Más convincente no puede ser el titular por parte de quien se declara un convencido ‘Parresiasta’ al hablar con libertad, expresar las cosas con franqueza, ‘atreverse a decir lo que se piensa’ e ideas por el estilo que moldean el carácter y el temperamento del presidente de la República, Gustavo Petro, quien luego de ser sancionado por Trump, afianzó la cooperación internacional en un periplo que lo llevó a Arabía Saudita, Egipto, Qatar y Brasil.
El jefe de Estado colombiano, tras ser anfitrión en Santa Marta de la IV Cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea, consolidó alianzas sobre multilateralismo y mecanismos de diplomacia global para resolver problemas internacionales, entre todos, no que un país se arrogue ese derecho.
Demostró que se puede hablar de democracia en medio de barbaries y genocidios, cooperación en seguridad y economía de cuidado, transición energética, etc., y subrayó la competitividad y resiliencia del sector exportador en busca de mercados alternativos para romper con la dependencia leonina arancelaria de Estados Unidos.
En el primer semestre de 2025, China aportó el 28,4 % de las importaciones de Colombia, dejando a EE. UU. en segundo lugar con 24,8 %. Desde Asia llegan: Tecnología, Maquinaria, Medicamentos, Acero y textiles. Un cambio que redefine la economía colombiana y traza un nuevo mapa global donde China toma la delantera.
Aunque Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial de Colombia, con alrededor del 29% de las exportaciones, el país ha realizado esfuerzos para reducir su dependencia de este mercado con el desafío de diversificar su canasta exportadora al gigante asiático, cuyas firmas ejecutan el Metro de Bogotá y el de la 80 en Medellín, y tienen protagonismo en el sector automotor con marcas como BYD.
La estrategia de explorar nuevos mercados también apunta a la Zona Binacional con Venezuela, lo que registra avances significativos en el diseño del marco legal y técnico en que se sustenta el proyecto fronterizo, habida cuenta de que por medio hay intereses compartidos y sobre todo poblaciones en frontera que se sienten binacionales, sumado a la presencia de familias de doble nacionalidad que hacen intercambio comercial.
El más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), sitúa a Venezuela como el país con la mayor expansión económica de la región, a pesar de los obstáculos presentados por las 1042 medidas coercitivas unilaterales que le han sido impuestas desde 2014 y de acuerdo con la previsión de la Cepal, el país alcanzará en 2025 un incremento total de 9 % del PIB.
A pesar de la continua e ilegal agresión económica de que es objeto por parte de Estados Unidos y sus aliados, Venezuela suma 17 trimestres consecutivos de crecimiento. La sostenida expansión es fruto de la confluencia de todos los sectores productivos y de la recuperación paulatina pero constante de su industria petrolera, cuyo nivel actual de producción es de 1,1 millones de barriles diarios, con tendencia a elevarse.
Simultáneamente el país se encamina con pasos firmes hacia la soberanía alimentaria, reduciendo drásticamente su dependencia de las importaciones. De importar cerca del 90 % de sus alimentos, Venezuela pasó a producir actualmente el 97 % de lo que consume, un avance crucial en su autonomía económica y política como nación, lo que ha disparado el retorno de los venezolanos a su país.
Por: Miguel Aroca Yepes.
