Justo cuando un periodista de EL PILÓN fue testigo del drama, la tristeza y el inconsolable llanto de unos niños por el envenenamiento de su mascota en el barrio Doce de Octubre, de Valledupar, se conoce un caso ocurrido en el municipio Agustín Codazzi, donde muchos perros y gatos han muerto envenenados por los humanos.
“La gente inescrupulosa les pone comida con veneno porque los animalitos se meten en las terrazas o patios”, dijo el denunciante anónimo en declaraciones entregadas a Radio Guatapurí. Según esa denuncia, al menos 10 gatos y 4 perros han muerto envenenados en los últimos 15 días en ese municipio.
Es un fenómeno que no es nuevo y, pese a que cada vez se incrementan las medidas, este persiste en la región. En los últimos dos años se han registrado envenenamientos masivos de perros y gatos tanto en Valledupar como en otros municipios como La Paz, San Diego y ahora Agustín Codazzi.
Lo que llama la atención es que, aunque son situaciones de crueldad animal y que generan indignación y repudio entre los habitantes, muy pocos se animan a presentar la denuncia oficial ante las autoridades competentes y los miembros de muchas familias, en especial los niños, al interior de sus hogares sufren en silencio el dolor por la pérdida de su mascota.
En muchos casos se trata de una macabra operación planificada por personas que no simpatizan con perros y gatos callejeros o con esas mascotas que salen de manera esporádica a las calles, a las que les ponen trampas representadas en trozos de alimentos mezclados con veneno que les produce una muerte dolorosa a los animales en cuestión de minutos.
Desde el año 2022 se presentaron matanzas de animales, en cuyos casos han intervenido funcionarios de la Fiscalía, Secretaría de Salud y la Unidad de Policía Judicial, pero las investigaciones nunca avanzaron por falta de denuncias oficiales. Se dice que, desde ese periodo hasta la fecha, han envenado a más de 100 mascotas en esta región.
Informes periodísticos revelan que “en la capital del Cesar 1.500 perros y gatos sufren el flagelo de maltrato y abandono. Solo el 40 por ciento sobrevive a este tipo de maltrato”.
Sabemos que, por los constantes llamados de la ciudadanía han sido atendidos por las autoridades ambientales y Secretaría de Salud, estas han tomado cartas en el asunto. Sin embargo, continúa esa dolorosa situación y no se conocen sanciones o penalización de los responsables de atroces hechos.
En medio de todos esos tristes episodios están los niños que no logran entender cómo personas adultas atentan contra los animales sin que nadie pueda ponerles control debido a que en la mayoría de los casos la situación se queda en el anonimato.
Es bueno que la ciudadanía conozca que para la defensa de esos animales existe el Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal, Gelma, las secretarías de salud, la Fiscalía General, Policía Judicial, Policía Ambiental, fundaciones y organizaciones ambientales, entre otras. Lo que se requiere es visibilizar más cada situación acompañada de la respectiva denuncia.
El llamado es a tener mayor valor civil para denunciar cada caso y apoyar a las distintas entidades oficiales y a las organizaciones privadas que se dedican a la protección de los animales, entre ellas se conoce ‘Superpapá Canino’, que viene liderando campañas de esa naturaleza. Ese tipo de iniciativas merecen el respaldo total de la ciudadanía.
