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Económicas - 22 mayo, 2020

Papelerías y librerías denuncian paquidermia en permisos para reapertura

Los comerciantes se quejan de lentitud en los trámites del municipio. Piden celeridad en la reapertura porque van en vía de quiebra. En el municipio aseguran que hacen su mayor esfuerzo pero piden que cumplan los requerimientos.

De tres sedes, solo en esta la principal, gradualmente opera la Departamental.

FOTO/ARCHIVO.
De tres sedes, solo en esta la principal, gradualmente opera la Departamental. FOTO/ARCHIVO.

Miembros del gremio de las papelerías, librerías y suministros de oficina de Valledupar manifiestan que han encontrado inconvenientes para conseguir las autorizaciones por parte del municipio para que se les permita reabrir sus negocios, pese a que se encuentran contemplados en los renglones comerciales habilitados para operar, como lo ha autorizado el Gobierno nacional.

Lee también: S.O.S de las librerías de Valledupar

De por sí el hecho de estar cerrados desde que inició la pandemia y el confinamiento general les ha originado incontables pérdidas económicas, ahora el reabrir se ha vuelto un problema por lo que reclaman al municipio celeridad en la expedición de los permisos.

Yo envié desde el 11 de mayo la carta vía e-mail como es la exigencia de la que me enteré llegando a la entrada de la Alcaldía, donde un vigilante le señala a uno que lea un escueto papel escrito a mano con la dirección electrónica de la Secretaría de Gobierno. Pasaron los días y no he recibido respuesta alguna por parte de esa dependencia y la verdad ya hemos perdido bastante dinero por la baja facturación y nosotros tenemos compromisos con el personal, con los proveedores y es justo que reabramos”, indicó Omaira Almeira Quiroz, representante legal de Proveeduría Loperena.

LAS VENTAS POR EL SUELO

No obstante presentar un bajón de un 80 % en su facturación y la reducción del flujo de caja, la Proveeduría Loperena no ha dejado de pagar los salarios de los siete empleados que allí laboran, y los servicios públicos en especial el de energía que aumentó elevadamente sus costos.

En esto hemos sido muy serios porque son familias las que dependen de nuestra operación comercial, pero ya es justo que nos faciliten el permiso de apertura para poder trabajar con más amplitud guardando las consideraciones protocolarias en salud por la pandemia”, agregó Almeira Quiroz.

No dejes de leer: Estos son los productos que se podrán comprar en los tres días sin IVA

Esta misma situación se repite en varios comercios similares y otros de diferentes sectores de la economía en la ciudad de Valledupar, que piden a gritos la reactivación, pero eso sí, guardando todos los protocolos de seguridad, como son acceso controlado a los establecimientos, desinfección de manos y calzado para el ingreso, uso de tapabocas para clientes y comerciantes, entre otros, lo anterior como lo ha recomendado el Ministerio de Salud y Protección Social.

Una situación aún más complicada viven los administradores de la Papelería Valledupar donde después de 45 días de cierre la reapertura ha sido muy difícil. Si bien todo inició por la pandemia ahora hay más elementos como permisos, endeudamiento y un nulo flujo de caja que no avizora un futuro promisorio.

“En el municipio de Valledupar se inventaron un permiso y el uso de unas plataformas que no son funcionales. Copiaron lo que hizo Claudia López en Bogotá pero allá los sistemas sí son eficientes, mientras que aquí, por ejemplo, nadie me ha oficiado que necesito un permiso de la Alcaldía para reabrir mi negocio, me enteré porque escuché al alcalde Castro por radio”, aseguró Isabel Cristina Campo, propietaria.

En esta papelería la situación tocó fondo debido a que la falta de flujo de caja no ha permitido pagar los teléfonos, además no han podido gestionar el permiso debido a lo que sus directivos denominan tramitología.

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“Somos un negocio que es de mostrador, no podemos tener las puertas cerradas porque la poca gente que sale a las calles pasa nos ven cerrados y no llegan y para completar tampoco puedo cobrar la cartera que tenemos en la calle con algunos colegios y entidades estatales porque se exige un paz y salvo de impuestos y similares con el Municipio. Aparte de que no hay forma de comunicarse con la Secretaría de Hacienda de manera telefónica, coincidió que cambiaron la plataforma y no pude descargar una deuda que me aparece del año pasado; por nota de voz le hablé al secretario de Hacienda y a todo el mundo, y no he podido pagar, así que tampoco nadie me paga”, dijo en términos desesperados la gerente de Papelería Valledupar.

El panorama en La Departamental, histórica papelería de la ciudad, tampoco es alentador.  Con tres sedes asentadas en la capital cesarense solo la principal ubicada en la calle 17 está en funcionamiento, las bajas ventas llevaron a cerrar las puertas de las otras dos.

“Tengo pérdidas por el orden del 60 %, 42 empleados en nómina y una imposibilidad para hacer los trámites de pagos de impuestos y logro del permiso para abrir nuestras puertas”, afirma el propietario Fernando Castro, para quien la tramitología en las secretarías de Gobierno y Hacienda en la Alcaldía de Valledupar imposibilita la reactivación que promueve el Gobierno nacional.

Las colas, el pico y cédula son imposibles.  La Alcaldía no tiene nada definido, usted escribe al correo no le responden. La Policía nos cerró a pesar de que hemos implementado el protocolo recomendado por el Ministerio de Salud para frenar la covid-19 como el distanciamiento, gel, tapabocas y desinfección, entre otros”, aseguró.

LA REAPERTURA ES GRADUAL

El secretario de Gobierno de Valledupar, Luis Galvis Núñez, salió al paso con respecto a la denuncia que hicieron miembros del gremio comercial de las papelerías.

Lo primero es decir que los dueños de establecimientos de comercio han considerado que la reapertura es automática y no es así: es progresiva y cumpliendo unos requisitos que han sido ampliamente socializados. Lo segundo, es que debido a que hacen sus solicitudes sin el cumplimiento total de los requerimientos, tenemos un personal revisando que en realidad pierde mucho tiempo”, acotó el funcionario.

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El jefe de la cartera de Gobierno en Valledupar asegura que las solicitudes llegan en masa (y con razón porque todos quieren reactivar sus negocios), no obstante se han autorizado ya más de 90 reaperturas. “Y cada solicitud representa un proceso que amerita un tiempo para su revisión. Sin dudas es un número muy superior al grupo con el que contamos y que hace su mejor y mayor esfuerzo”, sostiene Galvis Núñez.

Para el funcionario en la Secretaría Municipal de Gobierno la gente está trabajando sin descanso: “Tenemos un grupo de personas a las que les corresponde revisar, hacemos balance y reorganización porque no solo las papelerías quieren reabrir. Estamos haciendo todo lo posible y a eso súmele que nos llegan solicitudes del sector de la construcción que no corresponden a Gobierno y en general nos envían mucha información que nos genera mucha pérdida de tiempo”.

Luis Galvis Núñez, indicó que una solicitud de reapertura que cumpla con todos los requisitos exigidos se expide en un tiempo no mayor a los 5 días desde su radicación.

POR: JOSÉ URBANO CÉSPEDES/EL PILÓN

Económicas
22 mayo, 2020

Papelerías y librerías denuncian paquidermia en permisos para reapertura

Los comerciantes se quejan de lentitud en los trámites del municipio. Piden celeridad en la reapertura porque van en vía de quiebra. En el municipio aseguran que hacen su mayor esfuerzo pero piden que cumplan los requerimientos.


De tres sedes, solo en esta la principal, gradualmente opera la Departamental.

FOTO/ARCHIVO.
De tres sedes, solo en esta la principal, gradualmente opera la Departamental. FOTO/ARCHIVO.

Miembros del gremio de las papelerías, librerías y suministros de oficina de Valledupar manifiestan que han encontrado inconvenientes para conseguir las autorizaciones por parte del municipio para que se les permita reabrir sus negocios, pese a que se encuentran contemplados en los renglones comerciales habilitados para operar, como lo ha autorizado el Gobierno nacional.

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De por sí el hecho de estar cerrados desde que inició la pandemia y el confinamiento general les ha originado incontables pérdidas económicas, ahora el reabrir se ha vuelto un problema por lo que reclaman al municipio celeridad en la expedición de los permisos.

Yo envié desde el 11 de mayo la carta vía e-mail como es la exigencia de la que me enteré llegando a la entrada de la Alcaldía, donde un vigilante le señala a uno que lea un escueto papel escrito a mano con la dirección electrónica de la Secretaría de Gobierno. Pasaron los días y no he recibido respuesta alguna por parte de esa dependencia y la verdad ya hemos perdido bastante dinero por la baja facturación y nosotros tenemos compromisos con el personal, con los proveedores y es justo que reabramos”, indicó Omaira Almeira Quiroz, representante legal de Proveeduría Loperena.

LAS VENTAS POR EL SUELO

No obstante presentar un bajón de un 80 % en su facturación y la reducción del flujo de caja, la Proveeduría Loperena no ha dejado de pagar los salarios de los siete empleados que allí laboran, y los servicios públicos en especial el de energía que aumentó elevadamente sus costos.

En esto hemos sido muy serios porque son familias las que dependen de nuestra operación comercial, pero ya es justo que nos faciliten el permiso de apertura para poder trabajar con más amplitud guardando las consideraciones protocolarias en salud por la pandemia”, agregó Almeira Quiroz.

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Esta misma situación se repite en varios comercios similares y otros de diferentes sectores de la economía en la ciudad de Valledupar, que piden a gritos la reactivación, pero eso sí, guardando todos los protocolos de seguridad, como son acceso controlado a los establecimientos, desinfección de manos y calzado para el ingreso, uso de tapabocas para clientes y comerciantes, entre otros, lo anterior como lo ha recomendado el Ministerio de Salud y Protección Social.

Una situación aún más complicada viven los administradores de la Papelería Valledupar donde después de 45 días de cierre la reapertura ha sido muy difícil. Si bien todo inició por la pandemia ahora hay más elementos como permisos, endeudamiento y un nulo flujo de caja que no avizora un futuro promisorio.

“En el municipio de Valledupar se inventaron un permiso y el uso de unas plataformas que no son funcionales. Copiaron lo que hizo Claudia López en Bogotá pero allá los sistemas sí son eficientes, mientras que aquí, por ejemplo, nadie me ha oficiado que necesito un permiso de la Alcaldía para reabrir mi negocio, me enteré porque escuché al alcalde Castro por radio”, aseguró Isabel Cristina Campo, propietaria.

En esta papelería la situación tocó fondo debido a que la falta de flujo de caja no ha permitido pagar los teléfonos, además no han podido gestionar el permiso debido a lo que sus directivos denominan tramitología.

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“Somos un negocio que es de mostrador, no podemos tener las puertas cerradas porque la poca gente que sale a las calles pasa nos ven cerrados y no llegan y para completar tampoco puedo cobrar la cartera que tenemos en la calle con algunos colegios y entidades estatales porque se exige un paz y salvo de impuestos y similares con el Municipio. Aparte de que no hay forma de comunicarse con la Secretaría de Hacienda de manera telefónica, coincidió que cambiaron la plataforma y no pude descargar una deuda que me aparece del año pasado; por nota de voz le hablé al secretario de Hacienda y a todo el mundo, y no he podido pagar, así que tampoco nadie me paga”, dijo en términos desesperados la gerente de Papelería Valledupar.

El panorama en La Departamental, histórica papelería de la ciudad, tampoco es alentador.  Con tres sedes asentadas en la capital cesarense solo la principal ubicada en la calle 17 está en funcionamiento, las bajas ventas llevaron a cerrar las puertas de las otras dos.

“Tengo pérdidas por el orden del 60 %, 42 empleados en nómina y una imposibilidad para hacer los trámites de pagos de impuestos y logro del permiso para abrir nuestras puertas”, afirma el propietario Fernando Castro, para quien la tramitología en las secretarías de Gobierno y Hacienda en la Alcaldía de Valledupar imposibilita la reactivación que promueve el Gobierno nacional.

Las colas, el pico y cédula son imposibles.  La Alcaldía no tiene nada definido, usted escribe al correo no le responden. La Policía nos cerró a pesar de que hemos implementado el protocolo recomendado por el Ministerio de Salud para frenar la covid-19 como el distanciamiento, gel, tapabocas y desinfección, entre otros”, aseguró.

LA REAPERTURA ES GRADUAL

El secretario de Gobierno de Valledupar, Luis Galvis Núñez, salió al paso con respecto a la denuncia que hicieron miembros del gremio comercial de las papelerías.

Lo primero es decir que los dueños de establecimientos de comercio han considerado que la reapertura es automática y no es así: es progresiva y cumpliendo unos requisitos que han sido ampliamente socializados. Lo segundo, es que debido a que hacen sus solicitudes sin el cumplimiento total de los requerimientos, tenemos un personal revisando que en realidad pierde mucho tiempo”, acotó el funcionario.

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El jefe de la cartera de Gobierno en Valledupar asegura que las solicitudes llegan en masa (y con razón porque todos quieren reactivar sus negocios), no obstante se han autorizado ya más de 90 reaperturas. “Y cada solicitud representa un proceso que amerita un tiempo para su revisión. Sin dudas es un número muy superior al grupo con el que contamos y que hace su mejor y mayor esfuerzo”, sostiene Galvis Núñez.

Para el funcionario en la Secretaría Municipal de Gobierno la gente está trabajando sin descanso: “Tenemos un grupo de personas a las que les corresponde revisar, hacemos balance y reorganización porque no solo las papelerías quieren reabrir. Estamos haciendo todo lo posible y a eso súmele que nos llegan solicitudes del sector de la construcción que no corresponden a Gobierno y en general nos envían mucha información que nos genera mucha pérdida de tiempo”.

Luis Galvis Núñez, indicó que una solicitud de reapertura que cumpla con todos los requisitos exigidos se expide en un tiempo no mayor a los 5 días desde su radicación.

POR: JOSÉ URBANO CÉSPEDES/EL PILÓN