlos es la única tecnología que tenemos para extraer el carbono de la atmosfera, o lo que es lo mismo expresar que esta es la mejor arma que tenemos para afrontar los desafíos del cambio climático, ya hablamos en el reciente Foro de Davos de sembrar 180 millones de árboles en Colombia, ¿será verdad el cumplimiento de este compromiso?
Ya existe un compromiso mundial en el Acuerdo de París (que fue negociado durante XXI Conferencia sobre cambio climático – COP XXI por 195 países y fue adoptado el 12 de diciembre del 2015, quedando claro que la principal manera de combatir el cambio climático son los bosques. Obvio que hay que descarbonizar nuestro sistema energético, apostándole a las energías renovables.
Finalmente si queremos mantener la temperatura global del planeta por debajo de 1,5 C tenemos que reducir absolutamente la pérdida de bosques y empezar a restaurarlos a una escala sin precedentes.