Desde EL PILÓN registramos complacidos ese momento de despertar cultural que se siente en Valledupar. Así lo ratifica el reciente balance presentado por la Red de Industrias Creativas y Culturales, RICC, en el marco de Expocomunica, el cual habla muy bien de la riqueza cultural de nuestra capital.
Es así como la RICC, nacida en 2024 de la alianza entre Areandina, sus programas de Comunicación Social y Diseño Gráfico y el periódico EL PILÓN, comenzó a constituirse en una plataforma académica y en un ejercicio de registro, cuyo mejor producto ha sido una Agenda Cultural de eventos, de publicación mensual y semanal; gracias a ese acuerdo de voluntades que responde a la necesidad de articular un ecosistema cultural que deje de depender del azar, de esfuerzos individuales o de las grandes festividades que por sí solas no alcanzan a sostener la vida cultural de una ciudad muy diversa.
Importante destacar que en un año se registraron 367 eventos, sin mencionar los grandes festivales. Eso da cuenta de una interesante dinámica actividad cultural en la que resulta revelador que 270 de ellos fueron hallados mediante búsqueda manual y personal en redes o amistades, una tarea rigurosa que evidencia cuán dispersa sigue estando la información cultural en Valledupar.
Estos resultados demuestran que herramientas como la Red son necesarias para visibilizar, organizar y darle formalidad a todo lo que sucede en materia cultural y que marcan hechos positivos para Valledupar.
También resulta interesante que ese balance muestra una ciudadanía que participa, que acude a talleres, debates y foros, conciertos, teatro y ciclos de cine, gente que aprecia que más del 70 % de la oferta sea gratuita, que empieza a reconocer que la cultura es un espacio democrático de entretenimiento y aprendizaje.
Valledupar comienza a encontrar una identidad que supera el tradicional concepto del legado del acordeón, sin renunciar a este, y ratifica una identidad plural, diversa, contemporánea de esta capital que ahora es impulsada como ciudad creativa y de eventos.
En medio de lo bueno, lo negativo es que hace falta una mayor articulación entre los actores culturales, eso es necesario para la profesionalización, la sostenibilidad y la proyección económica del sector. Urge avanzar en la cooperación, planeación conjunta, comprensión de la cultura como un proyecto de ciudad y no como un campo donde cada gestor trabaja por su cuenta de manera aislada.
Es por eso que EL PILÓN y el Areandina están empeñados en servir de mediadores y articuladores de un ecosistema que necesita madurar. Sin esa continuidad, la ciudad corre el riesgo de volver a la dispersión que siempre se ha observado en nuestro medio. Baja articulación, por ejemplo, es que se monten eventos con un día de anticipación.
Por ahora lo que se puede destacar es que ya Valledupar cuenta con una radiografía y agenda de eventos y que esta podría convertirse en una plataforma de desarrollo económico y de innovación creativa, pero se necesita que todos los sectores —incluidos los gobiernos departamental y municipal— se involucren con buena voluntad y que demos un salto en el turismo cultural, que hoy es poco. Potenciar, con una gran agenda de eventos, los cuatro ejes —Centro Histórico, Parque de la Leyenda y río, Centro Cultural de la Música Vallenata y alrededores de naturaleza—, es clave en ese propósito.
Expounisimón
A propósito, este 20 de noviembre la Universidad Simón Bolívar, de Barranquilla, desarrollará en nuestra ciudad la EXPOUNISIMÓN 2025, programada en el salón Yui del Hotel Sicarare de 8 a. m. a 6 p. m.
El panel “Valledupar, Ciudad Creativa: Talento e identidad que inspira desarrollo” tendrá a invitados como Yasmín García, secretaria de Educación del Cesar; Perkys, pintor y escultor colombiano; Juan Rincón, columnista y cronista de EL PILÓN; Rodolfo Molina, presidente de la Fundación Festival Vallenato; Julieth Peraza; Santander Durán; Efraín ‘Mono’ Quintero; y el Rey de Reyes ‘Cocha’ Molina.
