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Columnista - 22 marzo, 2013

Mi amigo Pablo

Hace unos cuantos días hice una nueva amistad y según dicen; quien encuentra un amigo encuentra un tesoro.

Por: Julio Mario Celedon

Hace unos cuantos días hice una nueva amistad y según dicen; quien encuentra un amigo encuentra un tesoro. Hasta aquí todo parecería algo común y corriente, algo cotidiano y normal, solo si no se tratase de que mi camarada cuenta con 8 años de edad solamente, su nombre es Pablo y es un niño lindo y tan inteligente que uno puede durar charlando con él horas y horas como si tratase de un adulto. Es hijo de una gran amiga mía, María Isabel Campo, una mujer bella, inteligente y de buen corazón, a quien conozco de toda la vida y a quien por cosas del destino hace rato no veía, pues ella estaba laborando hace varios años en la lejana Australia, como Cónsul de Colombia en Sídney, la capital de la tierra de los canguros y de la gran barrera de coral.

Maicha como cariñosamente la llama su familia y todas sus amistades, está como quien dice recién llegada a Valledupar, reencontrándose con los suyos y con la tierra que la vio nacer, se siente dichosa de estar aquí y contenta con que Pablo quien viene de una metrópoli como lo es Sídney se esté adaptando fácilmente a todo este cambio, gracias a Dios él es un niño precoz, y además genéticamente trae el legado de la inteligencia, no en vano es bisnieto del Patriarca Manuel Germán Cuello Q.E.P.D, nieto de uno de los vástagos más grandes que ha dado esta ciudad, como lo es Rodolfo Campo Soto e hijo de su mamá, una brillante mujer digna representante de su género.

Lastimosamente Pablo no pudo ingresar al Colegio de donde es egresada su madre y en donde se graduaron sus tíos y muchos de sus primos, pues allí consideraron que una dificultad motriz que el niño tiene, no le permitiría desarrollar normalmente sus actividades escolares, que equivocados estaban, garrafal error, pues hubiesen ganado mucho teniendo en sus aulas a un valioso muchachito como Pablo lo es, el tiempo me dará la razón, el chico hoy día está estudiando en una prestigiosa escuela de la ciudad, en donde sabiamente no observaron en él ninguna limitante y lo aceptaron sin poner obstáculo alguno, allí se ha ganado el cariño, admiración y respeto de sus profesoras y de todos sus compañeros, quienes no solo lo han aceptado como su gran compañero, sino que lo cuidan y protegen, convirtiéndose en un líder innato, además el muchachito por su excelente dominio del inglés es tutor de esta materia en el colegio, por lo tanto el plantel educativo al igual que quienes hemos conocido y aceptado a Pablo, hemos ganado, pues hemos encontrado un tesoro, tal cual como reza el adagio.

Pablo es un niño que irradia ternura y tiene la inocente picardía propia de todo niño de su edad, se que su vivacidad y agudeza mental le permitirán ser un joven y posteriormente un adulto exitoso, él está para cosas grandes.

Los seres humanos somos especialistas en calificar y lanzar juicios de nuestros semejantes mucho antes de conocerlos en realidad, nos damos el lujo de ni siquiera dar una primera oportunidad, nos dejamos guiar por las apariencias y peor aun somos discriminatorios, nosotros mismos le ponemos cadenas y candados, frenos y ataduras a nuestros sueños y también a los de los demás, muchas veces rechazamos la piedra que después resulta ser la piedra angular, lo cierto es que tengo un nuevo amigo y es un niño alegre, al cual no le falta nada y se encuentra rodeado del cariño de muchas personas, pero muy especialmente del amor de Dios, por eso mi primer regalo para él, fue una biblia, a la cual se que ya le está sacando provecho.

COLETILLA

Francisco, comenzó con pie derecho, el hecho de que este siguiendo los preceptos e imitando el estilo de vida de San Francisco de Asís, en donde se profesa el amor por los más pobres y desvalidos, me parece un excelente comienzo, que Dios lo guie y le de mucha sabiduría.

 

Columnista
22 marzo, 2013

Mi amigo Pablo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio Mario Celedon

Hace unos cuantos días hice una nueva amistad y según dicen; quien encuentra un amigo encuentra un tesoro.


Por: Julio Mario Celedon

Hace unos cuantos días hice una nueva amistad y según dicen; quien encuentra un amigo encuentra un tesoro. Hasta aquí todo parecería algo común y corriente, algo cotidiano y normal, solo si no se tratase de que mi camarada cuenta con 8 años de edad solamente, su nombre es Pablo y es un niño lindo y tan inteligente que uno puede durar charlando con él horas y horas como si tratase de un adulto. Es hijo de una gran amiga mía, María Isabel Campo, una mujer bella, inteligente y de buen corazón, a quien conozco de toda la vida y a quien por cosas del destino hace rato no veía, pues ella estaba laborando hace varios años en la lejana Australia, como Cónsul de Colombia en Sídney, la capital de la tierra de los canguros y de la gran barrera de coral.

Maicha como cariñosamente la llama su familia y todas sus amistades, está como quien dice recién llegada a Valledupar, reencontrándose con los suyos y con la tierra que la vio nacer, se siente dichosa de estar aquí y contenta con que Pablo quien viene de una metrópoli como lo es Sídney se esté adaptando fácilmente a todo este cambio, gracias a Dios él es un niño precoz, y además genéticamente trae el legado de la inteligencia, no en vano es bisnieto del Patriarca Manuel Germán Cuello Q.E.P.D, nieto de uno de los vástagos más grandes que ha dado esta ciudad, como lo es Rodolfo Campo Soto e hijo de su mamá, una brillante mujer digna representante de su género.

Lastimosamente Pablo no pudo ingresar al Colegio de donde es egresada su madre y en donde se graduaron sus tíos y muchos de sus primos, pues allí consideraron que una dificultad motriz que el niño tiene, no le permitiría desarrollar normalmente sus actividades escolares, que equivocados estaban, garrafal error, pues hubiesen ganado mucho teniendo en sus aulas a un valioso muchachito como Pablo lo es, el tiempo me dará la razón, el chico hoy día está estudiando en una prestigiosa escuela de la ciudad, en donde sabiamente no observaron en él ninguna limitante y lo aceptaron sin poner obstáculo alguno, allí se ha ganado el cariño, admiración y respeto de sus profesoras y de todos sus compañeros, quienes no solo lo han aceptado como su gran compañero, sino que lo cuidan y protegen, convirtiéndose en un líder innato, además el muchachito por su excelente dominio del inglés es tutor de esta materia en el colegio, por lo tanto el plantel educativo al igual que quienes hemos conocido y aceptado a Pablo, hemos ganado, pues hemos encontrado un tesoro, tal cual como reza el adagio.

Pablo es un niño que irradia ternura y tiene la inocente picardía propia de todo niño de su edad, se que su vivacidad y agudeza mental le permitirán ser un joven y posteriormente un adulto exitoso, él está para cosas grandes.

Los seres humanos somos especialistas en calificar y lanzar juicios de nuestros semejantes mucho antes de conocerlos en realidad, nos damos el lujo de ni siquiera dar una primera oportunidad, nos dejamos guiar por las apariencias y peor aun somos discriminatorios, nosotros mismos le ponemos cadenas y candados, frenos y ataduras a nuestros sueños y también a los de los demás, muchas veces rechazamos la piedra que después resulta ser la piedra angular, lo cierto es que tengo un nuevo amigo y es un niño alegre, al cual no le falta nada y se encuentra rodeado del cariño de muchas personas, pero muy especialmente del amor de Dios, por eso mi primer regalo para él, fue una biblia, a la cual se que ya le está sacando provecho.

COLETILLA

Francisco, comenzó con pie derecho, el hecho de que este siguiendo los preceptos e imitando el estilo de vida de San Francisco de Asís, en donde se profesa el amor por los más pobres y desvalidos, me parece un excelente comienzo, que Dios lo guie y le de mucha sabiduría.